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jueves, 30 de junio de 2016

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,1-8):

En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados.»
Algunos de los escribas se dijeron: «Éste blasfema.»
Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: «¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están perdonados", o decir: "Levántate y anda"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados.»
Dijo, dirigiéndose al paralítico: «Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa."» Se puso en pie, y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.

Palabra del Señor

miércoles, 29 de junio de 2016

Lecturas de hoy San Pedro y san Pablo, apóstoles

 Hoy, miércoles, 29 de junio de 2016
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (12,1-11):

En aquellos días, el rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la Iglesia. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, decidió detener a Pedro. Era la semana de Pascua. Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel, encargando su custodia a cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno; tenía intención de presentarlo al pueblo pasadas las fiestas de Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él.
La noche antes de que lo sacara Herodes, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel. De repente, se presentó el ángel del Señor y se iluminó la celda.
Tocó a Pedro en el hombro, lo despertó y le dijo: «Date prisa, levántate.»
Las cadenas se le cayeron de las manos y el ángel añadió: «Ponte el cinturón y las sandalias.»
Obedeció y el ángel le dijo: «Échate el manto y sígueme.»
Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no realidad. Atravesaron la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la calle, y se abrió solo. Salieron, y al final de la calle se marchó el ángel.
Pedro recapacitó y dijo: «Pues era verdad: el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de la expectación de los judíos.»

Palabra de Dios
Salmo
Sal 33,2-3.4-5.6-7.8-9

R/. El Señor me libró de todas mis ansias

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias. R/.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,6-8.17-18):

Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida. El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios

NUEVA JUNTA DE GOBIERNO DE LA AGRUPACIÓN ARCIPRESTAL DE COFRADIAS


martes, 28 de junio de 2016


Del Santo Evangelio según San Mateo 8,23-27

¡No tengan miedo!: "En aquel tiempo, Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía. Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: "¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!" Él les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?" Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma. Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?" Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

Cuando hay una gran agitación en el mar, el barco se cubría por las olas «¡Sálvanos, Señor, que estamos perdidos!», dicen. ¡El miedo! Incluso aquella es una tentación del diablo: tener miedo de avanzar en el camino del Señor.

Hay una tentación que dice que es "mejor quedarse aquí", donde estoy seguro. Pero esto es el Egipto de la esclavitud!. Tengo miedo de seguir adelante, tengo miedo de hacia donde me llevará el Señor.

El temor, sin embargo, no es un buen consejero. Jesús muchas veces, ha dicho: «¡No tengan miedo!». El miedo no nos ayuda.

Cuando Jesús trae la calma al agitado mar, los discípulos en la barca se llenaron de temor. Siempre, ante el pecado, delante de la nostalgia, ante el temor, debemos volver al Señor.

Mirar al Señor, contemplar al Señor. Esto nos da estupor, tan hermoso, por un nuevo encuentro con el Señor. «Señor, tengo esta tentación: quiero quedarme en esta situación de pecado; Señor, tengo la curiosidad de saber cómo son estas cosas; Señor, tengo miedo». Y ellos vieron al Señor: «¡Sálvanos, Señor, estamos perdidos!» Y llegó la sorpresa del nuevo encuentro con Jesús.

No somos ingenuos ni cristianos tibios, somos valientes, valerosos. Somos débiles, pero hay que ser valientes en nuestra debilidad. Y nuestro valor muchas veces debe expresarse en una fuga y no mirar hacia atrás, para no caer en la mala nostalgia. ¡No tener miedo y mirar siempre al Señor!". (Homilía en Santa Marta, 02 de julio de 2013)

domingo, 26 de junio de 2016


San pablo

Celebra a su titular:

Día 29 misa  a las 20 h. Después, invitación.

REFLEXIÓN DE DON MANUEL PARA HOY

DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO “C

         Queridos hermanos, continuamos celebrando el tiempo ordinario. Es un tiempo de “catequesis litúrgica”, de celebración reposada del misterio de la salvación y de renovación de nuestra fidelidad y seguimiento al Señor.

         Hoy contemplamos a Jesús que, consciente de su misión, decide ir a Jerusalén a cumplir la voluntad del Padre. Jesús decide iniciar su último camino, el que le llevará a su entrega total.

         Imaginémonos a Jesús caminando con paso decidido, seguido de sus discípulos. Pongámonos también nosotros entre los que le siguen.

         Camina rápido. Nosotros le seguimos. Y durante el camino hay uno que buenamente puedes ser tú, que le dice: “Señor, te seguiré” Y Jesús le responde: “Las zorras tienen madriguera y los pájaros nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza”

         Nosotros también lo hemos oído. No podemos seguir a Jesús cargados... maletas..., porque seguir a Jesús no es ir de vacaciones o una distracción... Su carga es ligera.

Recordemos que todos somos peregrinos de la vida. Si obedecemos a la llamada de Dios como Jesús, seremos bien acogidos, y nuestra herencia será el Señor.

         Más allá en el camino encuentra a otro y le invita a seguirle: “Sígueme” Pero no tiene el espíritu totalmente libre para hacerlo. No sigue el camino, porque el camino es RENUNCIAR. Y hay cosas a las que resulta demasiado difícil renunciar.

         Y un tercer personaje le dice él mismo: “Te seguiré, Señor”. Sin embargo, qué lástima que ponga condiciones en el seguimiento del maestro. Y es que no basta con la buena intención; hay que poner hechos.

          A menudo nos encontramos atados con lazos casi imperceptibles, pero reales. De esta manera se adormece el gusto y el ánimo para el seguimiento de Jesús.

         Seguir a Jesús no deja de ser un estilo de vida. Un seguimiento que reclama ligereza de equipaje y de espíritu; es decir, ser libres: “Andad según el Espíritu”. Sólo con el contacto íntimo del maestro volveremos a conquistar el gusto  para seguir a Jesús.

         Así pues, Jesús hoy nos invita a seguirle, con la intención de ser elevados al cielo, a la felicidad, a la plenitud. Contemplemos a Jesús, poco a poco entenderemos y seremos capaces de llevar a cabo nuevos caminos que el Espíritu nos irá mostrando.

         En cualquier recodo de nuestra vida encontraremos un momento, un dulce momento, en que Jesús nos dará su pan. Lo comeremos y comprenderemos que la Eucaristía es comida de peregrinos. Es el pan de Jesús. Y progresivamente iremos dejando otros alimentos que nuestra calculada provisión había hecho.

         ¿Sabremos seguir nuestro camino?

         ¿Seguiremos a Jesús? Sólo tú eres el camino que lleva a la vida por la verdad.
Del santo Evangelio según San Lucas 9,51-62

Seguir al Señor no es fácil, pero lo vale todo: "Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: "Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?". Pero él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo. Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: "¡Te seguiré adonde vayas!". Jesús le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". Y dijo a otro: "Sígueme". El respondió: "Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre". Pero Jesús le respondió: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios". Otro le dijo: "Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos". Jesús le respondió: "El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios" Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco

Jesús tomó la firme decisión de caminar a Jerusalén... Jerusalén es la meta final, donde Jesús, en su última Pascua, debe morir y resucitar, y así llevar a cumplimiento su misión de salvación. Desde ese momento, después de esa firme decisión, Jesús se dirige a la meta, y también a las personas que encuentra y que le piden seguirle les dice claramente cuáles son las condiciones: no tener una morada estable; saberse desprender de los afectos humanos; no ceder a la nostalgia del pasado.

Pero Jesús dice también a sus discípulos, encargados de precederle en el camino hacia Jerusalén para anunciar su paso, que no impongan nada: si no hallan disponibilidad para acogerle, que se prosiga, que se vaya adelante. Jesús no impone nunca, Jesús es humilde, Jesús invita. Si quieres, ven. La humildad de Jesús es así. Él invita siempre, no impone.

Todo esto nos hace pensar. Nos dice, por ejemplo, la importancia que, también para Jesús, tuvo la conciencia: escuchar en su corazón la voz del Padre y seguirla. Jesús, en su existencia terrena, no estaba, por así decirlo, telemandado: era el Verbo encarnado, el Hijo de Dios hecho hombre, y en cierto momento tomó la firme decisión de subir a Jerusalén por última vez; una decisión tomada en su conciencia, pero no solo: ¡junto al Padre, en plena unión con Él! Decidió en obediencia al Padre, en escucha profunda, íntima, de su voluntad. Y por esto la decisión era firme, porque estaba tomada junto al Padre. Y en el Padre Jesús encontraba la fuerza y la luz para su camino. Y Jesús era libre; en aquella decisión era libre.

Jesús nos quiere a los cristianos libres como Él, con esa libertad que viene de este diálogo con el Padre, de este diálogo con Dios. Jesús no quiere ni cristianos egoístas, que siguen el propio yo, no hablan con Dios, ni cristianos débiles, cristianos que no tienen voluntad, cristianos telemandados, incapaces de creatividad, que buscan siempre conectarse a la voluntad de otro y no son libres.

Jesús nos quiere libres, ¿y esta libertad dónde se hace? Se hace en el diálogo con Dios en la propia conciencia. Si un cristiano no sabe hablar con Dios, no sabe oír a Dios en la propia conciencia, no es libre, no es libre. (Reflexión antes del rezo del ángelus, 30 de junio de 2013)

sábado, 25 de junio de 2016

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,5-17):

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.»
Jesús le contestó: «Voy yo a curarlo.»
Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy quién soy yo para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace.»
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; en cambio, a los ciudadanos del reino los echarán fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
Y al centurión le dijo: «Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído.» Y en aquel momento se puso bueno el criado.
Al llegar Jesús a casa de Pedro, encontró a la suegra en cama con fiebre; la cogió de la mano, y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles. Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él, con su palabra, expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: «Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades.»

Palabra del Señor

viernes, 24 de junio de 2016

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,57-66.80):

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre.
La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan.»
Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así.»
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.

Palabra del Señor

UN PETICIÓN DESDE ARGENTINA

Queridos hermanos: Soy un feligrés,residente en Buenos Aires, de 54 años., de la familia agustino recoleta.  Hemipléjico motriz tras sufrir un ictus, en marzo de 2010. Oro al Señor, por salud, por intercesión de Sor Mónica, y me gustaría contar con la feliz compañía de vuestras plegarias.
Muchas gracias, desde ya.
Un fraterno abrazo en +Jesús,
Javier Artigues Rodríguez.
Maipú 26, planta baja "i".
1084 Buenos Aires, Argentina.

miércoles, 22 de junio de 2016

Lunes, miercoles, jueves y sabados de 12 a 1 de la mañana
Viernes de 4 a 7 de la tarde
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,15-20):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidado con los falsos profetas; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.»

Palabra del Señor

martes, 21 de junio de 2016

Del Santo Evangelio según San Mateo 7,6.12-14

"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No den a los perros las cosas santas ni echen sus perlas a los cerdos, no sean que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen. Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resume la ley y los profetas. Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él. Pero ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida, y que pocos son los que lo encuentran" Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

Qué quiere decir Jesús? ¿Cuál es la puerta por la que debemos entrar? ¿Y por qué Jesús habla de una puerta estrecha?

La imagen de la puerta vuelve varias veces en el Evangelio y se remonta a la de la casa, a la del hogar doméstico, donde encontramos seguridad, amor y calor. Jesús nos dice que hay una puerta que nos hace entrar en la familia de Dios, en el calor de la casa de Dios, de la comunión con Él. Y esa puerta es el mismo Jesús (Cfr. Jn 10, 9). Él es la puerta. Él es el pasaje para la salvación. Él nos conduce al Padre. Y la puerta que es Jesús jamás está cerrada, esta puerta jamás está cerrada. Está abierta siempre y a todos sin distinción, sin exclusiones, sin privilegios.

Porque saben, Jesús no excluye a nadie. Alguno de ustedes quizá podrá decirme, pero Padre, yo estoy excluido, porque soy un gran pecador. He hecho cosas feas. He hecho tantas en la vida. No, no estás excluido. Precisamente por esto eres el preferido. Porque Jesús prefiere al pecador. Siempre, para perdonarlo, para amarlo. Jesús te está esperando para abrazarte, para perdonarte. No tengas miedo. Él te espera. Anímate, ten coraje para entrar por su puerta.

Todos somos invitamos a pasar esta puerta, a atravesar la puerta de la fe, a entrar en su vida, y a hacerlo entrar en nuestra vida, para que Él la transforme, la renueve, le de alegría plena y duradera.

En la actualidad pasamos ante tantas puertas que invitan a entrar prometiendo una felicidad que después, nos damos cuenta de que duran un instante. Que se agota en sí misma y que no tiene futuro. Pero yo les pregunto: ¿Por cuál puerta queremos entrar? Y ¿a quién queremos hacer entrar por la puerta de nuestra vida?

Quisiera decir con fuerza: no tengamos miedo de atravesar la puerta de la fe en Jesús, de dejarlo entrar cada vez más en nuestra vida, de salir de nuestros egoísmos, de nuestras cerrazones, de nuestras indiferencias hacia los demás.
Porque Jesús ilumina nuestra vida con una luz que no se apaga jamás.

A la Virgen María, Puerta del Cielo, le pedimos que nos ayude a pasar la puerta de la fe, a dejar que su Hijo transforme nuestra existencia como ha transformado la suya para llevar a todos la alegría del Evangelio (Homilía en Santa Marta, 25 de agosto de 2013)

lunes, 20 de junio de 2016

ASAMBLEA GENERAL DE

               CARITAS DE SAN PABLO
 
 
              Mi querido(a) hermano(a) socio colaborador de Caritas parroquial de San Pablo: Te deseo paz y bien.
              Estamos al final del curso y como en todos los campos de la actividad humana, solemos hacer balance de cómo ha trascurrido nuestra actividad.
 
              Con este motivo quiero invitarte a la Asamblea Parroquial de Caritas que celebraremos el PRÓXIMO JUEVES, día 23 de Junio, a las 18,30 horas y con el siguiente orden del día:
 
  -  18,30 H. Breve oración del Grupo de Caritas.
 
-         Entrega de un tríptico con las actividades realizadas en el curso.
 
-        Palabras del Párroco sobre la identidad y el quehacer de Caritas.
 
-        Estado de cuentas: ingresos y gastos.
 
-        Propuestas para el futuro por la Directora de Caritas parroquial.
 
-        20,00 H. Misa de acción de gracias y por los voluntarios y colaboradores de Caritas.
 
   Baeza a 19 de Junio de 2.016.  El Párroco, Manuel

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,1-5):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.»

Palabra del Señor

domingo, 19 de junio de 2016


LEOCADIO VIEDMA, NUESTRO PAISANO, ORDENADO DIÁCONO EN LA CATEDRAL DE LA ALMUDENA DE MADRID


NUESTRO PARROCO EN LA FIESTA DE LA ESPIGA EN MONTE LOPE ÁLVAREZ


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,18-24):

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»
Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.»

Palabra del Señor

REFLEXIÓN DE DON MANUEL PARA EL DÍA DE HOY

DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO “C”

         Queridos hermanos: El Evangelio de San Lucas nos va aclarando paso a paso el camino de la fe y del seguimiento de la persona de Cristo.

         El encuentro de Jesús cambiaba la vida de las personas con las que se encuentra. Así el Domingo pasado la mujer pecadora en casa de Simón... Y la reacción de muchos era: “Dios ha visitado a su pueblo”.

         Sin embargo en dichos encuentros no se explicita la fe en Jesús, no sabemos si tuvieron continuación. Queda una intuición de que en Él hay algo de Dios, un profeta, un hombre de Dios, un hombre maravilloso, pero poco más.
 
         Hoy también ocurre a bastantes hombres y mujeres de nuestra sociedad, incluso bautizados: Admiran, valoran a Jesús de Nazaret: Un gran personaje histórico, una persona de grandes valores, un líder revolucionario, un hombre de Dios, alguien o algo maravilloso, pero se quedan en el umbral de la fe explícita y del seguimiento propio del discípulo.

         Sin embargo, Jesús tiene ganas de llegar al fondo con sus amigos más cercanos y nos pregunta: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” ¿Quién es Jesús para ti? Y no vale repetir expresiones intelectuales o ideas aprendidas... La pregunta quiere ir más al fondo, quiere ir a aquella sabiduría que pasa por la experiencia del corazón, que afecta a la vida, a los sentimientos, a las ideas, a las obras. A Jesús le interesa saber tu opinión, tu respuesta...

         Pedro y los discípulos se habían encontrado con Jesús, se habían sentido conmovidos por sus palabras y por sus obras. Le iban siguiendo, conociendo y amando hasta que llega este momento: Que no sólo con admiración y conmoción, sino con fe, responden: El Mesías de Dios, el Cristo de Dios. Fue una respuesta excelente, una verdadera profesión de fe.
 
         Nosotros también llamamos a Jesús “El Cristo”, el Hijo de Dios”... palabras que resumen, significan y expresan nuestra fe. Pero esa fe no sólo es admirar y valorar las palabras y obras de Jesús sino, sobre todo, su persona como mi Dios y Señor, como mi mejor amigo, el que me comprende, que me libra del mal y del egoísmo, el que me ama más que nadie; el guía, norma y criterio de mi vida. 

         La fe es también seguimiento. Pero hay otro paso más en el camino de la fe: Querer vivir como discípulos suyos, seguir su mismo camino, compartir sus mismos sentimientos y vivencias. Nuestra fe en Jesús nos llevará a asumir las dificultades de la vida con los mismos sentimientos y actitudes de Jesús. Nos llevará a confiar en Él cuando nos toque llevar la cruz.

         Una cruz liberadora. Pues Cristo la transformó de un instrumento de tortura y dolor pasó a ser la expresión del amor más autentico, el medio por el que recibimos la salvación.

         Nuestra cruz hoy es el esfuerzo y la incomodidad de negar nuestro egoísmo y orgullo, es la dificultad de soportar las propias limitaciones y dolores en la vida y a ofrecerlas por amor. Una cruz que nos lleva a dar la vida, estemos donde estemos, a gastar la vida por Dios y por los demás. Y este darse no es pérdida, sino ganancia.

         Gocemos de nuevo la Eucaristía, el encuentro con Jesús que nos haga comprender lo que Jesús hizo por nosotros y que sintiendo su amistad no dudemos en hacer como Él

sábado, 18 de junio de 2016


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,24-34):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.»

Palabra del Señor

viernes, 17 de junio de 2016

MUJERES HORQUILLERAS DE LA VIRGEN DEL ALCÁZAR

COMUNICADO:

Se comunica a todas las mujeres que estén interesadas que está abierta la lista de horquilleras para portar a nuestra Patrona, la virgen del Alcázar, el 15 de agosto, día de su procesión. El vestuario requerido y acordado por la Junta de Gobierno será en consonancia con el del cuerpo de horquilleros, esto es, pantalón negro, camisa blanca, chaqueta negra y zapato plano negro. Todas las que quieran formar parte y formar este grupo sólo tienen que ponerse en contacto con Rosa a través del 627275865. Gracias y esperemos poder cumplir el sueño de portarla sobre nuestros hombros.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,19-23):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!»

Palabra del Señor

jueves, 16 de junio de 2016


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,7-15):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que lo pidáis. Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno." Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.»

Palabra del Señor

miércoles, 15 de junio de 2016

Del Santo Evangelio según San Mateo 6,1-6.16-18

Ayuno, oración y limosna: armas del cristiano: "En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial. Por tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. En cambio, cuando tú des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes hagan oración; no sean como los hipócritas a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que ahí en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estas ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará". Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

En el pasaje de Mateo, Jesús relee las tres obras de piedad previstas en la ley mosaica: la limosna, la oración y el ayuno. Y distingue el hecho externo del hecho interno, de ese llanto del corazón.



A lo largo del tiempo estas prescripciones habían sido corroídas por la herrumbre del formalismo exterior o, incluso, se habían transformado en un signo de superioridad social.

Jesús pone de relieve una tentación común en estas tres obras, que se puede resumir precisamente en la hipocresía (la nombra tres veces):

"Cuiden de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos… Cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante como hacen los hipócritas… Cuando recen, no sean como los hipócritas a quienes les gusta rezar de pie para que los vea la gente… Y cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas".

Sepan, hermanos, que los hipócritas no saben llorar, se han olvidado de cómo se llora, no piden el don de lágrimas.

Cuando se hace algo bueno, casi instintivamente nace en nosotros el deseo de ser estimados y admirados por esta buena acción, para tener una satisfacción. Jesús nos invita a hacer estas obras sin ninguna ostentación, y a confiar únicamente en la recompensa del Padre que ve en lo secreto. (Homilía en Santa Marta, 23 de febrero de 2014)

lunes, 13 de junio de 2016

Del Santo Evangelio según San Mateo 5,38-42

No pagar mal por mal: "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Discípulos: Ustedes han oído que se dijo: «Ojo por ojo y diente por diente». Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado" Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

Nosotros presumimos que somos justos, y juzgamos a los demás. Juzgamos también a Dios, porque pensamos que debería castigar a los pecadores, condenarlos a muerte, en lugar de perdonar. ¡Entonces sí que corremos el riesgo de permanecer fuera de la casa del Padre! Como ese hermano mayor de la parábola, que en lugar de estar contento porque su hermano ha vuelto, se enoja con el padre que lo ha recibido y hace fiesta.



Si en nuestro corazón no hay misericordia, la alegría del perdón, no estamos en comunión con Dios, incluso si observamos todos los preceptos, porque es el amor el que salva, no la sola práctica de los preceptos.

Es el amor por Dios y por el prójimo lo que da cumplimiento a todos los mandamientos. Y esto es el amor de Dios, su alegría, perdonar. Nos espera siempre. Quizá alguien tiene en su corazón algo grave, pero he hecho esto, he hecho aquello, Él te espera, Él es Padre. Siempre nos espera.

Si nosotros vivimos según la ley del «ojo por ojo, diente por diente», jamás salimos de la espiral del mal. El Maligno es astuto, y nos hace creer que con nuestra justicia humana podemos salvarnos y salvar al mundo. En realidad, ¡sólo la justicia de Dios nos puede salvar! Y la justicia de Dios se ha revelado en la Cruz: la Cruz es el juicio de Dios sobre todos nosotros y sobre este mundo.

¿Cómo nos juzga Dios? ¡Dando la vida por nosotros! He aquí el acto supremo de justicia que ha vencido de una vez para siempre al Príncipe de este mundo; y este acto supremo de justicia es precisamente también el acto supremo de misericordia. Jesús nos llama a todos a seguir este camino: "Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso" (Lc 6, 36).

Yo les pido una cosa ahora. En silencio, todos, pensemos, cada uno piense, en una persona con la que no estamos bien, con la cual estamos enojados y que no la queremos. Pensemos en esa persona y en silencio en este momento oremos por esta persona. Y seamos misericordiosos con esta persona. ( Homilía en Santa Marta, 15 de septiembre de 2014)

domingo, 12 de junio de 2016

REFLEXIÓN DE DON MANUEL


DOMINGO UNDECIMO DEL TIEMPO ORDINARIO “C”

     Queridos hermanos: Hace unos días tuvimos la experiencia de disfrutar de la presencia del Hijo de Dios que se quedaba con nosotros para siempre en una comida, en la última cena. La experiencia fue tan maravillosa que le adoramos, le bendecimos y con las mejores galas de la ciudad le cantábamos como el  Amor de los Amores.

     Hoy también se nos presenta a Jesús a la mesa en casa de un fariseo, llamado Simón. Para Jesús las comidas eran momentos no sólo de hermandad (amistad), sino también de revelación de los planes de Dios (de lo que Dios desea.)

     Para entender bien la narración y las actitudes de Simón (fariseo) y de la mujer pecadora, debemos remontarnos a un hecho anterior.  Ambos habían escuchado horas antes a Jesús anunciando el Evangelio, su Buena Noticia. El fariseo se siente interesado e invita a Jesús a comer a su casa, pero mantiene ciertas distancias; no quiere comprometerse demasiado con aquel predicador-profeta; le invita a comer, pero no le tributa las cortesías habituales, que honraban al invitado.

     La mujer, en cambio, al escuchar la Palabra de Jesús se ha conmovido; ha visto que se abría para ella una esperanza de vida distinta: HA CREIDO. Ha creído que, a pesar de su tipo de vida, el amor de Dios que Jesús le mostraba era más fuerte que todo su pecado y que podía ser perdonada.

     Había sabido captar hasta el fondo el amor de Dios: Se ha sentido conocida, valorada, amada, perdonada, estimada… Había sabido captar hasta el fondo el anuncio de la Buena Nueva de Salvación que Jesús hacía y ofrecía.

       El fariseo se siente interesado por Jesús. La pecadora se siente CAMBIADA POR JESÚS. Por eso corre hacia Él y manifiesta su alegría; sus lágrimas más que de arrepentimiento, son lágrimas de alegría, porque aquella mujer que tenía mucho amor, por fin ha encontrado el amor con mayúscula que anhelaba. Por eso, llora de alegría y hace lo que sabe: besar y perfumar a quien es para ella el Profeta que le ha abierto la puerta y el camino de la salvación y de la paz. Y así lo dice Jesús como conclusión: “Tu fe te ha salvado, vete en paz”.

     El fariseo (Simón) duda de que Jesús sea un Profeta de Dios, porque se deja besar por una mujer pecadora. Se queda a medio camino en su encuentro con el Señor. La mujer se abre al encuentro con el Señor y ese encuentro  la cambia, la salva, la hace feliz.

     CONCLUSIÓN: Ser cristiano es haberse encontrado personalmente, profundamente con Jesús, nuestro Señor. No sólo más  menos interesados por la persona y la palabra de Jesús (fariseo), sino de algún modo, cambiados, transformados por nuestro encuentro con la persona y la palabra de Jesús.

     La Eucaristía es la expresión perfecta de esta Evangelio: Primero escuchamos su Palabra, después  comemos su Cuerpo, intimamos con Él y salimos transformados, diciendo “Ya nos soy yo, es Cristo quien vive en mí”. Y al final Él nos dice: “Vete en paz”.

PERDÓN-ALEGRIA

https://youtu.be/Lhz9Q-PhTB4
Del Santo Evangelio según San Lucas 7,36-50.8,1-3

La pecadora perdonada: En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa. Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: "Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!" Pero Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte". "Di, Maestro", respondió él. "Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos lo amará más?" Simón contestó: "Pienso que aquel a quien perdonó más". Jesús le dijo: "Has juzgado bien". Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies. Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor". Después dijo a la mujer: "Tus pecados te son perdonados". Los invitados pensaron: "¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?" Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz. Después, Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes" Palabra del Señor

sábado, 11 de junio de 2016

El Vicario General del Obispado de Jaén, Don Francisco Juan Martinez Rojas y los padres trinitarios de la Basílica Santuario de la Virgen de la Cabeza acompañaran esta tarde a las 20:00 horas en la Santa Misa que se celebrara en la Parroquia de  San Pablo y Posterior traslado de las imágenes de la Virgen Peregrina de la Cabeza, Virgen de la Cabeza de Baeza y Niño Jesús al Convento de San Antonio.
Quedan todos invitados a compartir con nosotros este día tan importante para la Cofradía de la Virgen de la Cabeza y Niño Jesús. Gracias.
Del Santo Evangelio según San Mateo 10,7-13

La misión y poder de los doce Apóstoles: "Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento. Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes". Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

La tarea que Jesús da a los discípulos es llevar la Buena Noticia. Mientras si un discípulo se queda detenido y no sale, no da a los demás lo que ha recibido en el Bautismo, no es un verdadero discípulo de Jesús, puesto que le falta el carácter misionero.

El recorrido del discípulo de Jesús es ir más allá para llevar esta buena noticia. Pero hay otro recorrido del discípulo de Jesús: el recorrido interior, el recorrido dentro de sí, el recorrido del discípulo que busca al Señor todos los días en la oración, en la meditación

Un discípulo que no sirve a los demás no es cristiano. El discípulo debe hacer lo que Jesús ha predicado en aquellas dos colonias del cristianismo: las Bienaventuranzas y después el «protocolo» sobre el cual nosotros seremos juzgados: "Mateo 25".

Si un discípulo no camina para servir no sirve para caminar. Si su vida no es para el servicio, no sirve para vivir como cristiano. Y allí se encuentra la tentación del egoísmo: «Sí, yo soy cristiano, para mí estoy en paz, me confieso, voy a Misa, cumplo los mandamientos». ¡Pero el servicio! A los demás: el servicio a Jesús en el enfermo, en el encarcelado, en el hambriento, en el desnudo. ¡Lo que Jesús nos ha dicho que debemos hacer porque Él está allí! El servicio a Cristo en los demás.

Gratuitamente han recibido, gratuitamente den, es la admonición de Jesús. El camino del servicio es gratuito porque hemos recibido la salvación gratuitamente, pura gracia: ninguno de nosotros ha comprado la salvación, ninguno de nosotros la ha merecido.

Es triste cuando se encuentran a cristianos que se olvidan de esta Palabra de Jesús: «Gratis lo han recibido, gratis denlo». Es triste cuando se encuentran comunidades cristianas, ya sean parroquias, congregaciones religiosas, diócesis, independientemente de las comunidades cristianas que sean, que se olvidan de la gratuidad, porque detrás de esto y debajo de esto está el engaño (de presumir) que la salvación viene de las riquezas, del poder humano.

Tres palabras: camino como un envío para anunciar. Servicio: la vida del cristiano no es para sí mismo, sino para los demás, como fue la vida de Jesús. Y tercera: gratuidad. Nuestra esperanza está en Jesucristo que nos envía así una esperanza que no decepciona jamás. (Homilía en Santa Marta, 11 de junio de 2015)

jueves, 9 de junio de 2016



Del Santo Evangelio según San Mateo 5,20-26

Primero es la reconciliación: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el Reino de los cielos. Han oído que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mataré será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado al fuego del lugar de castigo. Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último centavo." Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

Yo no puedo decir: "Pero, no, yo cumplo los tres primeros mandamientos… y los otros más o menos". No, si tú no haces estos, eso no puedes hacerlo y si tú haces estos, debes hacer esto. Están unidos: el amor a Dios y el amor al prójimo son una unidad y si tú quieres hacer penitencia, real no formal, debes hacerla ante Dios y también con tu hermano, con el prójimo.



Se puede tener tanta fe ero, como dice el Apóstol Santiago, si no haces obras está muerta, para qué sirve. De este modo, a quien va a Misa todos los domingos y toma la comunión, se le puede preguntar: "¿Y cómo es tu relación con tus empleados? ¿Les pagas en negro? ¿Les pagas el salario justo? ¿También depositas las contribuciones para la jubilación y para el seguro sanitario?"

Cuántos, cuántos hombres y mujeres de fe, tienen fe pero dividen las tablas de la ley: «Sí, sí yo hago esto» - «¿Pero tú das la limosna?», «Sí, sí, siempre envío un cheque a la Iglesia», «Ah, bien, está bien. Pero en tu Iglesia, en tu casa, con aquellos que dependen de ti, ya sean hijos, o abuelos, o empleados, ¿eres generoso, eres justo?». Tú no puedes hacer ofrendas a la Iglesia sobre los hombros de la injusticia que haces con tus empleados. Este es un pecado gravísimo: es usar a Dios para cubrir la injusticia.

No es un buen cristiano el que no se priva de algo necesario, para dar a otro que tenga necesidad. (Reflexión antes del rezo del Ángelus, 20 de febrero de 2015)

miércoles, 8 de junio de 2016

Hola, te escribo porque el próximo martes día 14 de junio, visita Baeza los iconos de la Inmaculada Joven y el Santo Rostro con motivo de la Peregrinación Joven con María por el Año de la Misericordia.

A las 19.00 horas; en el Arca del Agua, acogida de los Iconos, a continuación procesión hasta San Juan Evangelista. Durante el trayecto se rezarán las obras de Misericordia.

A las 20.30 horas; en San Juan Evangelista comienzo del Jubileo.

A las 21.00 horas; Eucaristía en la Catedral.

A las 22.00 horas; oración joven.

A las 23.00 horas; traslado al Convento de Santa Catalina.

¡ Joven, te animamos a compartir con nosotros esta jornada, portar los ícono y lucrar el jubileo !

BAEZA CON DON AMADEO, NUESTRO NUEVO OBISPO




Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos.»

Palabra del Señor

martes, 7 de junio de 2016

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,13-16):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»

Palabra del Señor

ELECCIONES EN LA AGRUPACIÓN DE COFRADIAS


En la noche de ayer, fue elegido como nuevo presidente de la Agrupación Arciprestal de Cofradias y Hermandades de Baeza a Don Rafael Perales Frances. Nuestra enhorabuena.

lunes, 6 de junio de 2016

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,1-12):

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: «Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.»

Palabra del Señor

domingo, 5 de junio de 2016

REFLEXIÓN DE DON MANUEL PARA ESTE DOMINGO


DOMINGO DECIMO DEL TIEMPO ORDINARIO “C”

     Queridos hermanos, después de las celebraciones solemnes  de nuestra fe, entramos en el ritmo ordinario de la vida, e iremos siguiendo el Evangelio de San Lucas, que nos ayuda  a situarnos en el corazón de la realidad de muchísimas personas que viven hechos y situaciones profundamente dolorosas. Y descubriremos que con Jesús todo acaba siendo Buena Nueva.

     Una madre que lleva a enterrar a su único hijo

     El Evangelio de este Domingo nos hace notar que la realidad del sufrimiento atraviesa toda la historia humana, y que nadie escapa a esa realidad. Sí, la realidad, la vida es hoy una madre que lleva a enterrar a su único hijo, todo lo que ella tenía como referente para amar, y también para no morirse de hambre… Cuántas historias como esta ocurren en nuestra vida, “ahora que parecía… todo se va al traste”. ¡Qué diálogo tan difícil provoca la vida!, como para tirar la toalla. ¡Cuántas historias totalmente injustas esta generando la crisis!...

    El séquito de la muerte se encuentra con Jesús

     Y Jesús se encuentra con este séquito marcado por la muerte, el dolor y el silencio. Y como uno más se compadeció de aquella mujer y de aquel joven enfrentado a la muerte. Y su ¡no llores! No es un gesto protocolario. En Jesús es el primer paso que busca revertir la situación, un paso que necesariamente conecta con aquel joven atrapado en la muerte; ¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate! La fuerza de su juventud se rebela contra aquella situación. Y Jesús devuelve a la mujer afligida a quien era el puntal de su vida.

 Jesús es el Salvador.

     La narración evangélica termina diciéndonos que la gente exclamaba “Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo”. Y es que Jesús no es el curandero que va repartiendo favores por donde pasa, sino que es el gran Profeta, el Hijo de Dios enviado para anunciar que Dios no quiere el dolor, el llanto, la muerte. Que el destino del hombre no es la muerte sino la vida. Que Dios se conmueve y sufre ante el dolor y la tragedia que padece cada hombre o mujer. Que todo mal… no es su voluntad, sino contrario a su voluntad. Que Dios creó el mundo bueno sin mal. Y así quiere establecer un cielo nuevo y una tierra nueva, sin lágrimas, sin muerte ni luto, sin llanto ni dolor.

     Si, el pueblo de Naín lo comprendió bien: aquello que sus ojos vieron no fue un simplemente un hecho prodigioso, ni un golpe de efecto, ni tan sólo una resurrección. Lo que vieron y sintieron fue a Dios que se había hecho cercano y que había devuelto el gusto de vivir que es un regalo. A la vez nos dan la pista de lo que vivimos en la Eucaristía. Más que un acto que nos ha ido bien, que me ha dado lo que necesitaba, se trata de Dios, que me ha mostrado que es incondicional, que puedo contar con él y que ha ampliado mi vida.

     ¿Qué debemos hacer como discípulos de Jesús?

También nosotros nos encontramos  con hombres y mujeres que lloran, afectados por la enfermedad, la muerte o la desgracia que sea. Como discípulos de Jesús, ¿qué debemos hacer? Lo que hizo el Maestro: Conmoverse, hacer compañía, procurar ayudar, comulgar con el dolor de los hermanos, sentirlo como propio. Sin necesidad de que nos lo pidan, sin querer asumir ningún protagonismo, con sencillez, con amor. Así seremos discípulos de Jesús y haremos que nuestro mundo se abra, por nuestro testimonio, a la bondad de Dios que apuesta por la vida de todos los seres humanos.

     La Eucaristía es el encuentro con Jesucristo, el Señor que nos pasa de la muerte a la vida. Que nos hace vivir nuestras pobrezas con amor y esperanza, siempre como Él apostando por la vida de todos, en especial por los que sufren…