*Domingo X del Tiempo Ordinario*
🪔 Mc 3,20-35
Después entró Jesús en una casa, y se juntó de nuevo tanta gente que ni siquiera podían comer él y sus discípulos. Al saber que estaba allí, los parientes de Jesús acudieron a llevárselo, pues decían que se había vuelto loco. También los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: "Beelzebú, el propio jefe de los demonios, es quien ha dado a éste hombre poder para expulsarlos". Jesús los llamó y les puso un ejemplo, diciendo: "¿Cómo puede Satanás expulsar al propio Satanás? Un país dividido en bandos enemigos no puede mantenerse, y una casa dividida no puede mantenerse. Pues bien, si Satanás se divide y se levanta contra sí mismo, no podrá mantenerse: habrá llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes, si antes no lo ata. Solamente así podrá robárselos. Os aseguro que Dios perdonará a los hombres todos los pecados y todo lo malo que digan; pero el que ofenda con sus palabras al Espíritu Santo no tendrá perdón, sino que será culpable para siempre". Esto lo dijo Jesús porque afirmaban que tenía un espíritu impuro. Entre tanto, llegaron la madre y los hermanos de Jesús, pero se quedaron fuera y mandaron llamarle. La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le avisó: "Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan". Él les contestó: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?" Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, añadió: "Éstos son mi madre y mis hermanos. Todo el que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre".
*Meditación:*
No cumplir las expectativas de la gente que te importa y sacar "los pies del tiesto" es una tarea mucho más compleja de lo que podemos imaginar. Tampoco tuvo que resultarle sencillo a Jesús que sus propios parientes pensaran que estaba loco y fueran a buscarle, o tener que defenderse ante la acusación de los escribas de actuar por la fuerza de Satanás. Como nos permite intuir este evangelio, la valentía para ser Él mismo, sin rendirse a lo que otros quisieran que fuera, la encuentra mirándose en los ojos del Padre. Empeñémonos también nosotros en parecernos a lo que Dios sueña para cada uno, digan lo que digan los demás.
*Oración:*
Ayúdame, Señor, a no dejarme llevar por el mundo y parecerme a la persona que has soñado que yo sea.
*Acción:*
Ora hoy al Espíritu Santo por tu familia y prepara algún detalle especial para ella.
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