CONTACTA CON NOSOTROS

Todos los que queráis mandarnos vuestros comentarios y sugerencias podéis hacerlo a: parroquiasanpablo2011@gmail.com

viernes, 27 de marzo de 2015

ORGANIZACIÓN DE LAS ESTACIONES DE PENITENCIA DEL VIA CRUCIS

Estimados hermanos: Remito la organización del Santo Vía Crucis, que organiza la Agrupación de Cofradías, el próximo Viernes de Dolores, a las 20.30 horas desde la Iglesia de Santa Cruz. Se ruega que estéis atentos a la hora del rezo de la Estación, para llevarlo todo mejor organizado. En caso de lluvia, las Estaciones se rezarán en la Iglesia de Santa Cruz.
                Sin otro particular recibid un cordial saludo, Rafael Perales Francés, Secretario de la Agrupación.

I SANTO ENTIERRO
Santa Cruz (altar)
II VIRGEN DE LA CABEZA
Santa Cruz (puerta)
III RESUCITADO
Casa Hdad. Vera Cruz
IV VIRGEN DEL ALCÁZAR
Sacramento ( Domicilio Mateo Garrido)
V VIRGEN DEL CARMEN
Sacramento (Domicilio Antonio Garrido)
IV VIRGEN DEL ROSEL
Sacramento (Domicilio Paquita Sáez)
VII ÁNIMAS DEL PURGATORIO
Sacramento (Rubín de Ceballos)
VIII SOLEDAD
Plaza de Santa María
IX ROCÍO
Cuesta de San Gil (Domicilio de Damián Cruz Cózar)
X BORRIQUILLA
Plaza de la Cruz Verde
XI SANTA CENA
Calle Santa Catalina
XII ORACIÓN EN EL HUERTO
Calle Canónigo Melgares Raya, 1
XIII ESCUELAS
Santa Iglesia Catedral (puerta)
XIV BUENA MUERTE
Santa Iglesia Catedral
XV COLUMNA
Santa Iglesia Catedral
 
               

lunes, 23 de marzo de 2015




CONVIVENCIA DE TARSICIOS DE ESTE MES DE MARZO

 Este pasado sábado tuvo lugar la última convivencia de Tarsicios de este segundo trimestre.
Tras ver una película de dibujos sobre la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Se estuvo comentando con los niños y niñas.
¡Cuanto saben de Jesús! ¡Qué alegría!
Depues visitamos la capilla y durante un rato se estuvo adorando a Jesús Sacramentado. Con rezos y canciones.
Los monitores estamos muy contentos con la participación de los niños y también por la incorporación de nuevos Tarsicios de otros colegios, Salazar y Machado. Esperamos que sigaís con entusiasmo adorando a Jeśus.
¡VIVA JESÚS SACRAMENTADO!
¡SEA POR SIEMPRE BENDITO Y ALABADO!

domingo, 22 de marzo de 2015

REFLEXIÓN DE DON MANUEL PARA ESTE DOMINGO


DOMINGO V DE CUARESMA “B”  FIESTA DE NTRO.

PADRE JESÚS Y DEL S. CRISTO DE LA EXPIRACIÓN

       Sr. Presidente de la Agrupación arciprestal de Cofradías, Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración... Queridos cofrades  y hermanos.

       Todos los años con la Fiesta en honor a vuestro Titular, nos acercamos a la Semana Santa, a la Semana Grande de los cristianos, para CELEBRAR LA PASCUA DE NTRO. SR. J. C., su paso de la muerte a la vida y todos nosotros con Él.

      Pero aún esta Semana seguimos haciendo nuestras la palabras del Maestro: “El que quiera servirme, que me siga y donde esté yo, allí también estará mi servidor, a quien me sirva el Padre le premiará”.  Así pues, seguimos al Señor, somos cristianos, y vamos con Él a Jerusalén a dar muerte al Príncipe de este mundo, a Satanás, al pecado… para vivir en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Renovaremos y actualizaremos nuestro bautismo; pondremos a punto nuestra vida cristiana… Abandonaremos nuestro pecado y viviremos la alegría de nuestra fe.          

                          TODO ELLO, PORQUE

                            Se cumple  la promesa que en su día realizó Dios por medio del Profeta Jeremías: “Mirad que llegan días en que haré... una alianza nueva”. Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones”. Esta Alianza será definitiva, no quedará grabada en unas tablas de piedra, sino en los corazones. Por eso, hemos pedido repetidamente: “Oh Dios, crea en mí un corazón puro”.

                            Esa Nueva alianza, la definitiva la selló Cristo Jesús con su sangre en la Cruz, con su muerte. (El Cordero de Dios). Aquellos días de que habla Jeremías, son los días de Jesús de Nazaret, como  nos dice San Pablo. “Cristo, en los días de su vida inmortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte...” Y en el Evangelio se nos habla hoy de la “Hora” de Jesús, refiriéndose a los días de su Pasión-Muerte y Resurrección; es decir, a los días de su glorificación, de su paso de este mundo al Padre; y con Él todos nosotros.

                            Ahora sí, ahora tenemos uno... Tenemos un mediador, un pontífice totalmente solidario con nosotros, que no es extraño a nuestra historia, que sabe comprender nuestros peores momentos de crisis, de dolor, de duda, de fatiga...
Los ha experimentado Él mismo en su propia carne. Solidarizándose con la humanidad hasta la cruz, hasta la muerte, ha hecho suyo el castigo que merecían nuestros pecados; y “se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.”

             EL GRANO DE TRIGO QUE MUERE DA FRUTO.

                              Sin embargo la Cruz no es la última palabra. El amor total (desvivirse) hasta la muerte tiene un sentido profundo de fecundidad. Jesús mismo nos lo ha explicado: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo. Pero si muere, da mucho fruto”. Ese es el camino de la salvación que Cristo ha elegido. El único camino que vale la pena seguir y que trae consigo la vida, la felicidad, la plenitud, aunque cueste. Aterrizar con ejemplos: El otro, los otros...  “El que se ame a sí mismo, se pierde”.

                            Consecuencias: Celebrar la Pascua es pasar de lo viejo a lo nuevo, de la muerte a la vida. Celebrar la Pascua supone renunciar al pecado y abrazar con decisión el estilo de vida de Jesucristo, e ir interiorizando, personalizando, la Alianza de Dios. Y este proceso comporta la mayoría de las veces lucha, dolor, sacrificio, conversión a los caminos de Dios, señalados en el Evangelio, y que no son los de este mundo.

                            El mejor fruto de la Pascua es que se note en nosotros el cambio de estilo de vida. En la noche de la Vigilia Pascual, la celebración principal del año para los cristianos, recordando nuestro bautismo, renunciaremos explícitamente al pecado... y profesaremos nuestra adhesión a Dios, a Cristo, al Espíritu Santo y a su Iglesia. Hemos de concretar nuestras renuncias y nuestra adhesión a Cristo…

                           Hoy también celebramos el Día del Seminario, cuyo lema elegido para este año es “SEÑOR, ¿QUÉ MANDAIS HACER DE MÍ? Invocación de Santa Teresa de Jesús al Señor al celebrar el 500 Aniversario de su nacimiento.

                           Sí, hermanos, el sacerdote es el hombre elegido y enviado por Dios para ser mensajero de su amor misericordioso, tanto con su palabra como con su vida y su misión. El sacerdote es un testigo privilegiado del amor de Dios, cuando Dios ha pensado en él, llamándole al ministerio sacerdotal.

                          Por su ministerio pasa la misericordia de Dios a través de la predicación, de modo eminente en la presidencia de la celebración de la Eucaristía y del Sacramento de la reconciliación.

 





miércoles, 18 de marzo de 2015


LA AGRUPACIÓN ARCIPRESTAL DE COFRADÍAS Y HERMANDADES DE BAEZA HA DECIDIDO que tras la reunión celebrada la noche del 16 de marzo y por acuerdo plenario se ha acordado cobrar 3 euros como donativo solidario por entrada al Pregón de Semana Santa que se celebra el próximo sábado. El dinero recaudado irá destinado a Caritas Interparroquial de Baeza.  Se ruega se dé difusión.


lunes, 16 de marzo de 2015


EJERCICIOS ESPIRITUALES
 EN SAN PABLO.
DÍAS: 17, 18 y 19  DE marzo, DE 17,30 A 19,30 H.
PONENTE: D. Manuel.

REFLEXIÓN DE DON MANUEL

DOMINGO CUARTO DE CUARESMA CICLO “B”
 
              En estos días nos preparamos para vivir y celebrar la Pascua con Él y como Él; nos preparamos para celebrar nuestro paso de la muerte a la vida, del pecado, a la gracia.... Vamos con Él a Jerusalén. Para seguirlo, para identificarnos con Cristo, nuestro Maestro y Señor, nos ayuda la Palabra de Dios proclamada.
 
              Hoy la Palabra de Dios nos ha situado ante el gran amor que Dios nos tiene. Porque sólo seguiremos el camino de Jesús, de conversión hacia la Pascua, si nos mueve un gran amor y nos sentimos amados. ¿Qué es lo que nos puede hacer cambiar de vida sino el amor? Sólo el amor es digno de fe. No serán nuestras programaciones, ni las normas... las que produzcan un cambio, sino el amor de Dios. Por eso, dejemos que penetren en nuestro corazón las palabras centrales del Evangelio: “Tanto amó Dios al mundo, a ti, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en Él”.
              El amor de Dios tiene un nombre personal: Es Jesucristo. Y este crucificado y muerto por amor. “Sin Él no podemos hacer nada”  Sin Él nuestra conversión, nuestra vida es una pasión inútil. Es pues preciso que nuestra fe, nuestra vida, sea amorosa; es decir, que nos convenzamos que para creer y progresar..., necesitamos amar y dejarnos amar por Dios.                                                                                       
 
              En las lecturas se nos ha presentado a Dios que “tenia compasión de su pueblo, porque somos obra suya”; ha querido salvarnos “por su gracia”. “No se debe a nosotros, sino que es un don de Dios”. Él ha sido el primero en amarnos, dándose el mismo en su Hijo y atrayéndonos a su comunión.
 
              Ahora sólo falta que nos aproximemos a su luz. Si sabemos que Cristo es esa luz que necesitamos, ¿por qué no ir a ella? Dejemos que nos trabaje y vuelva a crearnos de nuevo con la fuerza de su Espíritu. Pero, ¿cómo? Nos preguntaremos.                                                                               
                                              
              Miremos al Hijo, nuestro modelo,... elevado para que todo el que crea en Él, tenga vida eterna.  Miremos su amor radical a los pobres, pecadores, enfermos, marginados. Hoy, en el culmen de su amor, clavado, muerto y elevado en la cruz, abandonado de todos, traicionado... con la tragedia del silencio de Dios, no huye, no se defiende, no se baja.
 
              Por eso a su lado las personas cambiaban de vida como Magdalena..., porque se sentían amadas como nadie jamás las había amado. Como hemos indicado antes, sólo un amor así puede cambiar el corazón.
 
              Jesús es la medida de nuestro amor, y también su Madre. ¿Seremos capaces de corresponderle? ¿Tratar de imitarle? Decimos que “amor con amor se paga”. Hoy es un buen día para que revisemos nuestro amor, sus formas y sus concreciones. ¿Qué calidad tiene nuestro amor?
-         Ante todo nuestro amor a Dios. ¿Es Él de verdad el primero en nuestra vida? ¿Le damos tiempo? ¿Le expresamos nuestro amor con oración... con la Eucaristía? En todo nos ha de mover el amor a Él. Acogiéndolo en las personas que tratamos. ¿Le agradecemos?, ¿le confiamos nuestros esfuerzos, trabajos, alegrías, penas, y esperanzas ¿ ¿Le amamos de verdad?                                        
-         ¿Y al prójimo? Decía San Juan “si decimos que amamos a Dios, a quien no vemos, y no amamos al hermano a quien vemos, somos unos mentirosos”. Por eso, ¿sabemos acoger, escuchar y ayudar a los que nos necesitan? ¿Sólo cuando nos lo piden?
                                                                         
-         Todos hemos de avanzar en el amor. Es nuestra asignatura pendiente de aprobar, pues “todo lo cuánto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis”, dice el Señor. Y esto comporta: dar comida, dar bebida, vestir al desnudo, visitar al enfermo... acoger al forastero. Vivir el amor de Cristo en la familia, con las amistades, en el trabajo, en la vida social.
                                                                                                                           
-          Jesús también nos animaba a amar “al prójimo como a ti mismo”. Lo que presupone que nos amemos a nosotros mismos. Con un amor sencillo y moderado: aceptándose tal como uno es, acogerse en las propias debilidades; no desesperar de nosotros mismos... Pues Dios nos valora, nos quiere tal como somos, nos ama con ternura y humor. No hacerte daño, valorarte.
-         Este estilo de vida, este amor a Dios y al prójimo... es posible gracias a que Él nos ama primero y nos da su amor en los Sacramentos, a través del ministerio sacerdotal.  
 
              Pidamos en esta Eucaristía, que actualiza el amor hasta el extremo de Jesús por los suyos, que Dios Padre nos haga perfectos en la caridad y que el don del Espíritu Santo que habita en nosotros purifique y renueve nuestra vida y nuestro amor

lunes, 9 de marzo de 2015

VIA CRUCIS INFANTIL

 Ayer tarde tuvo lugar una actividad infantil de preparación para la Semana Santa organizada por la Cofradía de la Santa Cena.
 Esta empezó en la Sede de la Agrupación Arciprestal de Cofradías visionando unos dibujos animados muy instructivos sobre lo que es el Via Crucis y como se debe de rezar.
El salón estaba lleno de niños y niñas.
A continuación, se hizo práctica esta experiencia rezando el Vía Crucis por las calles del barrio monumental para finalizar en la puerta de la Santa Iglesia Catedral.

Hubo participación de todas las parroquias, niños y niñas acompañados de sus catequistas.
Para finalizar, la cofradía ofreció una merienda a todos.
Enhorabuena a la Cofradía de la Santa Cena por esta iniciativa, que sea la primera de muchas más.

domingo, 8 de marzo de 2015

REFLEXIÓN DE DON MANUEL PARA ESTE DOMINGO

           

              Queridos hermanos: Ya estamos en el tercer Domingo de Cuaresma, tiempo de gracia de Dios y de renovación de nuestra vida cristiana. Seria bueno  preguntarnos hoy, cómo marcha nuestra conversión al Señor y nuestra vida de amor a los hermanos…

              En los tres Domingos próximos la Palabra de Dios nos urge a vivir más y mejor nuestro seguimiento de Cristo. Y para ello, nos propone tres Evangelios que son profundas catequesis. Este Domingo, la de Jesús en el Templo de Jerusalén.
       

              Todas las personas necesitamos signos visibles para creer  Así ocurría también en tiempo de Jesucristo. El templo era el signo visible por excelencia de la presencia de Dios en medio de su pueblo. En lo más alto del monte, Salomón construyó el templo para depositar  el Arca con las tablas de la Ley (Los diez Mandamientos) que Dios había dado a su pueblo en el Sinaí, después de hacer su Alianza con ellos: “Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo”.             

              Sin embargo, el templo había dejado de ser signo de la presencia de Dios. Cuando Jesús  entra al templo y lo encuentra lleno de cambistas y vendedores no puede aguantarse. El templo ha sido violado y la presencia de Dios olvidada. Han convertido en cueva de ladrones (centro comercial) lo que era un lugar sagrado de encuentro con Dios.

              En ese preciso momento Jesús se presenta como el nuevo y único templo de Dios porque en el reside la divinidad; es el Dios hecho hombre, que anuncia su muerte y resurrección ante los ojos atónitos de los que le oían. En tres días quedaría todo derruido y en tres días se reconstruiría. ES EL GRAN SIGNO QUE CRISTO NOS DA PARA CREER.

 

             Después de su resurrección, nos dará su Espíritu, que nos hará también a los hombres templos de Dios. A partir de Jesucristo, muerto y resucitado, todos los hombres  son sagrados,  signos de la presencia de Dios, hechos por sus manos a su imagen, salvados por su amor, dignificados por su redención. Las personas son el verdadero templo de Dios. Somos templos de Dios porque en nosotros mora él. Hemos sido consagrados en el bautismo como templo santo suyo. El cuerpo es el verdadero vehículo del amor y por eso es residencia de Dios. Con él alabamos a Dios y servimos a los demás y nos encontramos con los hermanos...

              Estos días queremos renovar nuestra alianza con Dios, nuestras relaciones con Él y con los hermanos.  Dios al darnos los Diez Mandamientos y Jesús al hacernos templos de su Espíritu, nos recuerdan nuestras posibles profanaciones, debidas al egoísmo, a la injusticia, a la explotación... ¿Cuantos templos rotos, destruidos, privados de dignidad? Debido al vicio, al hedonismo y al consumismo, que provocan y llegan a todo tipo de degradación y de violencia (aborto).

 

              Ante semejantes profanaciones, nos debe doler el alma, debemos rebelarnos y comprometernos a luchar y a cambiar, empezando por nosotros mismos, en nuestra familia y sociedad.

              El Señor nos pide valentía, para darle el culto que Él desea: dignificar las personas. Ya los Santos Padres de la Iglesia hablaban de que la Iglesia no es un museo de oro y plata... Decían: “¿Qué le aprovecha al Señor que su mesa esté llena de vasos de oro, si Él se consume de hambre?”

              Ya el Papa San Juan Pablo II decía que en ciertos casos de necesidad “es obligatorio enajenar adornos superfluos de los templos y objetos preciosos del culto divino”

              Nos falta generosidad, valentía, y tal vez lucidez. Hoy también Jesús empuñaría más de una vez el látigo para defender a los hijos del Padre tan profanados por... egoísmos, intereses, falta de atención... Nos falta la Ley nueva de Jesús que nos libra del yugo insoportable de la ley antigua. Efectivamente Cristo nos ha librado de todo lo pasado, del hombre viejo... con su mandamiento nuevo del amor “Amaos unos a otros como yo os he amado”, que más que ley es una gracia, un don.

 
- Una gracia, pues nada hay más gratificante como el amor. El nos pide que nos amemos y nos capacita para que nos amemos, dándonos su Espíritu, que es amor.

 - ¿Un yugo? Pues nada hay más exigente como el amor. Tienes que olvidarte siempre de ti mismo y vivir para los demás. Pero ya se sabe que “el alma que anda en el amor, ni cansa, ni se cansa”.

  - Una libertad: Ya nada no está “prohibido”, ni “mandado”. “Ama y haz lo que quieras, decía San Agustín, con tal que ames, porque todas las exigencias se concentran en el amor.


    Cristo, nuestra Alianza, su Eucaristía, su Sacrificio, su Amor hoy nos revitaliza y nos compromete.

 
 






 




 


 


domingo, 1 de marzo de 2015

REFLEXIÓN DE DON MANUEL

DOMINGO 2º DE CUARESMA. CICLO B.
                      Queridos hermanos y hermanas: Continuamos el camino cuaresmal que iniciamos el pasado Domingo y que culminará con la Pascua.
                       Hoy hemos sido convocados por Jesús, nuestro Maestro y Señor, como cierto día tomó consigo a sus discípulos predilectos y se los llevó aparte a una montaña alta para transfigurarse delante de ellos.
                      La Cuaresma es un camino hermoso, no fácil que nos pide esfuerzo, pues se trata de renovar nuestra vida cristiana de cada día, de verdad, con sinceridad. De renovarla con fe, con esperanza en el amor de Dios presente en nosotros.
                      1º.- En primer lugar, recordemos lo que Dios nos propuso el pasado Domingo ya que está en la base de las enseñanzas de hoy.
                      Vimos que: - Dios apostaba por la vida de los hombres. “Ya no habrá más diluvios”, pactaba con Noé. Revelándose Dios como el gran amigo de la vida.
                                   -  Pero también nos indicaba que para
tener vida hay que determinarse como Jesús a luchar contra los falsos dioses, ídolos, que nos esclavizan (poder, tener,...) y a luchar a favor de la vida con el amor de Dios.
                      2º.- Hoy la Palabra de Dios profundiza en la determinación hacía Dios, opción que ha de hacer toda persona. Y se nos proponen dos modelos:                       
                     A.- ABRAHAN. En él resalta su fidelidad. “Aquí me tienes”, le dice a Dios. Es un ejemplo de dolor, pero de vida. El camino de Abrahán está hecho de fe; la fe de este hombre ya antes fue sometida a prueba: Marcha de su tierra y de sus posesiones, el abandono de su religión...
                     Y ahora en el momento más duro de su vida se le exige a su único hijo. Abrahán no expresa quejas, ni nerviosismo, sino que dice a Dios simplemente: “Aquí me tienes”. Sin embargo, este camino duro, difícil y de pruebas se ilumina: Su alegría al final como premio de toda su abnegación; Dios se vuelca sobre él con toda clase de bendiciones.
                      B.- JESUS. En el camino de Jesús la muerte y la resurrección se dan también inseparables. La misión de Jesús se hace difícil, dolorosa, pasa por la cruz, dejando los atajos del poder, de la violencia.
                     Jesús se somete solidariamente con los hombres, al poder del hombre que tantas veces es el poder del mal y del pecado. Jesús sigue adelante, a pesar de la prueba. Nada de pensar que las cosas no tienen remedio, y pensar que el hombre está atado al poder del mal.
                      La gloría y el esplendor de la Transfiguración quiere anunciar el otro aspecto inseparable de su fidelidad a Dios, la Resurrección de Cristo. Por ello, la Transfiguración quiere ser una ayuda que Jesús hace a los suyos, para decirnos. No todo  es duda y oscuridad, ni prueba en el camino de Cristo, del cristiano. Hay una gran luz, al ver que su fidelidad, su entrega..., termina, lleva consigo el triunfo, la gloría, la vida, la Resurrección.
                      C.- Así se ha cumplido y así nos lo presenta realizado San Pablo: Dios nos entregó a su Hijo que resucitó y está a su derecha. He  ahí la razón por la que nuestra fe ha de ser firme: Dios está con nosotros. Cristo lo ha conseguido para todos. No tengamos miedo; Cristo nos ha dado la liberación y nosotros hemos de sacrificar (orientar) nuestra vida por hacer realidad esa liberación
                      D.- Aplicación. Los discípulos en el monte Tabor se escandalizaban y discutían; no entendían aquello de resucitar de entre los muertos. También nos ocurre a nosotros. No comprendemos que para llegar a la vida.., haya que entregarla:
-         O nos quedamos en el deslumbramiento del Tabor, olvidando la pasión, la entrega, el amor.
-         O nos quedamos en la pasión ensimismados, considerando la Resurrección... como algo al margen de la vida.
                     En el primer caso, nos ocurre que, a nivel personal, familiar, de pueblo, o de sociedad, queremos triunfar siempre, sin pasar por la entrega, el sacrificio... Queremos ver resultados... sin hacer para que sean posibles.        
                      En el segundo caso, decimos ¿para qué luchar? Es preferible seguir penando, tirando. No se puede hacer nada; y desconfiamos.
                      La actitud ideal del cristiano es aceptar el sufrimiento, la fidelidad, el amor, la entrega, la muerte... como paso a la vida, a la alegría, a la glorificación. Que son nuestras metas. Desde esa perspectiva, se clarifica y tiene sentido el dolor, físico, moral... luchar en la vida y por la vida.
                      Cada Eucaristía es la afirmación de esta gran verdad: Pasamos con Cristo de la muerte a la vida.