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domingo, 28 de diciembre de 2014

MUSICAL "VIDA"


Aquí tenéis la promo del MUSICAL "VIDA": www.youtube.com/watch 

¡Animáos, tomavía estáis a tiempo de conseguir vuestras entradas!

Venta de entradas:

*Librería Nazarenas

*Taquilla del Teatro Darymelia

*Entradas para grupos: Solicitar al correo musicalvidajaen@gmail.com. También se puede hacer en el siguiente enlace: http://vidaelmusicaljaen.wordpress.com/entradas/


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REFLEXIÓN DE DON MANUEL


FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA. CICLO “B”
 
         Queridos hermanos: ¡Feliz Navidad a todos! Apenas nace el Hijo de Dios, los cristianos celebramos la Fiesta de su Familia, que llamamos Sagrada.

         El Hijo de Dios aceptó los condicionamientos humanos con todas sus consecuencias: aceptó y asumió las leyes culturales, sociales y religiosas de su pueblo y de su tiempo. Asumió y aceptó la institución familiar: Nació en la cuna de una familia y en familia, en un hogar, vivió la mayor parte de su vida.

         Su familia fue una familia normal como las de su tiempo, familias sencillas, trabajadoras, religiosas... Este hecho es de gran importancia, pues al nacer y vivir Jesús en una familia, esta institución natural, querida por Dios, queda purificada, bendecida y consagrada como un sacramento. Y me refiero al núcleo de la estructura, no a sus formas: Que al fin Dios también es una familia.

         Entre los judíos las leyes religiosas marcaban toda la vida. El niño, después de la circuncisión, tenia que ser ofrecido a Dios, si era primogénito, porque el hijo es más de Dios que de los padres (Recordar a Isaac, a Samuel...) Esta ofrenda a Dios incluye una disponibilidad al servicio de los demás.

         José y Maria saben que el amor no puede ser posesivo, que los dones que de Dios recibieron no son para guardarlos. Por eso, el niño de cuarenta días ya se está ofreciendo a Dios y a los hombres en ofrenda total: No vive ni vivirá para sí. “Heme aquí” será su palabra firme. “Me has dado un cuerpo, pues aquí estoy para servir, para trabajar, para amar y para salvar”.


         Maria oferente es una hermosa patena. Está siempre ofreciendo el fruto de su vientre a Dios Padre y a los hombres, sus hijos… Se hay llenado de Cristo para darlo “Maria no es una madre celosamente replegada sobre su propio hijo divino”.

                                       FIESTA DE FAMILIA               

         La Navidad es la fiesta de la familia y de la vida. Se celebra en la familia eclesial y en la familia humana. Resalta el encuentro familiar: Preparamos con esmero la cena de Noche Buena con toda la familia; hay felicitaciones y llamadas a los miembros ausentes, hay recuerdos u añoranzas de los años que pasamos juntos y hay oración y tristeza por los que ya se fueron.

         La Navidad es el tiempo del amor de Dios que se acerca y se regala, que se entrega todo, que se hace niño para todos. Es ilusión, primavera, aunque sea invierno.        

         Así es la familia: - Es triunfo del amor sobre la soledad y la egolatría. Los seres humanos tendemos a encerrarnos... El amor familiar significa apertura, relación de comunión creciente, relaciones agrandadas y multiplicadas.         - La familia es el triunfo de la colaboración sobre la rivalidad. Tendemos a competir..., a ser hostiles.                   - La familia es el triunfo de la vida sobre la muerte. Nuestra condición es mortal... Pero el amor familiar vence a la muerte, en dos sentidos, porque quién tiene un hijo no muere del todo..., y porque el amor verdadero es más fuerte que la muerte...

                     EL CULTIVO DE CADA DÍA

         Todos sabemos los peligros, los problemas y crisis actual de la familia, de los cambios, de los trabajos y sacrificios. La familia no es un paraíso... Necesita mucho cuidado, atención, respecto, paciencia, mucha muerte, mucho amor. Por eso debemos tener claros algunos principios: Propiciar el diálogo sincero; renovar los gestos de amor; crecer en la confianza; sentirse responsable del otro; pedir el perdón necesario; dar un paso más cada día en el camino del amor; vigilar para vivir la gratuidad; no ser blandos y complaciente a la hora de educar; contar con la presencia de Cristo y la ayuda de Dios.

         En la Eucaristía la Iglesia, Madre, actualiza la ofrenda de Jesús, como hizo María. Jesús ofrece su vida, pan partido y copa rebosante.

jueves, 25 de diciembre de 2014

REFLEXIÓN DE DON MANUEL


NAVIDAD DE 2.014

 

              Queridos hermanos. ¡Feliz Navidad! ¡Feliz, por lo que sucede (ha sucedido) esta noche, que llamamos Buena. Esta es, efectivamente, la NOCHE BUENA, la noche en que ocurre un suceso único, porque nada mejor puede suceder. En esta noche-día las promesas de Dios se cumplen y  las esperanzas de las personas se realizan.

 

-Noche Buena, porque el cielo nos da todo lo bueno, lo mejor.

-N. B., porque Dios mismo se ha dado a nosotros y ese don será ya definitivo. Porque Dios se hace “Enmanuel”, Dios con nosotros.

-N. B., porque en ella la naturaleza humana ha alcanzado la perfección. Dios está al alcance del hombre.

-N. B., porque en ella el cielo y la tierra se reconcilian definitivamente, porque ya resulta más fácil perdonarse, porque se abre la puerta a todos los que llaman, porque se está más cerca de los que sufren.

-En definitiva, porque el amor de Dios ha sido derramado en todos los corazones humanos y una ola de ternura, paz y alegría y de buenos deseos recorre la faz de la tierra. Porque ¡TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO QUE LE DA A SU HIJO ÚNICO!

 

              ¿Hay alguien, pues, que se pueda considerar más rico que yo? Si tengo a Dios tengo todo: “Quien a Dios tiene, nada le falta”. Dios es mío y, por tanto, todas las riquezas son mías. Así lo expresaba San Juan de la Cruz: “No me quitarás, Dios mío, lo que una vez me diste en tu Único Hijo Jesucristo, en quien me diste todo lo que quiero. Míos son los cielos y mía la tierra. Mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores. Los Ángeles son míos, y la Madre de Dios y todas las cosas son mías. Y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí”

 

              En estos entrañables días..., y en AGRADECIMIENTO al amor de Dios, todos queremos RENOVARNOS, hacer buenos propósitos de ser mejores, más humanos, más cristianos. Mirando, contemplando a ese Niño que se nos ha regalado, nos sentimos forzados a imitarle. Contemplando su Misterio de amor, descubrimos su sentido para nuestra vida:

 

                           -Nace desnudo para que tú puedas despojarte de ti mismo. Podía nacer vestido con todo su poder y gloría; pero se despoja de sus atavíos reales, de sí mismo. Quería marcarnos el camino de nuestra restauración, y la raíz más difícil de sanar es la del propio yo: un yo herido que nos arrastra a la prepotencia, al egoísmo puro...           

              -Nace pobre para que tú puedas considerarle como la única riqueza. “Siendo rico, se hizo pobre por nosotros”. Ha querido curarnos de nuestra pasión posesiva, de nuestras ansias de tener... Enseñarnos que los verdaderos tesoros no son las cosas, sino las personas..., llenarse de amor.

              -Nace pequeño para que no busquemos dominar a los demás. El Dios grande se hace pequeño, un niño indefenso, en el último rincón del mundo. Escoge el último lugar y quiere ser servidor de todos, ponerse a los pies de todos. Dios quiere estar debajo de todos, para que aprendamos a ser como Dios; es decir, a no dominar a nadie, a servir a todos, a compartir con todos, a amarlos.

              Nace débil para que no tengas miedo de acercarte a Él. Decimos que Dios es Todopoderoso; pero todo el poder y la fuerza de Dios están en el poder y la fuerza de su amor, que no se impone, sino que se entrega. Un Dios débil para compartir nuestras debilidades; para que no tengamos miedo y podamos acariciarle y besarle; para que nos acerquemos a Él con toda confianza.

              -Nace en un pesebre para que comprendamos que está a disposición de todos. No todos podían acercarse a Dios, sólo los privilegiados (Moisés...) No nació en un palacio..., sino en un pesebre, en un portal, establo de animales, para que todo el mundo pueda acudir a Él; para ponerse a disposición de todos, en especial de los pobres, enfermos y pecadores...

              -Nace por amor para que tú nunca dudes de su amor. Sólo desde el amor y para amar, ha bajado Dios del cielo a la tierra. Y el amor no tiene motivaciones, ni busca interés alguno. Nos ama porque sí. A ver si aprendemos de una vez para siempre que Dios nos ama siempre pase lo que pase… Que Dios es amor.

 

              Esta es la Buena Noticia, la gran alegría que celebramos en la Liturgia,  en la Eucaristía de esta Noche Buena, de esta Navidad. Porque Dios se ha hecho carne, puede ser también el pan y el vino que alimenta y alegra nuestro corazón, nuestro camino de cada día, nuestro amor gracioso a todos los hermanos, hasta la vida eterna.

 

              Con Jesús, con su amor... podremos caminar como María, su Madre y nuestra Madre, con plena fidelidad a los planes de Dios.

lunes, 22 de diciembre de 2014









ÚLTIMA REUNIÓN DE TARSICIOS DE ESTE AÑO 2014

El pasado sábado tuvo lugar en el Colegio Filipense el último encuentro con el Señor del grupo de niños Tarsicios de este año.
En primer lugar estuvieron viendo la pelicula Natividad de dibujos animados, a continuación los mayores pasaron a la capilla para tener un ratito de oración ante Jesús Sacramentado mientras que el grupo de los pequeños estuvieron coloreando un nacimiento que posteriormente ofrecieron el Señor en su momento de oración.
Para finalizar jugaron en el patio a diversos juegos.
Feliz Navidad a todos, os esperamos con la misma ilusión el próximo año.
¡Viva Jesús Sacramentado!

domingo, 21 de diciembre de 2014

REFLEXIÓN DE DON MANUEL


DOMINGO CUARTO DE ADVIENTO CIBLO B

 

I) INTRODUCCIÓN: Después de tres semanas de Adviento, los cristianos nos disponemos a celebrar el próximo el Nacimiento del Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo. Ya se nota en el ambiente el afán de preparar las fiestas, las vacaciones, las compras, los regalos... También nosotros nos venimos disponiendo a disfrutar estos días con inmensa alegría y queremos celebrarlos además con profundidad desde la fe.  Más que preparar cosas, queremos prepararnos a nosotros mismos.

                               Para ello, para prepararnos bien, la Palabra de Dios nos ha presentado la figura entrañable de la Virgen María, la muchacha elegida por Dios para ser Madre del Mesías, Salvador. Ella, la que mejor vivió en su propia existencia el Adviento, la Navidad y la Epifanía, es nuestra mejor maestra para la vivencia de este maravilloso Misterio.

II) UNA CASA PARA DIOS: En la primera lectura hemos escuchado como el Rey David pretende algo que parece razonable: construir una casa, un templo para Dios, en que resida el Arca de la Alianza, signo de su presencia, pues nos seria justo que David viviera “en una casa de cedro” y “el Arca del Señor viviera en una tienda de campaña”.

                               David era persona agradecida, y de algún modo quería corresponder a Dios que tanto le había bendecido. Dios es lo primero... Sin embargo, hay algo en su esfuerzo religioso que produce desazón: Las motivaciones de David no debían ser tan limpias, pues anteriormente había mandado trasladar el Arca de la ciudad de Obededón a su ciudad, pensando obtener con su presencia notables beneficios. David trataba de asegurarse la presencia salvadora de Dios; trataba de domesticar a Dios, de hacer un Dios a su medida, con sus gustos y reglas...

                               Por eso, el Profeta Natán corre hacia David en nombre de Dios para poner las cosas en su punto: ¿Un templo para Dios?, le dice. No, gracias. Dios no quiere palacios. No le metas en una casa, que Dios quiere estar en todas las casas, en el corazón de todas las casas. Las casas que más desea Dios, son de otras.

¿Pagar a Dios? Por otro lado, David quería pagar a Dios de algún modo los dones recibidos. Pero Dios no quiere que le paguemos con templos, ni con ofrendas, ni sacrificios... “el sacrificio que Dios quiere es un corazón contrito”. El templo que Dios quiere es nuestra alma, nuestro corazón. Dios es generoso y gratuito.

III) OTRA CASA PARA DIOS: Será Dios mismo quien se prepare y construya su templo: “Te daré una dinastía”. Por ahí van los gustos de Dios: Templos vivos. El templo perfecto que Dios quiere tardará muchos años en formarse, no “cuarenta y seis”, como el de Jerusalén, sino mil. Y será una casa pequeña, pero preciosa, transparente, palpitante. Y el templo se llamaba MARÍA. Era una mujer desconocida, humilde, pero embelesaba al mismo cielo. Era como la hija de Sión, pobre, sencilla, pero enamoraba a Dios.

LOS TEMPLOS QUE DIOS QUIERE
                  

                         ¡Qué bien se encuentra Dios en el corazón de los humildes y sencillos! ¡Cómo busca personas que le abran las puestas del corazón, que estén dispuestas a la escucha  y a la acogida!. Así fue María; con su “Sí” acogió a Dios en el alma y al Hijo de Dios en su vientre. Su alma preciosa ya estaba llena de Dios, rebosante de su gracia. Dios moraba en ella. Era la esposa del Espíritu.

                          Ahora este divino Esposo, el Espíritu vivificante, fecundaría sus entrañas y su vientre quedaría convertido en una nueva casa para el Hijo de Dios. De esta manera el cielo se ha trasladado a la tierra. María es un piso alquilado por Dios. ¿Qué cobró María por este alquiler? María cobró la dicha más grande y el sufrimiento más grande. María cobró los derechos de la maternidad universal: ¡Madre de Dios y de los hombres!

TEMPLOS VIVOS DE DIOS

                          No sé si hemos aprendido bien la lección: Dios quiere templos, naturalmente, pero no como los de David y Salomón, sino que sean lo más parecido al templo que es María... Vamos a esforzarnos por abrir a Dios las puertas de nuestra casa y convertirnos cada uno en el más hermoso templo de Dios. Vamos a tomar conciencia de que Dios mora en nosotros y nos acompaña en  cada instante. Vamos también a preocuparnos de darle a Dios el culto que desea, en espíritu y en verdad, el culto del amor y de la entrega, del servicio, de lavar los pies de los hermanos, la defensa del oprimido y el estar cerca de os que sufren.

IV) LA NAVIDAD DE LA EUCARISTÍA: Cada Eucaristía es Navidad, porque el Señor, ahora resucitado, se nos hace presente en nuestra comunidad, en la Palabra proclamada, en el pan y el vino. Lo que pasó en María el día de la Anunciación, Cristo presente en ella por obra del E., es lo que pasa en nuestro altar, cuando el pan y el vino se conviertan por obra del E.S. en el Cuerpo y la Sangre de Cristo Jesús

martes, 16 de diciembre de 2014


El Coro Rociero
"Romeros de la Merced"
 de Baeza, cantará una
 MISA ROCIERA DE NAVIDAD
 CON VILLANCICOS
el próximo día 3 de Enero de 2015 (sábado)
 a las 19´30 horas,
 en la Parroquia de Santa María del Alcázar y
San Andrés Apóstol

domingo, 14 de diciembre de 2014

REFLEXIÓN DE DON MANUEL

DOMINGO TERCERO DE ADVIENTO
 
: Nos acercamos a la Navidad, fiesta de gozo y de alegría. Ya estamos en el tercer Domingo de Adviento, conocido como el Domingo de la Alegría, por la cercanía del Nacimiento de Jesús, que viene Ungido, lleno del Espíritu de Dios para h
                        Queridos hermanos hacer un mundo, la creación nueva.
              Así lo hemos pedido en la Oración a Dios: “... concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante”. Y así nos lo ha recomendado San Pablo: “Estad siempre alegres”
                        Pero, ¿podemos vivir hoy alegres? ¿Tenemos derecho a estar alegres? Cuando en nuestro mundo hay tantos problemas: Inseguridad, hambre, violencia, muertes, guerras, pisoteada la dignidad de muchas personas... ¿Podemos ser felices cuando tantas personas lo pasan mal? Quizá nosotros mismos.
                        A pesar de todo San Pablo, desde la cárcel, nos ha repetido: “Estad alegres”. Lo que significa que la alegría es posible siempre; y que debemos vivirla tocando con los pies en el suelo, es decir, sin olvidarnos de los problemas que nos rodean, sin evadirnos de ellos. Los cristianos debemos vivir y reivindicar siempre la alegría, porque creemos y tenemos esperanza, y nuestra fe no se cimienta artificialmente. ¿De dónde saca, pues, el cristiano su alegría, en medio de los problemas...? ¿Dónde está su fuente?
                        La alegría del cristiano es una actitud permanente que brota de su fe, de poseer en su vida al Señor. Así lo expresa la palabra de Dios hoy: “Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios, porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo”. “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido”. El Espíritu del Señor es como un ungüento que penetra hasta lo más profundo del ser; y purifica, suaviza, alimenta, alegra, ilumina, enciende, perfuma, fortalece.
                        ¿Hay alguien que esté empapado totalmente de este crisma del Espíritu? ¿En quien el Espíritu repose en plenitud? Sí, Cristo, el Ungido, el Mesías. Él es el empapado de Espíritu que le capacita para amar sin límites, que le resucita y lo lleva al Padre; que lo glorifica. Y es Cristo el que viene a nacer en el mundo para darnos todo.
                            
                        El cristiano, por el bautismo, es aquel a quien ha llegado el óleo del Ungido. Una sola gota del mimo puede curar todas las heridas, suavizar todas las asperezas, fortalecer todas las debilidades, limpiar todas las impurezas...
                        El Espíritu del Señor que desborda y produce sus frutos hacía fuera: - Dar la Buena Noticia a los que sufren, libera, conforta...              - Vendar los corazones desgarrados. Nada son las heridas del cuerpo, comparadas con los desgarros del corazón (soledad, insatisfacción, desengaños, desamor, desesperanzas). Hay muchos heridos, que necesitan buenos samaritanos.
                              - Proclamar amnistía y libertad a los cautivos. “Donde está el Espíritu, allí hay libertad”. Prisioneros, hoy...
                              - Proclamar el año de gracia del Señor: misericordia, perdón, benevolencia, Nada de deudas ni castigos; sólo gracia. Cada día.
                        Así pues, como cristiano, la alegría la encuentras en tu propio corazón, donde viene a posarse el Espíritu del Señor, que lo hace limpio, vacío de cosas, lleno de nombre de personas. Toda la gente, todo el mundo puede estar en tu propio corazón. En él se decide el secreto de tu alegría, porque tiene al Señor y con el a todo el mundo.
                        Asó ocurrió en Juan Bautista, el primer Evangelista, que anunció antes que nadie la Buena Noticia de Jesús, Mesías-Salvador. ¿Quién eres? “Yo soy la voz que grita”. Estoy hecho para decir un mensaje. “Soy un grito de esperanza, de vida, de alegría”. Mi única misión: Decir que el Esperado ya está aquí. Abrirle el camino del corazón. El primero que ha captado el perfume del Ungido, y da el grito de alerta.
                        Y un cristiano, ¿qué es?, ¿cuál es su nombre?, ¿cuál es su misión?  UNGIDO, ANUNCIAR A CRISTO, al que está vivo entre nosotros, en mí... Es evangelista y testigo. Por ello, acude a la fuente que es la Eucaristía para beber y acrecentar su vida divina hasta desbordar, para que otros (todos) se inunden también de la vida de Dios, de su amor, de la verdadera alegría. COMO MARÍA.



lunes, 8 de diciembre de 2014

LLAMAMIENTO A LOS MONAGUILLOS DE "LAS ESCUELAS"


Mediante la presente, se convoca a todos los Hermanos Monaguillos de nuestra Hermandad de "Las Escuelas" a participar, a ser posible, acompañados de sus familias en la Solemnidad de Nuestra Titular, La Limpia, Pura e Inmaculada Concepción de la Virgen María, el próximo Lunes, 8 de Diciembre, en la Santa Iglesia Catedral de Baeza, revestidos con su hábito.
 La Santa Misa Solemne tendrá lugar a las 18:00 horas, presidida por el M. I. Sr. D. Francisco Juan Martínez Rojas, Deán del Cabildo Catedralicio y Vicario General de la Diócesis. 


Ll


REFLEXIÓN DE DON MANUEL PARA ESTE DIA


 
SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA
 
            Queridos hermanos: Después del segundo Domingo de Adviento, celebramos con gran esplendor y esperanza la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, nuestra Madre.
              Celebrar la fiesta de la Inmaculada es empezar a soñar. Esta fiesta despierta en nosotros los sentimientos más hermosos y los deseos más grandes. Son posibles los sueños. Ya toda esperanza es posible.
              Y es que la fiesta de la Inmaculada Concepción es la utopía humana realizada. Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que el hombre pueda acercarse a Dios y Dios al hombre; un mundo de comunión entre los hombres y de armonía con la naturaleza; un mundo en que el hombre sea liberado de todas sus esclavitudesY ese mundo ya se da es María Inmaculada
 
              María es también el sueño florecido de Dios. En ella empiezan a realizarse los designios salvadores de Dios sobre el hombre. Habían empezado con Adán y Eva; pero culminarían con María y Jesús.
              Qué camino más largo y difícil. Ahí están los pecados de los hombres, poniéndole obstáculos, desde el principio, a este sueño de Dios: el orgullo, la injusticia, el egoísmo, y la violencia, las lágrimas y la sangre...
              ¡Cuántos años para llegar a la libertad y a la armonía, a la perfección! Pues ya podemos avanzar una respuesta: María.  A nivel personal, ella es lo perfecto. Y su Hijo Jesucristo, la plenitud. A nivel comunitario, esta perfección se va preparando en la Iglesia, significada en María, el Cristo prolongado, su Cuerpo místico...
 
              Pero hermanos, ¡cuidado! Hay un camino equivocado. En el Paraíso se presenta la manzana como camino real para llegar al triunfo, a la gloría. La manzana es lo agradable, lo grande, lo fuerte, lo divino. La manzana, como la Torre de Babel, es el camino para llegar hasta Dios, (para ser Dios), hasta el endiosamiento del hombre: “seréis como Dios”. 
              Es la eterna tentación del hombre: - La manzana del poder: Fijaos en la competitividad que respiramos, en la soberbia que padecemos, en el orgullo que nos ciega.    – La manzana del tener: Las cosas que deseamos, las riquezas que buscamos, la abundancia con que soñamos.                    – La manzana dl placer:      
 
                                             
Es hoy la llave de la felicidad. Todos los sentidos estimulados exigen grandes raciones, rápidas y que no acaben.
 
              Es la manzana seductora, nuestro mundo transformado en una poderosa máquina de seducir. Nos muestra el camino de la felicidad, ofreciendo manzanas placenteras. Cómelas. Es tu vida.
              Pero esa vida, ese estilo de vida se paga con la muerte. No hay trascendencia, sino degradación. No hay libertad, sino esclavitud. No hay plenitud, sino vacío. No hay paraíso, sino destierro. No era ese el camino de la dicha, al revés ¡cuánta desesperación y cuántas lágrimas! No era ese el camino para la divinización sino para la animalización. El poder, el tener, el placer corrompe y embrutece; son caminos engañosos.
 
              MARÍA ES LA RESPUESTA.
 
              María es el camino acertado, la perfección lograda. María nos enseña que  estamos hechos para la felicidad, pero la felicidad se consigue con más libertad, con más sensibilidad, con más amistad, con más amor... María nos enseña que estamos hechos para amar, que es amando como somos dichosos, que dando, se gana, que sirviendo se eleva, que olvidándose uno, se encuentra.
              Esta figura única y excepcional de María no debe alejárnosla de nuestra humanidad; más bien se convierte para nosotros en el MODELO de primera cristiana, que nos enseña a acoger a Cristo en su venida a nuestra vida. San Agustín dice que María, antes de concebir a Cristo en su vientre, lo concibió en su mente, en su corazón, acogiendo a Dios y a su Palabra, llena de fe.
              Así también nosotros en estos días de adviento debemos hacer nuestras las actitudes de María: Silencio interior, lectura y escucha de la Palabra de Dios, ratos largos de oración reposada... También limpieza y conversión de corazón, disponibilidad y prontitud en el servicio a los hermanos, fidelidad a la propia vocación, confianza en momentos de prueba...
 
              Celebremos hoy Solemnemente la Eucaristía, que sea hoy una acción de gracias gozosa a Dios por lo que ha hecho en María y por lo que hace y quiere hacer en nosotros. Proclamemos, pues, nuestra alabanza y nuestra bendición a Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

sábado, 6 de diciembre de 2014

REFLEXIÓN DE DON MANUEL


DOMINGO SEGUNDO DE ADVIENTO
 
                         Queridos hermanos. ¿Cómo vamos preparando la llegada de Jesús a nuestra vida?, ¿Qué hemos hecho esta semana pasada para acogerlo más y mejor?
                      El pasado Domingo la Palabra de Dios nos quiso concienciar sobre la necesidad que tiene nuestro mundo (particular y universal) de que llegue el Señor. Quería que desde nuestra pobreza y realidad suspirásemos y gritásemos ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases! Oración, súplica y grito que hacíamos nuestro. Y Dios nos respondía a estas súplicas mostrándonos su venida y su presencia.
                       
                       Hoy, segundo Domingo de Adviento, nos ha regalado unas palabras, un pregón de confianza, de optimismo... en un mundo que no hay demasiadas buenas noticias: Hambre, guerras, terrorismo, desuniones, maltratos...                         
                       Isaías, el centinela, anuncia la llegada de Dios que viene generoso, con un salario impresionante, dispuesto a recompensar por las penas y los sufrimientos pasados. Viene, llega victorioso prodigando cuidados y ternura para hacer posible un cielo nuevo y una tierra nueva:
 -Viene a hablarte al corazón y consolarte como la mejor madre...  
 -Quiere confortarte. Él lo puede todo; no tengas miedo...                
 -Quiere enriquecerte, colmarte de sus dones más preciosos…
 -Quiere darte a su Hijo, un amor tan grande que Dios se hace tu fiesta, tu banquete. Quiere darte su Espíritu que es su vida más íntima.
 
 -Quizás te sientas pobre y vacío, que no tienes cualidades, que no vales para nada, pues bien, Dios ya está pronto  dispuesto a darte todo: su Hijo, su Espíritu... La recompensa le precede.                       
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-A cambio sólo te pide una cosa. Que prepares tu corazón, que sepas y quieras abrirte a la gracia; que creas en Él una vez más.

 

                        LLAMADA A LA CONVERSIÓN

 
                        Porque Isaías y Juan Bautista no han pronunciado sólo palabras de consuelo, de esperanza, también nos han llamado a la conversión: “Preparad los caminos para el Señor que viene”:  
 
  -Nuestra espera, pues, no es una actitud pasiva y conformista; es una actitud activa: la del que camina ya hacía la persona que viene.
 
   -Y la concreción de la llamada es clara y enérgica: “Convertios”.Convertios no significa que seamos grandes pecadores y debamos hacer penitencia. Convertirse es creer en Cristo Jesús que llega, volverse a Él, aceptar sus criterios de vida, acoger su Evangelio y su mentalidad. Irla asimilando en las actitudes fundamentales de la vida: Negocios, familia, profesión, tiempo libre...
 
  -En el fondo se nos invita a actualizar nuestra opción   por Cristo y que podamos decir: “No soy yo, es Cristo quien vive en mí”.       
 
ALGO TIENE QUE CAMBIAR EN ESTE ADVIENTO
 
                        Si Cristo viene y viene con fuerza, su venida nos compromete y debe notarse. ¿Qué es lo que cambiará en nuestra vida, en nuestra sociedad en este Adviento? ¿Se allanarán los senderos, daremos pasos firmes y eficaces hasta esa tierra nueva, sociedad mejor
 
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con mayor justicia y fraternidad? xenofobia, distribución justa de los bienes, guerras, paz, trabajos para jóvenes.
 
¿Qué es lo que va a cambiar en nuestras familias y comunidades?Se notara que hemos aceptado a Jesús como criterio de vida, con sus actitudes, en nuestro diálogo, comprensión, disponibilidad, servicio, perdón, alegría y amor?
 
¿Qué es lo que cambiará en nuestra vida personalSan Pedro nos decía “mientras esperáis, procurad que Dios os encuentre en paz con Él, inmaculados e irreprochables”.                                                                                    
 
¿Te dejarás querer por Jesús, que Él limpie tu vida deteriorada, que te libere de tus apegos y consumos?
 
¿Querrás compartir tus bienes con los hermanos, librarte de ti mismo, demasiado preocupado por ti?
En definitiva, te abrirás en oración a Dios que viene a regalarte todo su amor, para que, viviéndolo, los demás gocen contigo?
 
EUCARISTÍA
 
                        Para vivir esta conversión, esta opción por Jesús, Él mismo se nos da en esta Eucaristía por su Palabra y su Cuerpo. Ambos harán con tu “sí”, con tu colaboración que renazca la esperanza, la ilusión y la vida en ti, en tu familia, en tu comunidad y en nuestro mundo.