CONTACTA CON NOSOTROS

Todos los que queráis mandarnos vuestros comentarios y sugerencias podéis hacerlo a: parroquiasanpablo2011@gmail.com

domingo, 27 de julio de 2025

*¡FELIZ DOMINGO Y FELIZ SEMANA!* 😘




🟢 *Domingo XVII del Tiempo Ordinario* 

🪔 Lc 11,1-13


Estaba Jesús una vez orando en cierto lugar. Cuando terminó, uno de sus discípulos le rogó: “Señor, enséñanos a orar, lo mismo que Juan enseñaba a sus discípulos”. Jesús les contestó: “Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Danos cada día el pan que necesitamos. Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos han ofendido. Y no nos expongas a la tentación”. También les dijo Jesús: “Supongamos que uno de vosotros tiene un amigo, y que a medianoche va a su casa y le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, porque otro amigo mío acaba de llegar de viaje a mi casa y no tengo nada que ofrecerle.’ Sin duda, aquel le contestará desde dentro: ‘¡No me molestes! La puerta está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme a darte nada.’ Pues bien, os digo que aunque no se levante a dárselo por ser su amigo, se levantará por serle importuno y le dará cuanto necesite. Por esto os digo: Pedid y Dios os dará, buscad y encontraréis, llamad a la puerta y se os abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra y al que llama a la puerta, se le abre. ¿Acaso algún padre entre vosotros sería capaz de darle a su hijo una culebra cuando le pide pescado? ¿O de darle un alacrán cuando le pide un huevo? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre que está en el cielo dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!”.


*Meditación*

El mal forma parte de este mundo… La intercesión de Abraham por Sodoma nos muestra el poder de la oración intercesora. La misericordia de Dios es eterna. Aunque el mal abunda, Dios está dispuesto a perdonar, en atención al bien de unos pocos justos. Esta enseñanza nos anima a ser constantes en la oración y a inter¬ceder por los demás, confiando en la compasión divina. 

Y la mejor manera de orar es la que Nuestro Señor Jesucristo nos enseña: el Padrenuestro, el diálogo con nuestro Padre amoroso en el que nos ponemos en sus manos y le pedimos aquello que necesitamos cada día. Y la insistencia en la oración es para que nuestro corazón no olvide nunca de dónde nos vienen los dones de cada día. 


*Oración*

Dios misericordioso, enséñame a tener un corazón compasivo y lleno de fe. Que pueda confiar, aunque el mal me rodee. Ayúdame a esperar en tu misericordia y a ser un instrumento de tu paz y justicia en el mundo. Y haz que el Espíritu Santo venga a mi vida. Amén.

EXPERIENCIA COTIDIANA

No hay comentarios:

Publicar un comentario