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jueves, 28 de noviembre de 2013

CARTA PASTORAL ADVIENTO 2013


“Preparemos la Navidad cristiana”
Queridos fieles diocesanos:
1. El próximo domingo, 1 de diciembre, comienza el Adviento y, con él, un nuevo Año Litúrgico.
Los cristianos dedicamos, todos los años, seis semanas para celebrar la manifestación salvadora de Dios. En el centro estará siempre la Noche de la Navidad. Lo anterior: preparación. Después: Contemplación. Adviento. Navidad y Epifanía vienen a significar: venida, nacimiento, manifestación.
El Dios que quiso ser “Dios-con-nosotros” entró en nuestra historia hace dos mil años, en Belén, pero esta venida se actualiza sacramentalmente, cada año, durante este tiempo litúrgico. Es tiempo de gracia y profundización en nuestra vocación cristiana, desde la fe, esperanza y caridad.
La dimensión del Adviento queda magistralmente expuesta en una Carta Pastoral de San Carlos Borromeo, en que leemos: “Así como vino una sola vez en carne, si quitamos por nuestra parte todo obstáculo, a cualquier hora y en cualquier momento está dispuesto a venir de nuevo a nosotros habitando espiritualmente en nuestro interior con abundancia de gracia” (Cartas Pastorales: Acta Ecclesia Mediolensis, tomo II, Lyon 1683, 916-917).
2. Nuestra Madre la Iglesia a través de la liturgia del Adviento nos invita a detenernos, en silencio, para captar “la visita de Dios”. Él entra en nuestras vidas si le abrimos interiormente. Desde el recogimiento tendríamos que escribir en estos días como “un diario interior de su amor” al comprobar sus mil gestos de amor y de atención para con nosotros. Podremos comprobar que Dios está, en nuestro interior, que no se ha retirado del mundo, que no nos ha dejado solos. Caer en la cuenta de que Él nos visita de múltiples maneras.
Esta cercanía de Dios es la fuente de donde brota luego la verdadera alegría de la Navidad. Ahí nace la paz interior, como don de Dios. En este sentido les exhortaba san Pablo a los Filipenses: “Estad alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres” (Flp 4, 4).
Durante este tiempo podremos comprobar cómo la Iglesia nos lleva de su mano y nos conduce, por medio de la Liturgia, por este camino entre la presencia de Dios y la espera de lo eterno. Vivimos el presente en el que podremos comprobar, gracias a la luz de la fe, que están a nuestro alcance los dones de Dios y que les proyectamos hacia el futuro, un futuro lleno de esperanzas.
3. Son días, por tanto, de espera. Una ocasión más, nueva y propicia, para nuestra salvación. En la vida siempre estamos esperando. El niño espera crecer; el adulto busca su realización y éxito; en la edad avanzada se añora el descanso. Pero en nuestro interior la voz de Dios nos dice que esta esperanza es poca para el creyente.
Jesús explicó esta verdad misteriosa con varias parábolas: en la narración de los siervos invitados a esperar el regreso de su dueño; en la parábola de las vírgenes que esperan al esposos; o en la de la siembra y la siega. Es ese final el que anhela nuestro corazón: el encuentro con Dios, la llegada del esposo, recoger los frutos que hemos sembrado.
El Adviento debe despertar en nuestras vidas ese verdadero sentido de la espera, volviendo nuestros ojos al misterio de Cristo, el Mesías esperado durante muchos siglos, que nació en la pobreza de Belén y que continúa naciendo para nosotros.
4. Nos decía san Carlos Borromeo que, en esta espera, hemos de quitar por nuestra parte “todo obstáculo”.
Como humanos que somos vivimos simultáneamente de forma inseparable una dimensión espiritual y otra corporal. Somos parte de este mundo y estamos vinculados a sus limitaciones y planteamientos materiales pero, al mismo tiempo, estamos también abiertos incluso a dialogar con Dios y a acogerlo en nosotros.
Deberíamos preguntarnos, por eso, en este Adviento: ¿Cuáles son los obstáculos que he de hacer desaparecer para recibir en mi vida la visita de Dios en la próxima Navidad? ¿Qué programa he de trazarme durante este tiempo en mi doble dimensión: espiritual y corporal?
Posiblemente: crecer en esperanza y caridad después del recorrido que hemos hecho en el Año de la fe.
Afianzarnos en que nuestra esperanza no carece de fundamento, sino que se apoya en un acontecimiento que se sitúa en la historia y, al mismo tiempo, supera a esta historia: Jesús de Nazaret. “Dios de Dios, luz de luz”, como profesamos en el Credo.
Vivir el amor de Dios en el prójimo, porque si vamos a poner nuestra mano en la suya, si Él nos ilumina con la luz de su Palabra y el Pan de la Eucaristía, si hemos experimentado su amor, debemos poner también nuestra mano en los hermanos. Espontáneamente nuestro corazón se inclinará hacia los más necesitados porque son los más cercanos y parecidos al Niño de Belén y a la sagrada familia del portal
Que María, Madre del Adviento, nos acompañe en este camino.
Con mi afecto en el Señor.
+ Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén

lunes, 25 de noviembre de 2013

PRIMARA ADORACIÓN DE LOS TARSICIOS


En la mañana del sábado tuvo lugar la primera Adoracilón al Santisimo por parte del grupo Tarsicios. Tras ver una pelicula en la que se animaba a los niños a seguir a Dios desde pequeños, se paso a la Capilla para Adorar a Dios Eucaristía y hacer un ratito de oración.
Se finalizó haciendo unas manualidades relacionadas con el tiempo que comienza, el Adviento.

domingo, 24 de noviembre de 2013

REFLEXIÓN DE DON MANUEL


SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO “C


 INTRODUCCIÓN: ¡Adorado sea el Santísimo Sacramento del Altar¡… Querido Consejo de la Adoración Nocturna, hermanos y hermanas adoradores del Santísimo. Hoy culminamos el año litúrgico y el “Año de la fe” con la Solemnidad de Jesucristo, Rey del universo. Durante este año la persona de Jesucristo, el Hijo Único de Dios y Señor nuestro, que nos ha revelado al Padre y nos ha donado el Espíritu Santo, nos ha fascinado; sus hechos y palabras nos han admirado. Hoy se nos presenta como Rey Absoluto, Dueño y Señor del universo, el único capaz de dotar de sentido a nuestra existencia y disipar nuestros miedos... Y todo desde su lugar de preferencia: la cruz y el calvario que hablan por si solos.

         La Palabra de Dios proclamada y nuestra reflexión nos ayudan a captar que quiere decir que Jesús es Rey, que se entiende por su Reino y lo que supone también para nosotros y para nuestras vidas.

          1.- DIOS REINA DESDE LA CRUZ.

         La primera lectura nos ha presentado al Rey David, que une bajo su corona a todas las tribus de Israel. Es el Rey de la unidad. Para los Judíos,  es el rey por excelencia.

Su persona anuncia lo que el Mesías realizará en plenitud.

         Así Cristo realiza en su persona, pero en la cruz, la unidad perfecta y definitiva del Pueblo de Dios y de todo el género humano. “Dios Padre ha querido fundar todas las cosas en su Hijo muy amado” (oración), “y todo se mantiene en Él” (2ª lectura), gracias a su amor.

          Pero lograr esa unidad en el amor no le ha resultado nada fácil al Hijo: Logra “reconciliar consigo todos los seres por la sangre de su cruz” (2ª lect.) Y eso le ha merecido ser Dueño y Señor. Y lo demuestra en su misma muerte, diciendo al ladrón que agoniza a su lado: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Es en ese momento cuando más se manifiesta la gloria de Dios a los hombres.

       Es por ello vencedor y Señor de la muerte. “Primogénito de entre los muertos”. Él no va sólo al Padre. Con Él va el buen ladrón y van con Él todos los que lo aceptan como Rey: los pobres y los extraviados, los ladrones y publícanos, las prostitutas..., todos los que desde el abismo de su pecado (pobreza) le claman arrepentidos: “Acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino”.                                                                  

   Se han abierto las puertas para aquellos que confiesan que el ajusticiado en la cruz y que muere entre dos ladrones, es Dueño y Señor. Es el objetivo que todos los cristianos hemos procurado conseguir y vivir este Año de la fe: “Redescubrir la hermosura de la fe, adhiriéndonos a la persona de Jesucristo”

   2.- CONSTRUCTORES DEL REINO.

        Pues bien, desde esa experiencia de su amor de Dios, todo el que cree en Él, recibe y  ha de vivir involucrado en su misma misión: Poner de manifiesto y construir en el mundo la Unidad del Reino que Cristo ha venido a instaurar: El Reino eterno y universal, el Reino de verdad y de vida, de santidad y de gracia, el Reino justicia, amor y de paz.  ¿CÓMO HEMOS DE HACERLO?

     - Siguiendo el camino trazado por Jesús: y Él lo ha hecho con la fuerza del amor, un amor que lo ha levantado en la cruz.

     - Trabajando como Él por la humanización siempre creciente de la creación,  es el proyecto permanente de Dios, pues todo trabajo por el Reino pasa por el amor, única fuerza plenamente humana y transformadora.

      - Tengamos en cuenta que es un Reino Universal: Que la Buena Noticia que anunciamos debe tomar cuerpo en todas las civilizaciones y culturas, lejos de nosotros y a nuestro lado: en nuestro pueblo, en nuestro trabajo, familia, grupos...

        - Humanizar este mundo que nos rodea, inyectarle amor, es hacer presente en este mismo mundo el Reino de Dios, es “reconciliar todos los seres, haciendo la paz”.

       - Hemos de orar más que nunca y llenarnos de la fuerza de Palabra de Dios y del Pan de la Eucaristía, para con Jesús y en su nombre, poner nuevo color en los corazones de todas las personas.        
   

       Qué mejores conclusiones que estas para finalizar el “Año de la fe”. Así pues hermanos y hermanas, amemos con el amor de Cristo y hagamos crecer el Reino de Dios Padre entre nosotros. Con la fuerza del Espíritu Santo seamos testigos del amor de Dios Uno y Trino en nuestro mundo.

         En esta Eucaristía, mientras compartimos en la fe y en la esperanza el Pan del Reino, glorifiquemos a Jesucristo, agradezcámosle y pidámosle que aumente nuestra fe, que ahora unidos vamos a confesar.  

 

DOMINGO 34 LECTURAS Y SALMO


DOMINGO 34 REFLEXIÓN EVANGELICA


sábado, 23 de noviembre de 2013

Carta Pastoral para la clausura del Año de la Fe


“Nuestra vocación es de esperanza”
Queridos fieles diocesanos:
1. Siguiendo las indicaciones del Papa Benedicto XVI, estamos celebrando el Año de la Fe desde el 11 de octubre de 2012. Concluirá el próximo 24 de noviembre Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.
A lo largo de todo este año hemos tenido ocasión de reflexiones sobre las verdades contenidas en el Credo, que tantas veces hemos recitado, y de renovar las promesas y compromisos bautismales.
De una u otra forma y en distintos momentos nos hemos acercado a la Carta Apostólica Porta fidei, “La Puerta de la fe”, de S. S. Benedicto XVI, que nos ha dejado como herencia viva de su fecundo pontificado.
“Como la samaritana, nos decía, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14). Debemos descubrir de nuevo, el gusto de alimentarnos con la palabra de Dios, transmitida fielmente por la Iglesia, y el Pan de vida, ofrecido como sustento a todos los que son sus discípulos (cf. Jn 6, 51)”(PF, 3)
Creer en Jesucristo, aseguraba también, es el camino para esperar, amar y salvarnos. Ponía también en nuestras manos los textos del Vaticano II en el cincuenta aniversario de su apertura y el Catecismo de la Iglesia Católica, a los veinte años de su publicación.
Es momento de evaluar a nivel personal y comunitario, nuestras respuestas durante este año de gracia pero, sobre todo, de agradecer juntos al Señor, en la festividad de Cristo Rey del Universo, las abundantes bendiciones y beneficios que ha derramado sobre nosotros en esta Iglesia de Jaén, a lo largo de todo este año.
2. El Papa Francisco, recibiendo el legado de Benedicto XVI, nos ha propuesto también, en su primera Carta Encíclica Lumen fidei, “La Luz de la fe”, que esta luz tan potente no viene de nosotros sino que nace del encuentro con Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor, un amor que nos precede y en el que nos podemos apoyar para estar seguros y construir la vida” (LF, 4).
Insiste el Santo Padre a lo largo de esta Carta, además de hacernos tomar conciencia de que somos herederos de la fe de los Apóstoles, en que nos ha de servir de estímulo para evangelizar y transmitirla a otros. No podemos interrumpir la cadena de esta transmisión, guardando la luz debajo de la mesa, sino mostrarla sin miedo, ni complejos, ante los demás.
La fe crece dándola y este Año de la Fe continua abriéndonos a esperanzas nuevas. Allí estábamos, adelantándonos, en el tiempo, cuando Jesús, después de la resurrección encargó a sus discípulos para siempre: “Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id pues y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos” (Mt 28, 19-21).
3. Nuestra vocación cristiana debe rezumar siempre esperanza, más en el “cambio de época” por la que atravesamos. No es momento de “huir de Jerusalén” como los discípulos de Emaús. Precisamente en este momento en que vivimos hace falta cristianos y comunidades organizadas capaces de acompañar, de ir más allá del lamento y de la escucha. Hoy los cristianos tenemos que salir de los templos y ponernos en marcha con la gente, para escuchar y descifrar el porqué de su huida de Jerusalén, de su Iglesia. Hemos de orar más que nunca y llenarnos de la fuerza de la Palabra de Dios y del Pan de la Eucaristía, para, con Jesús y en su nombre, poner nuevo color en sus corazones para que regresen a su comunidad, porque en ella están las fuentes de que se alimenta su fe: La Escritura, la presencia del Señor en la Eucaristía, los Sacramentos, la Comunidad, su Madre…
“Maldito quien confía en el hombre, escribe el Profeta Jeremías, y busca el apoyo de las criaturas, apartando su corazón del Señor. Bendito quien confía en el Señor y pone en Él su esperanza” (Jr 17, 5-7).
La Carta a los Hebreos describe asimismo a la esperanza como ancla que mantiene firme nuestra nave ante las tempestades. Debemos aferrarnos a ella desde nuestra fe, porque “es como ancla del alma, segura y firme, que penetra más allá de la cortina (el cielo), donde entró como precursor, por nosotros, Jesús, Sumo Sacerdote” (Hb 6, 17-20).
4. Gracias por tantas y tan ricas iniciativas, desde las Vicarías, Delegaciones y Arciprestazgos, hasta cada una de las parroquias y comunidades, asociaciones y movimientos. En su conjunto ha sido un año fecundo como para agradecérselo al Señor.
Desde Vicario Pastoral y la Delegación de Liturgia se enviarán los subsidios correspondientes para que, en cada una de las Parroquias e Iglesias abiertas al culto público comenzando por la Catedral, se ofrezca a los fieles la ocasión, en la medida de lo posible, para renovar las promesas bautismales y profesar el Credo, aparte de otras iniciativas posibles.
Con mi afecto en el Señor.
+ Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén

TOMA DE POSESIÓN DEL REELEGIDO PRESIDENTE DE LA AGRUPACIÓN ARCIPRESTAL DE COFRADÍAS.




PEREGRINACIÓN A ALMODOVAR DEL CAMPO




Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Trinidad

Inauguración de la Restauración del Retablo donde nuestros Sagrados Titulares permanecen durante todo el año en la Parroquia de San Andrés.
Dicho acto tendrá lugar durante la Misa de Difuntos que esta Cofradía celebrará el próximo sábado, día 23 de Noviembre, a las 19:30 horas en la Parroquia de Santa María del Alcázar y San Andrés Apóstol.
Oficiará la Santa Misa el Rvdo. P. D. Domingo Antonio Pérez Fernández, Párroco y Capellán de la Cofradía.
Durante la Celebración participará Dª. Josefa María Gámez Valenzuela, Organista titular y Custodio del Órgano de la Parroquia.

martes, 19 de noviembre de 2013

NUEVO TURNO DE JÓVENES ADORADORES EN TORREPEROGIL


Un nuevo Turno de Jóvenes de la Adoración Nocturna se inauguró el pasado sábado 16 de noviembre en la parroquia de Santa María en Torreperogil.

Un numeroso grupo de jóvenes de Torreperogil apoyado y acompañado por otros jóvenes de Baeza, Bejíjar, Huelma , Jódar, Mengíbar, Jabalquinto, Jaén e incluso venidos de otras provincias  como Córdoba y Almería, adorando a Jesús Eucaristía. El Espíritu Santo se hizo presente con gran fuerza en un ambiente de oración y  recogimiento.

Damos gracias a Dios  por su gracia derramada y como el lema  de la Vigilia pedimos por estos jóvenes, para que sean  adoradores en la  noche y testigos en el  día con su vida y con sus acciones.

Pedimos también al Señor y a la Virgen Santísima para que  sigan surgiendo nuevos grupos de adoradores nocturnos que adoren a Jesús en Espíritu y  en Verdad.

Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar!



lunes, 18 de noviembre de 2013

HOY COMIENZA LA CAMPAÑA DE RECOGIDA DE ALIMENTOS



                     CÁRITAS CON FILIPINAS
 
FILIPINAS: LA RED CÁRITAS HACE BALANCE DE SU RESPUESTA
A LA EMERGENCIA A UNA SEMANA DEL SÚPER TIFÓN «HAIYAN»
Los equipos de Cáritas están distribuyendo ayuda de primera
necesidad a los damnificados en las 10 diócesis más afectadas
Cáritas. 15 de noviembre de 2013.- Cuando se cumple una semana de la embestida en
el archipiélago del súper tifón “Haiyan”, la red Cáritas en Filipinas hace balance de su
respuesta a los efectos de la emergencia en las zonas más afectadas.
A fecha de hoy, los equipos de Cáritas están distribuyendo ayuda de primer necesidad a
los damnificados en las 10 diócesis más afectadas del país.
Contexto de situación
Según los datos facilitados por Cáritas Filipinas y el Gobierno filipino, a fecha de hoy se
contabiliza la siguiente relación de daños personales y materiales:
- 2.357 muertos, 77 desaparecidos y 3.853 heridos
- 11,3 millones de damnificados en 574 municipios y ciudades
- 670.000 personas desplazadas
- 500.000 casas totalmente destruidas
La mayoría de las vías terrestres permanecen intransitables. Sólo al aeropuerto deTacloban está funcionando parcialmente y sirve como centro de mando del operativo derespuesta del Gobierno filipino.
Los mercados locales están desabastecidos y la escasez de alimentos es preocupante debido a la disminución de la oferta local.
Continúan  los  cortes  de  energía  en  la  mayoría  de  las  zonas, mientras que  algunos municipios de Capiz, Ilo-Ilo y la Antigua carecen de agua corriente. La señal de telefonía móvil e internet no se ha restablecido totalmente en Samar Oriental y Occidental, el sur de Leyte, Leyte, Capiz, Biliran, Borongan, Masbate y Coron en Palawan.
Respuesta a la emergencia de la red Cáritas: Cronología
10 de noviembre: Cáritas Filipinas, junto a miembros de la red Cáritas en el país y los Secretariados Diocesanos, realiza evaluaciones iniciales en las provincias de Samar y Leyte. Cáritas Filipinas, Cáritas Manila y la basílica de Quiapo liberan fondos por un total de 50.000 euros, que son transferidos a las nueve diócesis más afectadas.
11 de noviembre: Se constituye un comité de emergencias, formado por representantes de Cáritas Filipinas, de la red Cáritas en el país, Cáritas Manila, Diócesis de Paranaque,Diócesis de Pasig y la basílica de Quiapo.
12-13 de noviembre: Personal técnico de Cáritas Internationalis llega al terreno para apoyar las tareas de comunicación,  finanzas y logística. Desde Roma se convocan reuniones para la planificación y puesta en marcha del llamamiento de emergencia. El equipo técnico de la red internacional de Cáritas parte de Manila en dirección a Cebú.
                                   14 de noviembre: Un equipo de la red Cáritas llega a Tacloban y a Ormoc para realizar una evaluación inicial. Por su parte, el equipo desplazado a Cebú regresa a Manila para presentar sus informes de situación. Se comienza a elaborar el llamamiento de emergencia a la red Cáritas.
 
Las Cáritas Diocesanas han estado realizando desde el principio de la emergencia repartos generalizados de alimentos y agua a las poblaciones afectadas.
Cáritas Filipinas ha desembolsado hasta la fecha 135.000 euros a once diócesis para cubrir gastos de comida, agua y artículos de emergencia no alimentarios.
Los equipos de evaluación de Cáritas están desplegados actualmente en Cebú, Samar,Tacloban y Ormoc. Se espera que antes de que termine la semana se desplieguen también equipos de evaluación en Palawan, Jaro, Capiz, Aklan y la Antigua.
Respuesta de Cáritas Española
Cáritas Española, por su parte, mantiene un seguimiento constante de la evolución de la emergencia, a través de su participación activa en el dispositivo de coordinación puesto en marcha por Cáritas Internationalis y la comunicación permanente con Cáritas Filipinas.
Tras el envío inicial de 200.000 euros a Cáritas Filipinas el pasado lunes, Cáritas Española está a la espera de la identificación de objetivos y zonas de actuación que se identifiquen en el plan de emergencia y rehabilitación propuesto por Cáritas Filipinas para definir el alcance y las características de su respuesta al mismo.
La mayoría de las 70 Cáritas Diocesanas de toda España, por su parte, han secundado la campaña “Cáritas con Filipinas” y han activado en sus respectivos territorios diocesanos distintas acciones de sensibilización e información sobre la respuesta de la red Cáritas a la emergencia y de canalización de recursos hacia los damnificados.

  


Campaña «CÁRITAS CON FILIPINAS»

Teléfono de donaciones: 953.230.200

ENTIDAD
CUENTA
BBVA
0182- 6029- 58- 0202925939
BANCO SANTANDER
0049- 2462- 17- 2314414221
CAJA RURAL DE JAÉN
3067- 0100- 26- 1147200628
BANCO POPULAR
0075- 0011- 51- 0601504651
LA CAIXA
2100- 2473- 96- 0201020128
BANCO SABADELL
0081- 0419- 86- 0001514253
CAJA GRANADA
0487- 3149- 04- 2000015428
BANKIA
2038- 9800- 22- 6000276644
CAJASUR
0237- 0072- 90- 9150430630
CÁRITAS DIOCESANA DE JAÉN

Baeza con Filipinas

En la pasada reunión celebrada por el Consejo de Caritas Interparroquial de Baeza se acordó el envío de 3.000 € a Caritas España como aportación de nuestra localidad a la ayuda que ya está prestando Caritas Filipinas en ese país tras al gran desastre ocurrido por el paso de Huracán Yolanda.
 
Caritas esta trabajado directamente en las zonas devastadas, os adjunto  nota de prensa emitida por Caritas España informando de las últimas intervenciones.

domingo, 17 de noviembre de 2013

REFLEXIÓN DE DON MANUEL


DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO “C”

      Queridos hermanos y hermanas sed bienvenidos a celebrar el Día del Señor, el Día de los cristianos. Pues el Señor, al tercer día de entregar su vida en la cruz, resucitó, y desde entonces todos los cristianos celebramos su triunfo sobre la muerte, que es también nuestro triunfo.

     Los cristianos solemos celebrar los acontecimientos importantes de nuestra vida. Así cuando vamos a comenzar alguna acción de envergadura, solemos pedir la bendición la protección y la ayuda a Dios para que todo trascurra bien. Otras veces, aunque menos, solemos darle gracias por los beneficios buenos que  recibimos…

     Esta tarde por iniciativa de la Hermandad de San Isidro Labrador, hemos sido convocados para invocar y pedir al Señor todos unidos que los trabajos de la recolección de la aceituna en nuestros campos de Baeza se desarrollen con normalidad y sin sobresaltos; que no haya accidentes y que la hermosa cosecha que Dios no ha concedido este año, sirva para mitigar y cubrir tantas necesidades por las que muchas familias y personas están padeciendo.              

     La Palabra de Dios proclamada nos ha situado, en un sentido escatológico, ante el fin del mundo presente. Este mundo “de tiempo” se termina y se acaba, como semilla que muere para florecer en “un mundo de eternidad”.

     Y nosotros los cristianos estamos llamados a destruir el mundo viejo herido por el mal y el pecado y cuyas secuelas son: la injusticia, la explotación, la insolidaridad, la guerra, el hambre, el odio, el egoísmo, la muerte. Por ello, seremos perseguidos… y como Cristo daremos la vida.     Sin embargo Cristo, a través de nuestras vidas está renovando este mundo, sembrando en el corazón del hombre el amor y la vida hasta que complete su obra, el Reino de Dios, el cielo nuevo y la tierra nueva.

      Mientras la Iglesia, su Iglesia es el instrumento de Dios, Sacramento de Salvación, para realizar entre los hombres la renovación y la construcción del mundo nuevo, de eternidad.

                         DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA

      Pero, ¿qué hace la Iglesia? En este Domingo en que celebramos el Día de la Iglesia Diocesana, se nos dice: LA IGLESIA ES UNA COMUNIDAD QUE ACOMPAÑA Y AYUDA. Y así lo vive y lo realiza todos los días:

- Anuncia la Palabra de Dios. Todos los días sacerdotes, profesores, catequistas... dedican sus horas al  de trabajo de proclamar la Buena Noticia del amor de Dios. “No sólo de pan vive el hombre...”

- Todos los días santifica mediante los Sacramentos a quienes acuden a ella con fe; abre los templos, celebra la Eucaristía y la Penitencia, celebra la Unción de los enfermos en la casa de estos...Bendice los matrimonios.

- Todos los días abre sus manos, su corazón al necesitado de cultura, de lugares, de promoción social; al pobre y necesitado de bienes materiales y a los pecadores. En resumen realiza y lucha por un mundo nuevo.

     Este quehacer diario de la Iglesia lo realizan en nombre de toda la comunidad, los sacerdotes, los religiosos y religiosas, los laicos, padres y madres de familia, profesionales, jóvenes y niños, pues todos los bautizados somos Pueblo de Dios.

 

           En el Día de la Iglesia Diocesana es una buena ocasión para hacer una breve reflexión sobre el Misterio de la Iglesia y tomar conciencia de ella.

     

            A) QUE NO ES LA IGLESIA  

- No es un Supermercado. Donde se compra lo que interesa y a un precio. Dios da gratis y no podemos comprarlo ni comprarle.

- No es el Cura, que me cae simpático y me atiende o antipático y no me escucha y está perdido.

- No es la Iglesia el día que llevo flores por lo de la comunión de mi pequeño o en el entierro de un familiar. Después... nada. Dios creó las flores y las ama siempre.

- No debe ser la Iglesia el lugar donde encargo mi misa, mi funeral, mi día, mi hora, mis convidados...

 

           B) QUE ES LA IGLESIA

- Es la comunidad de los creyentes en Jesús. Comunidad de personas que se comunican entre sí porque tienen y viven una misma fe, que se siente solidaria de los hermanos, que avanza en el camino de la Unidad.   

- Que tiene como fin el mismo de Cristo: Salvar a los hombres y a todo hombre.

- La Iglesia somos nosotros los bautizados; es pues, nuestra y también nuestra su actividad y sus necesidades.

 

     Hoy nos toca tomar conciencia para amarla más, para trabajar en ella, y unidos a Cristo y  otros hermanos hacer ir forjando para todos el cielo nuevo y la tierra nueva a que todos aspiramos. ¿Qué seria la Iglesia sin catequistas...?

 

-La Eucaristía produce comunión. La comunión es así mismo participación que se expresa en la comunicación cristiana de bienes. La Eucaristía nos pide vivir el estilo de los primeros cristianos. “Todos los creyentes acudían asiduamente a la enseñanza de los Apóstoles, a la fracción del pan y a las oraciones... Vivian todos unidos y ponían todo en común”.