CONTACTA CON NOSOTROS

Todos los que queráis mandarnos vuestros comentarios y sugerencias podéis hacerlo a: parroquiasanpablo2011@gmail.com

domingo, 22 de enero de 2012

D. MANUEL, PARA LA REFLEXIÓN

EL REINO DE DIOS ESTÁ ENTRE NOSOTROS
Muchos cristianos vivimos sumidos en la indolencia, en una fe de rebajas, en un cristianismo “a la carta”; y acogemos la venida de Dios entre nosotros como si de un simple suceso se tratase y no saltamos de gozo, conscientes de que somos partícipes de una Gran Noticia. Porque a lo largo de la historia no ha habido otra Noticia que haya merecido más primeras páginas: Dios quiere salvar al hombre, Dios nos trae el cielo a la tierra y quiere incorporarnos a su aventura. Este es el gran mensaje de Jesús: que el Reino de Dios está entre nosotros. Por eso hoy vemos a Jesús proclamar a los cuatro vientos: ¡Está cerca el Reino de Dios, convertís y creed la Buena Noticia!

Pero Jesús no quiere en su Reino una masa indolente de adeptos, sino que exige una condición para poder pertenecer al Reino de Dios: es necesario convertirse. ¡Convertíos! Exclamará. Convertirse, es salir de uno mismo y volver la mirada y la vida a otra persona. Es quitar el centro de la vida de mi egoísmo y colocarlo en el amor de Dios y del hermano. Es vivir saliendo de sí mismo para hallarnos con los otros. Porque la persona, cuando encuentra al hermano, ya está cerca de Dios; y cuando encuentra a Dios ya ve en cada hombre a un hermano.

Esta Buena Noticia, este mensaje de salvación necesita mensajeros que lo proclamen. Por ello Jesús recorre Galilea haciendo discípulos para convertirlos en apóstoles, y les invita con energía a seguirle: ¡Venid conmigo y os haré pescadores de hombres! Jesús les invita, como hoy a nosotros, a un cambio total de vida. Y ellos realmente se convirtieron: dejando las redes, su trabajo, su vida, salieron de sí mismos para encontrarse con el Maestro. Y en nombre de su Maestro recorrieron su pequeño mundo continuando con la Buena Noticia: “El Reino de Dios está aquí entre vosotros: ¡Convertíos!”

Hoy la mirada de Dios se posa en cada uno de nosotros, nos penetra con la enérgica y suave invitación a seguirle y ser de los suyos, para seguir predicando la Buena Noticia. Se trata del diálogo de dos libertades: la libertad de Jesús que “llama a quien quiere”; y mi libertad que le responde: “voy contigo, Señor”. Y así nos incorporamos como discípulos en la “aventura del Reino”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario