🔴 *Domingo XIV del Tiempo Ordinario*
🪔 Lc 10,1-12.17-20
Después de esto escogió también el Señor a otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir. Les dijo: “Ciertamente la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Por eso, pedidle al Dueño de la mies que mande obreros a recogerla. Andad y ved que os envío como a corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa ni monedero ni sandalias, y no os detengáis a saludar a nadie en el camino. Cuando entréis en una casa, saludad primero diciendo: ‘Paz a esta casa.’ Si en ella hay gente de paz, vuestro deseo de paz se cumplirá; si no, no se cumplirá. Y quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, pues el obrero tiene derecho a su salario. No andéis de casa en casa. Al llegar a un pueblo donde os reciban bien, comed lo que os ofrezcan; y sanad a los enfermos del lugar y decidles: ‘El reino de Dios ya está cerca de vosotros.’ Pero si llegáis a un pueblo y no os reciben, salid a las calles diciendo: ‘¡Hasta el polvo de vuestro pueblo que se ha pegado a nuestros pies nos lo sacudimos en protesta contra vosotros! Pero sabed que el reino de Dios está cerca.’ Os digo que, en aquel día, el castigo de ese pueblo será más duro que el de los habitantes de Sodoma”. Los setenta y dos regresaron muy contentos, diciendo: “¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!”. Jesús les dijo: “Sí, pues yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Os he dado poder para que pisoteéis serpientes y alacranes, y para que triunféis sobre toda la fuerza del enemigo sin sufrir ningún daño. Pero no os alegréis de que los espíritus os obedezcan, sino de que vuestros nombres ya estén escritos en el cielo”.
*Meditación*
La llamada exultante a alegrarse con Jerusalén y experimentar su consuelo es una invitación a participar en la alegría de la vida en Dios. La paz y la prosperidad de Dios son para los que se unen a su pueblo y cumplen sus mandatos. Solo en Dios encontramos nuestro verdadero hogar y consuelo. Solo en cumplir la misión a que Él nos envía encontramos nuestro verdadero descanso y gozo.
*Oracion*
Padre celestial, lléname de tu paz este domingo. Úneme a cuantos amo y dame tu verdadera alegría. Que pueda encontrar consuelo en tu presencia y compartir esta dicha con los demás, siendo testigo de tu amor y bondad en el mundo. Amén.
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