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miércoles, 27 de abril de 2011

REFLEXIÓN DE ENRIQUE CANTOS

Un año más Semana Santa...
Cuando llegan determinadas fiestas siempre me pasa lo mismo, me pongo a pensar, y en que estoy pensado en estos días de Semana Santa… pues pienso si realmente a Dios le mereció la pena sacrificar a su único hijo, si realmente todo lo que sufrió Jesús mereció la pena, y por que me planteo estás preguntas imagino te estarás planteando…
En la última cena Jesús nos dejó el mandamiento supremo, “Amaros unos a otros como yo os he amado”.
Si le echamos una mirada al mundo podemos ver no solo la hermosura de nuestras procesiones o la crisis que tanto nos preocupa, o el drama de los millones de parados, las subidas de impuestos… no solo vemos que este año no nos podremos ir de vacaciones, o que tenemos que restringir nuestras salidas a los bares… si echamos esa mirada real podemos ver como sigue Haití después de la gran catástrofe que la asolo, o podemos ver como nos hemos olvidado del desastre acaecido hace años en el sudeste de Asia, o podemos recodar que siguen las hambrunas en África, o el como se sigue explotando a los niños en numerosos países, si seguimos mirando, aunque nos cueste trabajo podemos ver imágenes de niños soldados en numerosas guerras que no son noticia, como no es noticia el maltrato a la mujer en demasiados países, la ablación del clítoris, la falta de libertad, el maltrato o exterminio a minorías étnicas, el como sigue la pena de muerte, podemos ver o imaginar formas de morir que pensábamos no seguían vigentes como es la lapidación, como mueren homosexuales ejecutados… hay veces que me pregunto si somos conscientes que enfermedades que están erradicadas en Europa siguen llevándose a la tumba a miles o cientos de miles de personas, me pregunto si en la comodidad de nuestros sillones nos planteamos que en la India se han llevado a cabo esterilizaciones forzosas tanto a hombres como a mujeres, o que se sigue persiguiendo a millones de personas por ser creyentes de una determinada de religión, ¿Sabemos a caso el numero de abortos que se producen anualmente en el mundo?
Se que son muchas preguntas, se que son muchos los millones de sufrientes que hay en el mundo, como también soy consciente de ese famoso refrán “Ojos que no ven, corazón que no siente”, algunas veces pienso que tengo una conciencia demasiado exigente, sinceramente pienso que algunas veces pienso en exceso, ¿Pero como ser indiferente al sufrimiento de personas iguales que yo ante Dios, (que son hermanos según el mandato del Amor que nos dejo Jesús en su última Cena)?
También se me ocurren otras preguntas a raíz de estas reflexiones ¿Podemos hacer algo para mejorar la situación de estos hermanos nuestros? Yo creo que si, claro que podemos hacer muchas cosas, la primera de ellas es ser consciente de la realidad de estos millones de personas, y la segunda es poner nuestro granito de arena, hay muchas formas de colaborar, la más sencilla es a través de un donativo económico, por supuesto también debemos hacer oración y pedir a Dios sensibilice a quienes nos gobiernan, los cuales sinceramente creo que pasan olímpicamente del sufrimiento de estos millones de hermanos nuestros.
Algunos filósofos y no pocas personas culpan a Dios de los padecimientos de estás personas, es más yo mismo me lo he planteado en algunas ocasiones, pero siendo honrados quien maneja los recursos del planeta no es Dios, son las grandes potencias quien acapara la mayoría de los alimentos, medicinas, y recursos energéticos somos nosotros, no Dios, Él nos dio inteligencia, y conciencia, como para saber realmente lo que es bueno y malo, y somos nosotros los que debemos gestionar de manera correcta esos recursos no Dios. Él cuando vino al mundo lo hizo de manera sencilla, “Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz…” Él predico con el ejemplo, Él nos enseño como teníamos que tratar al prójimo… por ello creo que sí que mereció la pena que Dios nos mandase a su Hijo. Hay numerosas personas que dedican sus vidas por entero a estos prójimos, y no solo hablo de los misioneros, ¿Cuántas personas trabajan para instituciones como Caritas o Manos Unidas? No, no podemos ser fatalistas, yo no lo soy, si que pienso que se puede hacer mucho más, pero no podemos ignorar ni el trabajo de esas personas ni la colaboración económica que hacemos los españoles, aunque tampoco podemos ignorar que a pesar de que nos asola esta maldita crisis a muchos de nosotros no nos falta la comida ni el agua corriente, ni las muchas comodidades de nuestras amplias casas, por ello siempre he pensado que privándonos de una caña o café y dando lo que cuesta a instituciones benéficas podríamos conseguir que muchas personas ese día coman.
Jesús muere un viernes, pero de la misma manera que acaba la noche y llega el hermoso amanecer, Jesús resucita y con su resurrección llega nuestra esperanza, con la resurrección Jesús da sentido al sufrimiento previo, a nuestro sufrimiento, a nuestra vida, al menos así piensa el ignorante que escribe estas líneas.

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