SOLEMNIDAD
DE LA EPIFANIA DEL SEÑOR
INTRODUCCIÓN: Queridos hermanos celebramos
la Solemnidad de la Epifanía del Señor, la manifestación de Dios a todos
los hombres, a todos los pueblos, representados por los Reyes de Oriente.
Día de ilusión y de
alegría para los niños. Y también de una inmensa
alegría y de unos regalos nos ha hablado esta parábola del Evangelio sobre los
Magos de oriente: “Al ver la estrella, se
llenaron de inmensa alegría, entraron en la casa, vieron al Niño, con María, su
Madre, y cayendo de rodillas, lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le
ofrecieron regalos, oro incienso y ..
1.- Dios se manifiesta a todos los
que le buscan: Los Magos encontraron la inmensa alegría, encontraron al
Niño,, encontraron a Dios, porque supieron buscar. (Los poderosos y sabios se
quedaron en Jerusalén sin buscar y por eso no hallaron).
El gran mensaje de esta fiesta es que Dios
se manifiesta a todos los que buscan. “Tendiste la mano a todos, para que te
encuentre el que te busca”. Es lo que hoy celebramos: Este salir de
Dios al encuentro de todos los hombres; perdidos por el pecado, se hace el
encontradizo en su querido Hijo amado, para que todos experimenten y vivan su
salvación.
Pero al mismo tiempo se nos recuerda que,
para descubrir esta manifestación de
Dios presente en nuestra vida, esta oferta que Dios hace a la humanidad,
es preciso buscarle, como le buscaron los Magos:
- Lejos de su tierra,
abandonando seguridades, falsas estrellas y luces que nos deslumbran.
- Con un viaje largo y
difícil, lo que supone constancia, no poner excusas..., pues a veces la
estrella se oculta.
- La pregunta clave para
todos es ¿Cómo buscamos a Dios?,
¿tenemos capacidad de búsqueda, somos personas abiertas, hombres de oración, o
pensamos tenerle ya y no le busquemos? A Dios nunca se le tiene, siempre es
necesario buscarle, pues el Reino es de los que se esfuerzan.
- De otra forma, nos será
imposible hallar la inmensa alegría y
poder ofrecerle nuestros sencillos pero también valiosos regalos.
2.- Ayudar a buscar a Dios: Hemos
dicho que Dios se manifiesta en Jesús para todos. Y así es, Jesús no vino
solo para el
pueblo judío, sino
también para los paganos. Hoy podríamos decir que Jesucristo no viene solo
para los cristianos, sino para todos los hombres, para los que nunca han creído
en Él y para los que, habiendo creído en Él, han abandonado o perdido la fe.
Y
no pensemos solo en los países de misión, pensemos los hombres y mujeres,
niños, Jóvenes y mayores que viven aquí, entre nosotros y no comparten, tienen
olvidada la fe en Jesucristo, el Hijo de Dios, por la indiferencia
religiosa imperante, el secularismo... Para todos ellos debemos ser luz que les
ayude a emprender o a seguir el camino que le lleva a Dios. Hemos de ser
misioneros, sembradores del Evangelio, catequistas, padres y madres cristianos,
testigos de la alegría de Jesucristo.
La tarea de todo cristiano ante
esta realidad no es solo lamentarse, sino ser Evangelizador, ser
comunicador de la luz del Evangelio, la Buena y alegre Noticia de Jesucristo.
Este fue el gran descubrimiento del
Concilio Vaticano II: La Iglesia no debe vivir encerrada en
sí misma, solo preocupada por ella, por sus instituciones y por sus miembros.
La Iglesia debe ser misionera, debe ser evangelizadora. La Iglesia ha de ser la
buena samaritana que se acerque como Cristo a los heridos…para ofrecerle la
buena medicina de la Misericordia de Dios.
Quizás hoy,
en nuestro país, la Iglesia y los cristianos no vivimos suficientemente este
espíritu evangelizador, más bien preocupados por nosotros y poco abiertos a
los demás. La Fiesta de la Epifanía nos recuerda esta misión que Jesucristo nos
encomendó. Misión que solo podremos realizar, si vivimos con alegría nuestra fe
y con fe y alegría la intentamos comunicar. Comunicar la fe, es el mejor regalo
que podemos hacer a los demás: a todos.
Por
eso nuestra Diócesis los cursos pasados se
propuso ponerse en misión y realizarla en todas y cada una de las
Parroquias.
Demos gracias con alegría por la luz que
nos permitido encontrar a Jesús, y por tantas personas que nos ayudaron a
encontrarlo.
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