CONTACTA CON NOSOTROS

Todos los que queráis mandarnos vuestros comentarios y sugerencias podéis hacerlo a: parroquiasanpablo2011@gmail.com

lunes, 31 de julio de 2017


 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,31-35):

En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.»
Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente.»
Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo.»

Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco

La Palabra de Dios hace crecer, da vida, y aquí quisiera recordarles, otra vez, la importancia de tener el Evangelio, la Biblia, a mano. El Evangelio pequeño, en la cartera, en el bolsillo, y de alimentarnos cada día con esta Palabra viva de Dios.

Leer cada día un pasaje del Evangelio, un pasaje de la Biblia. Jamás olviden esto, por favor. Porque esta es la fuerza que hace germinar en nosotros la vida del Reino de Dios.

Jesús utiliza la parábola del granito de mostaza. Aun siendo la más pequeña de todas las semillas, está llena de vida y crece hasta llegar a ser la más grande de todas las plantas de la huerta. Y así es el Reino de Dios: una realidad humanamente pequeña y aparentemente irrelevante.

Para entrar a formar parte de él es necesario ser pobres en el corazón; no confiar en las propias capacidades, sino en el poder del amor de Dios; no actuar para ser importantes ante los ojos del mundo, sino preciosos ante los ojos de Dios, que tiene predilección por los sencillos y humildes.

Cuando vivimos así, a través nuestro irrumpe la fuerza de Cristo y transforma lo que es pequeño y modesto en una realidad que hace fermentar la entera masa del mundo y de la historia.

[...] El Reino de Dios requiere nuestra colaboración, pero es, sobre todo, iniciativa y don del Señor. Nuestra débil obra, aparentemente pequeña frente a la complejidad de los problemas del mundo, si se la coloca en la de Dios no tiene miedo de las dificultades.

La victoria del Señor es segura: su amor hará brotar y hará crecer cada semilla de bien presente en la tierra. Esto nos abre a la confianza y a la esperanza, a pesar de los dramas, las injusticias y los sufrimientos que encontramos.

La semilla del bien y de la paz germina y se desarrolla, porque lo hace madurar el amor misericordioso de Dios.

Que la Santísima Virgen, que ha escuchado como tierra fecunda la semilla de la divina Palabra, nos sostenga en esta esperanza que jamás nos decepciona. (Reflexión antes del rezo del ángelus, 14 de junio de 2015

"Que las comunidades cristianas sean lugar de misericordia en medio de tanta indiferencia". Papa Francisco

domingo, 30 de julio de 2017

REFLEXIÓN DE DON MANUEL

DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO “A”
Estos días de verano además de ser propicios para el descanso, también lo pueden ser para la aventura y la practica de deportes, ya sea en la montaña o en la playa… Pero, ¿por qué no ejercitarnos durante estos meses estivales en la aventura de encontrar a Dios en nuestra vida? Juguemos a buscarlo, porque de verdad que merece la pena intentarlo.
En la vida todo tiene un precio y elegir no es fácil. ¿Hay algo por lo que merezca dejarlo todo?¿Hay algo que valga tanto que a su lado lo demás se haga claramente prescindible?
Lo cierto es que hay cosas que valen y cosas que se disipan como el humo. ¡Qué difícil es distinguir! ¡Cuántas veces el darlo todo acaba dejándonos sin nada! Y cuantas veces el no elegir acaba dejándonos sin nada también.
Las parábolas del Evangelio nos presentan el comportamiento y la actitud de aquellos que han encontrado el Reino de Dios en sus días, han descubierto a Cristo resucitado y se han dado cuenta de que la fe no es solamente cosa del pasado. Para ellos ya nada es lo mismo, todo se torna diferente, nada volverá a ser como antes…
Sentir a Dios en su vida: un Padre que te escucha, que te guía, que te quiere, que te perdona infinitamente… produce la misma alegría que aquel que ha encontrado un tesoro en el campo, o aquel mercader que ha encontrado una perla de incalculable valor. ¡Un hallazgo incalculable! La fe, creer, sentirnos parte de este Reino, de una comunidad de creyentes, debería hacernos sentir profundamente dichosos, experimentar en carne propia lo que San Francisco de Asís un día bautizó como verdadera alegría.
No nos engañemosLo único que vale de verdad es Dios y si perdemos a Dios lo perdemos todo. Santa teresa lo decía claramente: “quien a Dios tiene nada le falta: sólo Dios basta”
San Agustín insistía: “Nos has hecho, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”.
Ese es el único tesoro que vale. Pero para encontrar a Dios hay que mirar atentamente, hay que dejar de lado todo los “mundos sutiles, ingrávidos y gentiles como bombas de jabón”; todos los fuegos de artificio que brillan un momento y desaparecen dejando solo la oscuridad.
El mensaje de hoy es claro: Hay que encontrar el tesoro y la perla, no podemos dejarlo para luego. Nos estamos jugando la vida.
 Pero seamos sinceros:
-¿La fe provoca este estado de ánimo y alegría en tu vida?
-¿Te sientes dichoso por la fe que profesas?
-¿Das gracias a Dios por haberlo encontrado?
-¿Los demás se contagian de esta alegría al ver tu vida?

sábado, 29 de julio de 2017

 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (11,19-27):

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.»
Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»
Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»

Palabra del Señor

Reflexion del Papa Francisco
Lázaro llevaba muerto tres días cuando llegó Jesús. Y a sus hermanas, Marta y María, les dijo palabras que se han grabado para siempre en la memoria de la comunidad cristiana. Así dice Jesús: "Yo soy la resurrección y la vida; Quien cree en mí, aunque muera, vivirá; El que vive y cree en mí no morirá eternamente.

Considerando esta palabra del Señor, nosotros creemos que la vida de aquel que cree en Jesús y sigue sus mandamientos, después de la muerte se transformará en una vida nueva, plena e inmortal. Como Jesús ha resucitado con su propio cuerpo, pero no ha regresado a una vida terrenal, así nosotros resucitaremos con nuestros cuerpos que serán transfigurados en cuerpos gloriosos. Él nos espera junto al Padre. Y la fuerza del Espíritu Santo, que Le ha resucitado, resucitará también a quien está con Él.

(Ángelus de S.S. Francisco, 6 de abril de 2014).

martes, 25 de julio de 2017

Hoy día 25 de Julio, *Solemnidad de Santiago Apóstol, Patrón de España* (día de precepto) tendrá lugar el último día de novena en honor a la *Virgen del Carmen*, con el siguiente orden de cultos:

A las 19,30 Horas: Rezo del Santo Rosario, ejercicio de la novena y confesiones

A las 20 Horas: *Solemne Fiesta Mayor en honor a la Virgen del Carmen* celebrando el Santo Sacrificio de la Misa y pronunciando Homilía el Rvdo. Sr. D. Jesús Manuel Monforte Vidarte, Párroco de la Yedra

*Piadoso besamanos Nuestra Señora del Carmen* al finalizar la Santa Misa

Baeza y Julio de 2017

A.M.D.G. ET B.V.M.H.

IMPOSICIÓN DE ESCAPULARIOS DE LA VIRGEN DEL CARMEN A MAYORES Y NIÑOS





lunes, 24 de julio de 2017


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (12,38-42):

En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver un signo tuyo.»
Él les contestó: «Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra. Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.»

Palabra del Señor

 Reflexión del Papa Francisco

¿Cuál es el signo de Jonás? Jesús promete el signo de Jonás. ¿pero que tenían el profeta Jonás en su corazón? Él no quería ir a Nínive y huyó a España. Pensaba que tenía las ideas claras: "la doctrina es ésta, se debe creer esto. Si ellos son pecadores, que se las arreglen; yo no tengo que ver"

Este es el síndrome de Jonás. Y Jesús lo condena. Dios dice a Jonás: pobre gente, no distinguen la derecha de la izquierda, son ignorantes, pecadores. Pero Jonás continúa insistiendo: "ellos quieren justicia. Yo observo todos los mandamientos; ellos que se las arreglen"

He aquí el síndrome de Jonás, que golpea a quienes no tienen el celo por la conversión de la gente, buscan una santidad de tintorería, o sea, toda bella, bien hecha, pero sin el celo que nos lleva a predicar al Señor.

El Señor ante esta generación, enferma del síndrome de Jonás, promete el signo de Jonás. En la otra versión, la de Mateo, se dice: pero Jonás estuvo en la ballena tres noches y días... La referencia es a Jesús en el sepulcro, a su muerte y a su resurrección.

Y éste es el signo que Jesús promete: contra la hipocresía, contra esta actitud de religiosidad perfecta, contra esta actitud de un grupo de fariseos.

El signo que Jesús promete es su perdón a través de su muerte y de su resurrección. El signo que Jesús promete es su misericordia, la que ya pedía Dios desde hace tiempo: "misericordia quiero, y no sacrificios". Así que el verdadero signo de Jonás es aquél que nos da la confianza de estar salvados por la sangre de Cristo.

Hay muchos cristianos que piensan que están salvados sólo por lo que hacen, por sus obras.

Las obras son necesarias, pero son una consecuencia, una respuesta a ese amor misericordioso que nos salva. Las obras solas, sin este amor misericordioso, no son suficientes. (Homilía en Santa Marta, 14 de octubre de 2013)

"La cruz es el precio del amor verdadero. Señor, danos fuerza para aceptar nuestra cruz y cargar con ella". Papa Francisco

domingo, 23 de julio de 2017

 Lecturas de hoy

Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (12,13.16-19):

Fuera de ti, no hay otro dios al cuidado de todo, ante quien tengas que justificar tu sentencia. Tu poder es el principio de la justicia, y tu soberanía universal te hace perdonar a todos. Tú demuestras tu fuerza a los que dudan de tu poder total, y reprimes la audacia de los que no lo conocen. Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuanto quieres. Obrando así, enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano, y diste a tus hijos la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 85,5-6.9-10.15-16a

R/. Tú, Señor, eres bueno y clemente

Tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia, con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende la voz de mi súplica. R/.

Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios.» R/.

Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí. R/.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,26-27):

El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,24-43):

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: "Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?" Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho." Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?" Pero él les respondió: "No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero."»
Les propuso esta otra parábola: «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.»
Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina y basta para que todo fermente.»
Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré los secretos desde la fundación del mundo.»
Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará sus ángeles y arrancarán de su reino a todos los corruptos y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su padre. El que tenga oídos, que oiga.»

Palabra del Señor
 Reflexión del Papa Francisco

El mal en el mundo no proviene de Dios, sino de su enemigo, el Maligno. Es curioso: él va de noche a sembrar la cizaña, en la oscuridad, en la confusión. Donde no existe la luz, él va y siembra la cizaña.

Este enemigo es astuto: ha sembrado el mal en medio del bien, de manera que es imposible para nosotros hombres separarlos netamente; pero al final, Dios, podrá hacerlo. Él se toma el tiempo.

A veces nosotros tenemos una gran prisa en juzgar, clasificar, poner de un lado a los buenos, y del otro a los malo. Pero acuérdense de la oración del hombre soberbio:

"Te agradezco, Dios, porque yo soy bueno y no soy como ese otro que es malo".

Dios en cambio sabe esperar. Él mira en el campo de la vida de cada persona con paciencia y misericordia: ve mucho mejor que nosotros la suciedad y el mal, pero también ve los retoños del bien y espera con confianza que maduren.

Dios es paciente, sabe esperar. Que hermoso es esto. Nuestro Dios es un padre paciente, que nos espera siempre, y nos espera con el corazón en la mano para acogernos, para perdonarnos. Nos perdona siempre si vamos hacia Él…

Gracias a esta paciente espera de Dios la misma cizaña, o sea el corazón malvado con tantos pecados, al final puede convertirse en semilla buena. Pero atención: la paciencia evangélica no es indiferencia al mal; no se puede hacer confusión entre bien y mal.

Frente a la cizaña presente en el mundo el discípulo del Señor está llamado a imitar la paciencia de Dios, a alimentar la esperanza con el apoyo de una inquebrantable confianza en la victoria final del bien, o sea de Dios.

Al final, de hecho, el mal será arrancado y eliminado: al tiempo de la cosecha, o sea del juicio, los cosechadores seguirán la orden del propietario separando la cizaña para quemarla.

En aquel día de la cosecha final el juez será Jesús, Aquel que ha sembrado la semilla buena en el mundo y que se ha vuelto Él mismo "semilla", ha muerto y resucitado.

Al final todos seremos juzgados con la misma medida ¿Con cuál? ¿Con cuál medida? con la misma medida con la que hemos juzgado: la misericordia que habremos tenido para con los demás será usada también con nosotros.

Pidamos a la Virgen, nuestra Madre, que nos ayude a crecer en la paciencia, en la esperanza y en la misericordia con todos los hermanos. (Reflexión antes del rezo del ángelus, 20 de julio de 2014)
"Dios no se revela en la fuerza o en el poder, sino en la debilidad y en la fragilidad del recién nacido". Papa Francisco

sábado, 22 de julio de 2017

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1.11-18):

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?»
Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.»
Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?»
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré.»
Jesús le dice: «¡María!»
Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!»
Jesús le dice: «Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro."»
María Magdalena fue y anunció a los discípulos: «He visto al Señor y ha dicho esto.»

Palabra del Señor

 "Todos estamos llamados a la amistad con Jesús. No tengan miedo al amor del Señor". Papa Francisco

Reflexión del Papa Francisco:

No es fácil estar abierto a Jesús. No se da por descontado aceptar la vida del Resucitado y su presencia entre nosotros.

El Evangelio nos hace ver diversas reacciones: la del apóstol Tomás, la de María Magdalena y la de los dos discípulos de Emaús: nos hace bien compararnos con ellos:

Hoy nos es dirigido también a nosotros este interrogativo:

Tomás pone una condición a la fe, pide tocar la evidencia, las llagas,
María Magdalena llora, lo ve pero no lo reconoce, se da cuenta de que es Jesús sólo cuando Él la llama por su nombre,
Los discípulos de Emaús, deprimidos y con sentimientos de derrota, llegan al encuentro con Jesús dejándose acompañar por ese misterioso viandante.
Cada uno por diferentes caminos. Buscaban entre los muertos al que está vivo, y fue el mismo Señor el que corrigió el rumbo.

Y yo, ¿qué hago? ¿Qué rumbo sigo para encontrar a Cristo vivo? Él estará siempre cerca de nosotros para corregir el rumbo si nosotros nos hemos equivocado.

¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? (Lc 24,5) Esta pregunta nos hace superar la tentación de mirar hacia atrás, a lo que ha sido ayer y nos empuja adelante, hacia el futuro.

Jesús no está en el sepulcro, ha resucitado, Él es el Viviente, Aquel que siempre renueva su cuerpo que es la Iglesia y lo hace caminar atrayéndolo hacia Él.

“Ayer” es la tumba de Jesús y la tumba de la Iglesia, el sepulcro de la verdad y de la justicia; “hoy” es la resurrección perenne hacia la cual nos empuja el Espíritu Santo, donándonos la plena libertad.

Hoy nos es dirigido también a nosotros este interrogativo:

¿Por qué buscas entre los muertos a aquel que está vivo, tú que te cierras en ti mismo después de una derrota y tú que no tienes más fuerza para rezar?
¿Por qué buscas entre los muertos al que está vivo, tú que te sientes solo, abandonado por los amigos y quizás también por Dios?
¿Por qué buscas entre los muertos al que está vivo, tú que has perdido la esperanza y tú que te sientes prisionero de tus pecados?
¿Por qué buscas entre los muertos al que está vivo, tú que aspiras a la belleza, a la perfección espiritual, a la justicia, a la paz?
Tenemos necesidad de sentirnos repetir y de recordarnos mutuamente la advertencia del ángel.

Esta advertencia ¿Por qué buscas entre los muertos al que está vivo?, nos ayuda a salir de nuestros espacios de tristeza y nos abre a los horizontes de la alegría y de la esperanza...

Pero miren, hermanos y hermanas, Él está vivo, está con nosotros. No vayamos por tantos sepulcros que hoy te prometen algo, belleza… y luego no te dan nada. Él está vivo. No busquemos entre los muertos al que está vivo. Gracias. (Homilía en Santa Marta, 23 de Abril de 2014)

viernes, 21 de julio de 2017

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (12,1-8):

Un sábado de aquéllos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas.
Los fariseos, al verlo, le dijeron: «Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado.»
Les replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la Ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado.»

Palabra del Señor

 Reflexión del Papa Francisco

Jesús dice: «Yo soy el Señor, el Señor también del sábado». Jesús es el centro, es el Señor. Una definición que no entendemos bien, porque no es fácil de entender. Lo cierto es que Jesús es el Señor en cuanto que es Quien tiene el poder, la gloria, quien tiene la victoria. Es el único Señor.

[...] Jesús es el centro que nos regenera y nos funda en la fe. En cambio los fariseos ponían en el centro de su religiosidad muchos mandamientos. Y Jesús dice de ellos: Imponen cargas en la espalda de la gente. Si no está Jesús en el centro, hay otras cosas.

Los cristianos sin Cristo

En el día de hoy encontramos a muchos cristianos sin Cristo, sin Jesús.

a) Por ejemplo, quienes tienen la enfermedad de los fariseos y son cristianos que ponen su fe y su religiosidad, su cristiandad, en muchos mandamientos: ¡Ah! Debo hacer esto, debo hacer lo otro. Cristianos de actitudes: o sea, que hacen cosas porque se tienen que hacer, pero en realidad no saben por qué lo hacen.

Pero ¿Jesús dónde está?. Un mandamiento es válido si viene de Jesús.

b) Cristianos sin Cristo hay muchos, como los que buscan sólo devociones, muchas devociones, pero Jesús no está. Y entonces te falta algo, hermano. Te falta Jesús. Si tus devociones te llevan a Jesús, entonces bien. Pero si te quedas ahí, entonces algo no marcha.

c) Después está otro grupo de cristianos sin Cristo: los que buscan cosas un poco raras, un poco especiales, los que van detrás de las revelaciones privadas, mientras que la Revelación se concluyó con el Nuevo Testamento.

Estos cristianos tienen deseo de ir al espectáculo de la revelación, a oír cosas nuevas. Pero toma el Evangelio.

d) Entre los cristianos sin Cristo están también a los que se perfuman el alma, pero no tienen virtudes porque no tienen a Jesús.

¿Cuál es entonces la regla para ser cristiano con Cristo? ¿Y cuál es el signo de que una persona es un cristiano con Cristo? Se trata de una regla muy sencilla: es valido sólo lo que te lleva a Jesús, y sólo es válido lo que viene de Jesús.

Jesús es el centro, el Señor, como Él mismo dice. Así que si algo lleva o viene de Jesús, ve adelante; pero si no viene o no lleva a Jesús, entonces es un poco peligroso.

Es un signo sencillo el del ciego de nacimiento del que habla el Evangelio de Juan en el capítulo noveno. El Evangelio dice que se postró ante Él para adorar a Jesús.

Un hombre o una mujer que adora a Jesús es un cristiano con Jesús. Pero si tú no consigues adorar a Jesús, algo te falta. (Homilía en Santa Marta, 07 de octubre de 2014)

"Todos estamos llamados a la amistad con Jesús. No tengan miedo al amor del Señor". Papa Francisco


jueves, 20 de julio de 2017

EL OBISPO DE JAÉN HACE PÚBLICO EL DECRETO CON MOTIVO DE LA FIESTA DE SANTIAGO APÓSTOL, PATRÓN DE ESPAÑA

Don Amadeo Rodríguez Magro, Obispo de Jaén, ha hecho público el siguiente Decreto en referencia a la fiesta de Santiago Apóstol, que se celebra el próximo martes, 25 de julio:

Teniendo en cuenta la relevancia que los Apóstoles tienen en la Historia de la Salvación, reflejada asimismo en la Sagrada Liturgia y en la Tradición de las celebraciones cristianas.
Considerando la especial atención que la fiesta del Apóstol Santiago, Patrono de España, ha merecido desde hace siglos en nuestras Iglesias.
Y considerando que en este año 2017, el 25 de julio, martes, tiene en la Autonomía de Andalucía la consideración de jornada laboral,
Por el presente Decreto, disponemos:
1.- Mantener el día de Santiago Apóstol como fiesta de precepto.

2.- Dispensar de la obligación del descanso laboral a los fieles que deban desarrollar su habitual jornada laboral.

3.- Pedir a los Párrocos y rectores de templos que ordenen los horarios de las celebraciones de la Eucaristía de modo que faciliten al máximo la participación de los fieles en ellas.

4.- La solemnidad de Santiago Apóstol se celebrará litúrgicamente desde las I vísperas del lunes, día 24 de julio, hasta las II vísperas del martes, día 25 de julio, inclusive. La Misa vespertina del día 24 de julio, lunes, es ya la de  Santiago Apóstol.

Dado en Jaén, a once de julio de dos mil diecisiete.

+ Amadeo Rodríguez Magro
Obispo de Jaén

http://diocesisdejaen.es/el-obispo-de-jaen-hace-publico-el-decreto-con-motivo-de-la-fiesta-de-santiago-apostol-patron-de-espana/
 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,28-30):

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»

Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco

Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré" (Mt. 11:28). Cuando Jesús dice esto, tiene ante sus ojos las personas que encuentra todos los días por los caminos de Galilea: mucha gente simple, pobres, enfermos, pecadores, marginados... esta gente siempre le siguió para escuchar su palabra - una palabra que daba esperanza

Las palabras de Jesús dan siempre esperanza y también para tocar aunque solo fuese el borde de su manto. Jesús mismo buscaba a estas multitudes extenuadas y dispersas como ovejas sin pastor, así dice Él, y las buscaba para anunciarles el Reino de Dios y para sanar a muchos de ellos en el cuerpo y en el espíritu. Ahora los llama a todos a su lado: "Vengan a mí", y les promete alivio y refrigerio.

Esta invitación de Jesús se extiende hasta nuestros días, para llegar a muchos hermanos y hermanas oprimidos por precarias condiciones de vida, por situaciones existenciales difíciles y, a veces privados de auténticos puntos de referencia.

En los países más pobres, pero también en las periferias de los países más ricos, se encuentran muchas personas desamparadas y dispersas bajo el peso insoportable del abandono y de la indiferencia.

La indiferencia: cuánto daño hace a los necesitados la indiferencia humana. Y aún peor la de los cristianos. En los márgenes de la sociedad hay muchos hombres y mujeres probados por la indigencia, pero también por las insatisfacciones de la vida y las frustraciones.

Muchos se ven obligados a emigrar de su patria, arriesgando su propia vida. Muchos más, cada día, soportan el peso de un sistema económico que explota al hombre, le impone un "yugo" insoportable, que los pocos privilegiados no quieren llevar.

A cada uno de estos hijos del Padre que está en los cielos, Jesús repite: "Vengan a mí, todos ustedes".

Pero también lo dice a los que poseen todo. Pero cuyo corazón está vacío. Está vacío. Corazón vacío y sin Dios. También a ellos, Jesús dirige esta invitación: "Vengan a mí". La invitación de Jesús es para todos. Pero de manera especial para los que sufren más.

Jesús promete reconfortar a todos, pero también nos hace una invitación, que es como un mandamiento: "Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón"

El "yugo" del Señor ¿en qué consiste? Consiste en cargar el peso de los otros con amor fraternal. Una vez recibido el alivio y consuelo de Cristo, estamos llamados también nosotros a ser alivio y consuelo para los hermanos, con actitud mansa y humilde, a imitación del Maestro.

La mansedumbre y la humildad de corazón no sólo nos ayuda a soportar el peso de los otros, sino a no cargar sobre ellos con nuestros propios puntos de vista personales, nuestros juicios, nuestras críticas o nuestra indiferencia. (Reflexión antes del rezo del Ángelus, 06 de julio de 2014)

"Cuando vemos que alguien pasa realmente necesidad ¿reconocemos en él el rostro de Dios?". Papa Francisco

miércoles, 19 de julio de 2017

 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-27):

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»

Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco

Este término "pequeños" indica a todas las personas que dependen de la ayuda de los demás, y en particular, a los niños. Más adelante Jesús dirá:

"Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial" (Mt 18,10).

Por lo tanto, los niños son en sí mismos una riqueza para la humanidad y también para la Iglesia, porque nos llaman constantemente a la condición necesaria para entrar en el Reino de Dios: aquella de no considerarnos autosuficientes sino necesitados de ayuda, de amor, de perdón. Y todos estamos necesitados de ayuda, de amor, de perdón. Todos

Los niños nos recuerdan otra cosa bella; nos recuerdan que somos siempre hijos. Incluso si uno se convierte en adulto o anciano, aún si se convierte en padre, si se ocupa un lugar de responsabilidad, por debajo de todo esto permanece la identidad de hijo.

Todos somos hijos. Y eso nos vuelve a llevar siempre al hecho de que la vida no nos la hemos dado nosotros, sino que la hemos recibido...

[...] Hay tantos dones, tantas riquezas que los niños traen a la humanidad. Recordaré sólo algunos. Traen su modo de ver la realidad, con una mirada confiada y pura.

El niño tiene una confianza espontánea en el papá y la mamá; y tiene una confianza espontánea en Dios, en Jesús, en la Virgen.

Al mismo tiempo, su mirada interior es pura, todavía no está contaminada por la malicia, por los dobleces, por las “costras” de la vida que endurecen el corazón...

Pero, los niños no son diplomáticos: dicen lo que sienten, dicen lo que ven, directamente....

Además, en su simplicidad interior, traen consigo la capacidad de dar y recibir ternura. Ternura es tener un corazón de carne y no de piedra, como dice la Biblia (cf. Ez 36, 26).

También tienen la capacidad de sonreír y de llorar. Algunos cuando los tomo para besarlos, sonríen. Otros, me ven de blanco, creen que soy el médico y que vengo a hacerles la inyección y lloran. Espontáneamente. Los niños son así.

[...] Tenemos que preguntarnos nosotros mismos: ¿yo sonrío espontáneamente, con frescura, con amor? ¿O nuestra sonrisa es artificial? ¿Yo todavía lloro? ¿O he perdido la capacidad de llorar? Dos preguntas muy humanas que nos enseñan los niños.

Por todas estas razones, Jesús invita a sus discípulos a ser como los niños, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. (Catequesis, Audiencia General, 18 de marzo de 2015)
 "La Iglesia invita a todos a acogerse al amparo de la ternura y el perdón del Padre". Papa Francisco

martes, 18 de julio de 2017

 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,20-24):

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti.»

Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

El único deseo de Dios es salvar a la humanidad, pero el problema es que el hombre frecuentemente quiere dictar las reglas de la salvación. Es la paradoja dramática de tantas páginas de la Biblia que llega a su culmen en la vida terrenal de Cristo.

Si en Tiro y en Sidón se hubieran producido los prodigios que se produjeron entre ustedes – dice Jesús en Corazin y Betsaida – ya desde hace tiempo se habrían convertido”. En esta severa, pero también amarga comparación, está resumida toda la historia de la salvación.

Así como antes rechazaron y asesinaron a los profetas porque resultaban incómodos, ahora hacen lo mismo con Jesús. Es el drama de la resistencia a ser salvados, desatado por los jefes del pueblo.

Es precisamente la clase dirigente la que cierra las puertas al modo con el cual Dios quiere salvarnos. Y así se comprenden los diálogos fuertes de Jesús con la clase dirigente de su tiempo: pelean, lo ponen a prueba, le tienden trampas para ver si cae, porque se resisten a ser salvados.

Jesús les dice: "Ustedes son como aquellos niños: les hemos tocado la flauta y no han bailado; les hemos cantado un lamento y no han llorado. ¿Pero qué quieren?"; "¡Queremos hacer la salvación a nuestro modo!". Es siempre esta cerrazón al modo de Dios.

[...] Nos hará bien preguntarnos: ¿Cómo quiero ser salvado? ¿A modo mío? ¿A modo de una espiritualidad que es buena, que me hace bien, pero que es fija, tiene todo claro y no hay riesgo?

¿O según el modo divino, es decir por el camino de Jesús, que siempre nos sorprende, que siempre nos abre las puertas a ese misterio de la Omnipotencia de Dios, que es la misericordia y el perdón?.

¿Creo que Jesús es el Maestro que nos enseña la salvación, o voy por doquier a alquilar gurús, que me enseñen otra? ¿Me refugio bajo el techo de las prescripciones y de tantos mandamientos hechos por hombres?... ¿Yo me resisto a la salvación de Jesús?”. (Homilía en Santa Marta, 03 de octubre de 2014)

"Nos resulta difícil perdonar a los otros. Señor, concédenos tu misericordia para ser capaces de perdonar siempre". Papa Francisco

ESPLÉNDIDA LA VIRGEN DEL CARMEN EN SU NOVENA




domingo, 16 de julio de 2017

Lecturas de hoy Domingo

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (55,10-11):

Así dice el Señor: «Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo.»
Palabra de Dios

Salmo
Sal 64,10.11.12-13.14

R/. La semilla cayó en tierra buena y dio fruto

Tú cuidas de la tierra,
la riegas y la enriqueces sin medida;
la acequia de Dios va llena de agua,
preparas los trigales. R/.

Riegas los surcos,
igualas los terrones,
tu llovizna los deja mullidos,
bendices sus brotes. R/.

Coronas el año con tus bienes,
tus carriles rezuman abundancia;
rezuman los pastos del páramo,
y las colinas se orlan de alegría. R/.

Las praderas se cubren de rebaños,
y los valles se visten de mieses,
que aclaman y cantan. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,18-23):

Sostengo que los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá. Porque la creación, expectante, está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios; ella fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por uno que la sometió; pero fue con la esperanza de que la creación misma se vería liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.
Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,1-23):

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló mucho rato en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga.»

Palabra del Señor
La Real Cofradía de Nuestra Señora del Carmen invita a todos sus hermanos, fieles y devotos a la:

*Solemne Fiesta Mayor en honor de Nuestra Señora del Carmen*

A las 19,30 Horas: Rezo del Santo Rosario y confesiones

A las 20 Horas: *Solemne Fiesta Mayor en honor a la Virgen del Carmen* celebrando el Santo Sacrificio de la Misa y pronunciando Homilía el Rvdo. Sr. D. Manuel Pelaez Juárez, Arcipreste de Baeza, Párroco de San Pablo y Capellán de la Cofradía.
La capilla musical estará a cargo de D. Francisco Lazaro Perales y D. Álvaro Curiel Palomares

A continuación, *Magna Procesión de Nuestra Señora del Carmen* por el siguiente recorrido: San Pablo, General Cuadros, General Samaniego, Corvera, Plaza Cristo de la Caída, Rojo, Matilla, San Francisco, Plaza de España y San Pablo.

Baeza y Julio de 2017

A.M.D.G. ET B.V.M.H.

REFLEXIÓN DE DON MANUEL

DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A
      FIESTA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL CARMEN
         Saludo: Hermana Mayor y Junta de Gobierno, Sr. Presidente de la Agrupación Arciprestal de Cofradías, Hermanas y Hermanos Mayores de las asociaciones públicas de la Iglesia de Baeza, queridos cofrades e hijos todos de la Virgen del Carmen. Sí, hoy en el Día del Señor y de los cristianos, celebramos la Fiesta de nuestra Madre, Nuestra Señora del Carmen.
         Hoy con toda la Iglesia nos alegramos y nos gozamos, porque el Señor la habita, porque con nosotros numerosos pueblos y ciudades se unen al Señor formando una sola familia, un solo pueblo: el Pueblo de Dios, hijos de Dios e hijos de María para homenajear a su querida Madre.            Gracias a la misericordia de Dios que ha mirado la humillación de la humanidad y nos ha salvado dándonos a su Hijo Único Jesucristo, nacido de mujer: María Santísima.
          Queridos hermanos: La Palabra de Dios nos posibilita al mismo tiempo la meditación de los textos de este Domingo y la referencia a la Virgen del Carmen. Podemos descubrir en el texto profético la correspondencia con la figura de María y su respuesta fiel. Al igual que la lluvia y la nieve que empapan la tierra y la hacen geminar, la Nazarena escuchó la Palabra, que tomó carne en su seno y dio a luz un hijo, el Verbo hecho carne, como mejor respuesta de la tierra al don  del cielo. María fue la tierra buena y bendita que no dejó que se frustrara la esperanza divina. La parábola del sembrador es hoy para nosotros, junto al ejemplo de la Virgen del Carmen, una lección preciosa: Nuestro Dios mantiene un diálogo de amor y de vida con nosotros; diálogo que se realiza con palabras y hechos.
          Dios no es un ser estático, alejado de los asuntos humanos. Dios es amor y ello hace que esté en constante comunicación con nosotros. Nuestro Dios nos habla, es Palabra, un Dios vivo y nosotros hemos de responder con generosidad. Desde nuestra experiencia gozosa de creyentes, nosotros queremos ser tierra buena, queremos escuchar, comprender y vivir.
          Jesús, Palabra de Dios hecha carne, nos habla en Parábolas. Es una manera sencilla de explicar las cosas. De la Parábola del Sembrador resaltan tres lecciones o enseñanzas: 1ª.- Que las personas somos una tierra que necesitamos ser sembrada. Sin la semilla que nos llega de arriba, de Dios, somos incapaces de dar fruto. Si estamos convencidos de esta verdad, de la necesidad de Dios, nacerá en nosotros un deseo de apertura a Dios y a los hermanos. No somos autosuficientes, nos necesitamos los unos a los otros. Y, sobre todo, necesitamos a Dios.
          La semilla de la Palabra de Dios enriquece nuestra existencia. Al escucharla, bien en comunidad, bien a solas, o cuando los acontecimientos de la vida nos remiten al designio de Dios y nosotros sabemos leerlos…, entonces la tierra de nuestro corazón es de verdad fecunda…
          2ª.- Esta parábola nos inspira una gran confianza: Existe la semilla que necesitamos y existe el sembrador. Es el Señor que nos aporta la semilla, su Palabra. Se trata de una Palabra que tiene fuerza: “La Palabra que sale de mi boca, nos ha dicho Isaías, no volverá a mi vacía, sino que hará mi voluntad…” Por eso cantamos“tu Palabra me da vida…” Ello nos debe animar a todos, pero sobre todo a los que colaboramos con el Sembrador a sembrar, pues a veces nos desanimamos, nos cansamos cuando no vemos resultados, y decimos “No se puede hacer nada”.
          3ª.- Somos responsables de nuestra tierra. En tercer lugar la Parábola nos enseña que, a pesar de la constancia del Sembrador y a pesar de la fuerza de la semilla, nosotros podemos frustrar la cosecha. Pues el futuro de la de la semilla también depende de cómo hayamos dispuesto la tierra de nuestro corazón. Si tenemos el corazón duro como el camino y nos resistimos a acogerla, la semilla nos será quitada. Si somos terreno pedregoso, con algunos claros de tierra, pero con mucha piedra, nuestra fe y nuestra vida cristiana serán raquíticas. Quizás tengamos algunos momentos religiosos (entierro, boda, comunión…) Pero sólo será eso, un momento efímero; y las dificultades y la pruebas nos harán sucumbir.
          También puede sucederque nuestra tierra (nuestro corazón) esté lleno de zarzas; es decir, los afanes de la vida, la seducción de las riquezas… Entonces haremos un doble juego: Dios y los negocios sucios… Dios y el placer sin control… Dios y una vida egoísta. Entonces podrán los negocios sucios, el placer y el egoísmo… y ahogarán la semilla.
           Pero, atención: nuestro corazón también puede ser tierra buena y esponjosa. Podemos ser capaces de entender y acoger la Palabra de Dios, los valores de su Reino. Entonces la cosecha será abundante, generosa: del ciento por ciento, o del setenta o del treinta. Eso es lo que ansiamos nosotros, lo que necesita nuestro mundo y lo que desea también el Sembrador.
          La Eucaristía trabaja la tierra de nuestro ser. Dejémonos trabajar por Dios… Ya no seré yo, ni tu…será Cristo, Palabra hecha carne, quien viva en nosotros. 

sábado, 15 de julio de 2017

La Real Cofradía de Nuestra Señora del Carmen invita a todos sus hermanos, fieles y devotos a la:

*Salutación y oración a Nuestra Señora del Carmen*
que tendrá lugar hoy sábado 15 de Julio
 a las 00,00 Horas
en la Parroquia de San Pablo.
Acompañará con sus cantos
el Coro de la Humildad.

*Carmen: la Fe es nuestra fuerza*

Baeza y Julio de 2017

A.M.D.G. ET B.V.M.H.

viernes, 14 de julio de 2017

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,16-23):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Mirad que os mando como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero no os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Porque os aseguro que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco

Serán odiados: Jesús dice, entre otras cosas: "Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará" (Mt 10,22).

Estas palabras del Señor... nos hacen comprender que en las pruebas aceptadas a causa de la fe, la violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida.

Testimoniar a Jesús en la humildad, en el servicio silencioso, sin miedo a ir contracorriente y pagar en persona. Y, si no todos están llamados, como san Esteban, a derramar su propia sangre, a todo cristiano se le pide sin embargo que sea coherente, en cada circunstancia, con la fe que profesa.

Coherencia: Es la coherencia cristiana, es una gracia que debemos pedir al Señor: ser coherentes, vivir como cristianos. Y no decir soy cristiano y vivir como pagano. La coherencia es una gracia que hay que pedir hoy.

Seguir el Evangelio es ciertamente un camino exigente, pero bello, bellísimo, el que lo recorre con fidelidad y valentía recibe el don prometido por el Señor a los hombres y a las mujeres de buena voluntad...

Paz: Esta paz donada por Dios es capaz de apaciguar la conciencia de todos los que, a través de las pruebas de la vida, saben acoger la Palabra de Dios y se comprometen en observarla con perseverancia hasta el final.

Hoy, hermanos y hermanas, oremos, en particular, por cuantos son discriminados, perseguidos y asesinados por su testimonio de Cristo.

Recemos también para que, gracias al sacrificio de estos mártires de hoy, son tantos, tantísimos, se fortalezca en todo el mundo el compromiso para reconocer y asegurar concretamente la libertad religiosa, que es un derecho inalienable de toda persona humana. (Reflexión antes del rezo del Ángelus, 26 de diciembre de 2014)

 "El Reino de los cielos es para aquellos que ponen su confianza en el amor de Dios y no en las cosas materiales". Papa Francisco

jueves, 13 de julio de 2017

Evangelio de hoy
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (10,7-15):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «ld y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludad; si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo.»

Palabra del Señor
 Reflexión del Papa Francisco

La tarea que Jesús da a los discípulos es llevar la Buena Noticia. Mientras si un discípulo se queda detenido y no sale, no da a los demás lo que ha recibido en el Bautismo, no es un verdadero discípulo de Jesús, puesto que le falta el carácter misionero.

El recorrido del discípulo de Jesús es ir más allá para llevar esta buena noticia. Pero hay otro recorrido del discípulo de Jesús: el recorrido interior, el recorrido dentro de sí, el recorrido del discípulo que busca al Señor todos los días en la oración, en la meditación

Un discípulo que no sirve a los demás no es cristiano. El discípulo debe hacer lo que Jesús ha predicado en aquellas dos colonias del cristianismo: las Bienaventuranzas y después el protocolo sobre el cual nosotros seremos juzgados: Mateo 25

Si un discípulo no camina para servir no sirve para caminar. Si su vida no es para el servicio, no sirve para vivir como cristiano. Y allí se encuentra la tentación del egoísmo: Sí, yo soy cristiano, para mí estoy en paz, me confieso, voy a Misa, cumplo los mandamientos.

Pero el servicio a los demás: el servicio a Jesús en el enfermo, en el encarcelado, en el hambriento, en el desnudo. Lo que Jesús nos ha dicho que debemos hacer porque Él está allí. El servicio a Cristo en los demás.

Gratuitamente han recibido, gratuitamente den, es la admonición de Jesús. El camino del servicio es gratuito porque hemos recibido la salvación gratuitamente, pura gracia: ninguno de nosotros ha comprado la salvación, ninguno de nosotros la ha merecido.

Es triste cuando se encuentran a cristianos que se olvidan de esta Palabra de Jesús: Gratis lo han recibido, gratis denlo

Es triste cuando se encuentran comunidades cristianas, ya sean parroquias, congregaciones religiosas, diócesis, independientemente de las comunidades cristianas que sean, que se olvidan de la gratuidad, porque detrás de esto y debajo de esto está el engaño de presumir que la salvación viene de las riquezas, del poder humano.

Tres palabras: camino como un envío para anunciar. Servicio: la vida del cristiano no es para sí mismo, sino para los demás, como fue la vida de Jesús. Y tercera: gratuidad. Nuestra esperanza está en Jesucristo que nos envía así una esperanza que no decepciona jamás. (Homilía en Santa Marta, 11 de junio de 2015)

"Hay muchos indigentes en el mundo de hoy. ¿Me encierro en mis cosas, o estoy atento a quien necesita ayuda?". Papa Francisco

miércoles, 12 de julio de 2017


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,1-7):

En aquel tiempo, Jesús, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. Éstos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, el publicano; Santiago el Alfeo, y Tadeo; Simón el Celote, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: «No vayáis a tierra de gentiles, ni entréis en las ciudades de Samaria, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca.»

Palabra del Señor
 Reflexión del Papa Francisco

Después de la oración, Jesús elige a los doce Apóstoles. El Señor lo dice claramente:

"No han sido ustedes los que me han elegido a mí. Soy yo quien los ha elegido a ustedes".

Este segundo momento nos da coraje: "Yo soy elegido, yo soy una elección del Señor. En el día del Bautismo Él me ha elegido". Y Pablo, pensando en esto decía: "Él me eligió a mí, desde el seno de mi madre". Por tanto, nosotros los cristianos, hemos sido elegidos:

Estas son las cosas del amor. El amor no ve si uno tiene rostro feo o rostro bello: ama. Y Jesús hace lo mismo: ama y elige con amor. Y elige a todos. Él, en la lista, no tiene a nadie importante – entre comillas – según los criterios del mundo: es gente común.

Hay gente común. Pero que tienen una cosa, sí, hay que subrayarlo, que todos son pecadores. Jesús ha elegido a los pecadores. Elige a los pecadores. Y ésta es la acusación que le hacen los doctores de la ley, los escribas:

"Este va a comer con los pecadores, habla con las prostitutas..."

Jesús llama a todos ¿Recordamos la parábola de las bodas del hijo: cuando los invitados no fueron? ¿Qué hizo el dueño de casa? Envía a sus siervos: "Vayan y traigan a todos a casa! Buenos y malos", dice el Evangelio. Jesús ha elegido a todos.

Jesús cercano a la gente. Muchísimas personas van a escucharlo y a ser curados de sus enfermedades. Toda la muchedumbre trataba de tocarlo porque de Él salía una fuerza que curaba a todos.

Jesús está en medio de su pueblo. No es un profesor, un maestro, un místico que se aleja de la gente y habla desde la cátedra, desde allí. No, está en medio de la gente; se deja tocar; deja que la gente le pida. Así es Jesús: cercano a la gente.

Así es nuestro Maestro, así es nuestro Señor. Es uno que reza, uno que elige a la gente y uno que no tiene vergüenza de estar cerca de la gente. Y esto nos da confianza en Él.

Nos encomendamos a Él porque reza, porque nos ha elegido y porque está cerca de nosotros. (Homilía en Santa Marta, 09 de septiembre de 2014)
 "Los santos no son superhombres. Son personas que tienen el Amor de Dios en su corazón y comunican esta alegría a los demás". Papa Francisco

martes, 11 de julio de 2017


Evangelio según San Mateo 9,32-38
 "En aquel tiempo, en cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a Jesús a un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: "Jamás se vio nada igual en Israel". Pero los fariseos decían: "Él expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios". Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para su cosecha" Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco

En toda la Iglesia es el tiempo de la misericordia. ¿Qué significa misericordia para los curas? Misericordia: ni manga larga ni rigidez.

El tiempo de la misericordia fue una intuición de San Juan Pablo II, que beatificó y canonizó a Sor Faustina Kowalska e introdujo la fiesta de la Divina Misericordia.

Ante las experiencia dolorosas que no faltarán, aun al lado de nuevos progresos, "la luz de la Divina Misericordia, que el Señor ha querido casi volver a entregar al mundo a través del carisma de Sor Faustina, iluminará el camino de los hombres del tercer milenio", no lo olvidemos.

Hoy olvidamos todo con demasiada prisa, incluso el Magisterio de la Iglesia! En parte es inevitable, pero no podemos olvidar los grandes contenidos, intuiciones y consignas dejadas al Pueblo de Dios. Y la de la Divina Misericordia es una de ellas.

Nos corresponde a nosotros, como ministros de la Iglesia, mantener vivo este mensaje, sobre todo en la predicación y en los gestos, en los signos, en las opciones pastorales.

Por ejemplo, la opción de volver a dar prioridad al Sacramento de la Reconciliación, y al mismo tiempo, a las obras de misericordia.

Jesús tiene las entrañas de Dios. Está lleno de ternura hacia la gente, en especial hacia los excluidos, los pecadores, los enfermos de los que nadie cuida.

Los curas asépticos y de laboratorio no ayudan a la Iglesia. Iglesia, que es como un hospital de campaña, que debe curar las heridas.

Hay tanta gente herida, por problemas materiales, por escándalos, también en la Iglesia... Gente herida por ilusiones del mundo.

Ni el laxismo ni el rigorismo hacen crecer la santidad. Mientras que la misericordia acompaña el camino de la santidad y lo hace a través del sufrimiento pastoral, que es una forma de misericordia. Quiere decir, sufrir por y con las personas, como un padre y una madre sufren por sus hijos. (Mensaje en el encuentro de cuaresma con los párrocos, 06 de marzo de 2014)
"Nos cuesta un poco confesar nuestros pecados, pero nos da paz. Somos pecadores y tenemos necesidad del perdón de Dios". Papa Francisco

lunes, 10 de julio de 2017

MISA Y PROCESIÓN EN HONOR DE SAN CRISTÓBAL





 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,18-26):

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló ante él y le dijo: «Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá.»
Jesús lo siguió con sus discípulos. Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que con sólo tocarle el manto se curaría.
Jesús se volvió y, al verla, le dijo: «¡Animo, hija! Tu fe te ha curado.»
Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo: «¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida.»
Se reían de él. Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se puso en pie. La noticia se divulgó por toda aquella comarca.

Palabra del Señor
 Reflexión del Papa Francisco

Nuestra fe puede todo. Es victoria. Y esto sería bello que lo repitiéramos, también a nosotros, porque tantas veces somos cristianos derrotados.

Jesús ha alabado mucho la fe de la hemorroísa, de la cananea o del ciego de nacimiento y decía que quien tiene fe como una semilla de mostaza puede mover montañas.

Esta fe nos pide a nosotros dos actitudes: confesar y encomendarnos.

Confesar.

La fe es confesar a Dios, pero al Dios que se ha revelado a nosotros, desde el tiempo de nuestros padres hasta ahora; al Dios de la historia. Y esto es lo que todos los días rezamos en el Credo.

Y una cosa es rezar el Credo desde el corazón y otra como papagayos, ¿no? Creo, creo en Dios, creo en Jesucristo, creo… ¿Yo creo en lo que digo?

Esta confesión de fe ¿es verdadera o yo la digo un poco de memoria, porque se debe decir? ¿O creo a medias? Confesar la fe. Toda, no una parte. Toda...

Nosotros sabemos cómo pedir a Dios, cómo agradecer a Dios, pero adorar a Dios, adorar a Dios es algo más. Sólo quien tiene esta fe fuerte es capaz de la adoración...

Encomendarse.

El hombre o la mujer que tiene fe se encomienda a Dios: ¡se encomienda! Pablo, en un momento oscuro de su vida, decía: "Yo sé bien a quién me he encomendado". A Dios. Al Señor Jesús. Encomendarse: y esto nos lleva a la esperanza.

Así como la confesión de la fe nos lleva a la adoración y a la alabanza de Dios, el encomendarse a Dios nos lleva a una actitud de esperanza.

Hay tantos cristianos con una esperanza con demasiada agua, no fuerte: una esperanza débil. ¿Por qué? Porque no tienen la fuerza y el coraje de encomendarse al Señor.

Pero si nosotros los cristianos creemos confesando la fe, y también custodiando la fe, y encomendándonos a Dios, al Señor, seremos cristianos vencedores. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. (Homilía en Santa Marta, 10 de enero de 2014)
 "Jesús ha conservado sus llagas para hacernos ver su misericordia. Ésta es nuestra fuerza y nuestra esperanza". Papa Francisco

domingo, 9 de julio de 2017

REFLEXIÓN DE DON MANUEL

DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A
     Queridos hermanos hemos pedido a Dios que nos dé una alegría santa y que podamos disfrutar de los gozos del cielo. Alegría para esta vida y gozos eternos.
     Petición que enlaza con nuestras aspiraciones y deseos más espontáneos y permanentes. Y en esa misma dirección  van las lecturas de la palabra de Dios proclamadas.
     El profeta Zacarías anuncia la llegada de un rey humilde y sencillo que destruye los poderes de la soberbia y de la maldad; y que es motivo de júbilo: ¡Alégrate, Hija de Sión!Ese rey será Cristo.
     Esta escena nos recuerda la imagen de Jesús que entra en Jerusalén, humildemente montado en un asno, que llenaba de júbilo y alegría a su pueblo que lo aclamaba¡Bendito el que viene…!
     Ese Jesús bueno y salvador nos ha llevado también a nosotros a confesar con nuestros labios y corazón “El Señor es clemente y misericordioso…, el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas”.
     Y en el Evangelio, el Señor aparecía contento, exultante, invitándonos al reposo, la paz y el descanso que anhelamos:“Venid a mí los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré…, encontraréis vuestro descanso”.
     Es el retrato de Cristo Jesús anticipando lo que fue durante toda su vida: bondadoso y amable...sobre todo, con los débiles, con los pecadores, con los enfermos, con los despreciados de la sociedad, con los que andaban por
la vida, “cansados” y “agobiados”.  Jesús es como su Padre Dios, que le ha enviado: amor.
     La Palabra de Dios de hoy es, pues, una invitación a la confianza y a la afirmación de la bondad de Dios. Vale la pena que nos dejemos envolver por esta “Buena noticia” de un Dios que es amor y que es nuestro Padre.
     Son los sencillos los que entienden y acogen a Dios. Así nos lo muestra repetidamente la Biblia. Las cosas principales permanecen a menudo escondidas para “los sabios y entendidos”, para los que creen saberlo todo y se fían solo de sí mismos, mientras que personas sencillas, que tienen un corazón sin demasiadas complicaciones, son las que captan las cosas de Dios y se dejan llenar por su felicidad.
     Así lo observamos al nacer Jesús, María y José; los pastores, los magos, los ancianos Simeón y Ana…, mientras que los poderosos de Jerusalén
     A lo largo de su vida pública, las buenas gentes… supieron reconocer a Jesús como el Profeta de Dios… mientras los letrados y los fariseos buscaban mil excusas para no creer.
     Todo ello nos sugiere unas preguntas:¿Somos sencillos de corazón?, ¿sabemos admirar la bondad de Dios? o ¿somos tan retorcidos o tan llenos de nosotros mismos que no prestamos oídos a la Palabra de Dios, ni creemos necesitar la salvación de Dios?
     Debemos hacernos como los niños, con ojos, con mirada y corazón de niños, como nos indico el Maestro.