🟢 *Domingo XVI del Tiempo Ordinario*
🪔 Lc 10,38-42
Seguían ellos su camino. Jesús entró en una aldea, donde una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Marta tenía una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies de Jesús, escuchaba sus palabras. Pero Marta, atareada con sus muchos quehaceres, se acercó a Jesús y le dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude”. Jesús le contestó: “Marta, Marta, estás preocupada e inquieta por muchas cosas; sin embargo, solo una es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará”.
*Meditación*
La hospitalidad de Abraham y Sara cumple una antigua tradición. Lo hubieran hecho con cualquiera. Pero esta vez los visitantes traen la promesa de un hijo. Esto nos enseña sobre la importancia de la acogida y cómo, al servir a los demás, podemos encontrarnos con Dios.
La acogida se puede dar de múltiples maneras. Al estilo de Marta, poniéndonos a disposición de los demás en sus necesidades más físicas, o como María, abriendo el oído y el corazón para la escucha. En cualquier caso, «solo una cosa es necesaria», acoger a Dios en nuestro corazón.
*Oracion*
Señor, este domingo me pongo ante ti y abro mi corazón. Enséñame a ser hospitalario y a ver tu presencia en cada persona que encuentro. Abre mi corazón y hogar a quienes lo necesiten. Y yo sabré ver el regalo de tu gracia en ellos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario