El Seminario Diocesano de Jaén
ha sido el lugar elegido para celebrar el Encuentro Eucarístico Diocesano, bajo
el lema «Haced esto en
conmemoración mía».
Más de un centenar de personas participaban en
el encuentro organizado por el Secretariado Diocesano para la Promoción del
Culto Eucarístico, dirigido por D. Mariano Cabeza Peralta. “Hemos hecho una convocatoria a
todos los Movimientos Eucarísticos Diocesanos, a todas las Cofradías
Sacramentales, a todos los que están en relación directa con el sacramento de
la Eucaristía, como son los ministros extraordinarios de la comunión,
catequistas que preparan la primera comunión… A todos los que, de alguna forma,
adoran a Jesucristo en el Sacramento del altar. Han respondido más de un
centenar de personas. Así, han participado en el encuentro movimientos como
Adoración Nocturnas, Tarsicios, Unión Reparadora Eucarística, Cofradías de la
Santa Cena de la diócesis, Cofradías Sacramentales, gente de parroquias,
religiosas… Ha habido una representación bastante amplia de los distintos
sectores y de todos los arciprestazgos cercanos a la capital: Martos,
Marmolejo, Úbeda, Baeza, Jaén…”, asegura Cabeza.
La jornada comenzaba con la acogida y a
continuación, se celebraba la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo, D. Ramón
del Hoyo López, y concelebrada por D. Mariano Cabeza Peralta.
Durante su homilía D. Ramón hizo hincapié en
la necesidad de madurar en la fe:
“nos tiene que dar Cristo Jesús fuerza para seguir madurando nuestra fe. Nunca
podemos sentirnos satisfechos de haber llegado ya a la cima”.
“Queridos
adoradores, devotos del Santísimo Sacramento: Cuando Jesús anunció la
Eucaristía nos dijo que este sacramento iba a ser una garantía y un anticipo de
la vida definitiva. Recordemos sus palabras para afianzar nuestra fe en el más
allá. «El que coma de este pan vivirá para siempre y el pan que yo le daré es
mi carne para la vida del mundo. El que coma mi carne y beba mi sangre tiene
vida eterna y yo lo resucitaré en el último día». Este alimento y la Palabra de
Dios nos animan a seguir entregados en nuestro recorrido como cristianos, de
hacer el bien, de amar a los demás. Pero, sin olvidar que la fuerza que llega a
nuestro corazón desde Dios, no es nuestra, y no podemos dejarla ir. Debemos
llevarla a los demás. Esta es nuestra vocación”,
continuaba.
Tras la Eucaristía, ya en el salón de actos,
D. Mariano presentaba brevemente el encuentro eucarístico. “Uniéndonos al Plan Diocesano de
Pastoral Diocesano este año, hemos querido tomar como objetivo el sacerdocio
ministerial, por ello el lema del encuentro es «Haced esto en conmemoración
mía». Eucaristía, sacerdocio ministerial y caridad son inseparables.
Están íntimamente unidas porque fueron instituidas por Jesucristo en la víspera
de su Pasión y en el marco de la Última Cena”, explicaba.
D. Bernardo Pérez Andreo, OFM, profesor
titular de Teología y Secretario General del Instituto teológico de
Murcia, fue el encargado de profundizar en la relación entre la Eucaristía y el
sacerdocio, “entendiendo
el sacerdocio como sacerdocio común que tenemos todos los bautizados, pero
también como sacerdocio ministerial”.
Así, durante su conferencia, Pérez Andreo
intentó situar la eucaristía en el momento histórico en el que surge. “La Eucaristía surge en la Última
Cena y en todas las cenas que Jesús con sus discípulos. Eucaristía significa
acción de gracias. Pero no podemos olvidar que es una mesa, es comida,
alimentación. Es decir, satisfacer las necesidades biológicas del ser humano,
pero también es satisfacer las necesidades sociales del ser humano. Por tanto,
la Eucaristía no podemos dejarla recluida como un mero culto o un mero rito,
que lo es también, pero tiene una potencia de modificación, de cambio y de
transformación, de transustanciación. No sólo de los bienes que ponemos en la
mesa, el pan y el vino, sino que transforma las relaciones personales,
transustancia el mundo y transforma el mundo para ser el Reino de Dios”.
Posteriormente se tuvieron unos momentos de
adoración del Santísimo Sacramento en la capilla mayor del Seminario, pidiendo
al Señor por las vocaciones. Esta oración contó con el testimonio de los
seminaristas mayores.
Por la tarde, tras la comida, el Sr. Vicario
de Pastoral, D. Francisco Rosales, presentaba brevemente el Plan Pastoral
Diocesano para este nuevo curso. Finalmente, el encuentro culminaba con la
oración mariana del «Viafidei» en la Capilla Mayor del Seminario.
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