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Todos los que queráis mandarnos vuestros comentarios y sugerencias podéis hacerlo a: parroquiasanpablo2011@gmail.com

sábado, 28 de diciembre de 2019

ADORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO EN NUESTRA PARROQUIA

ADORADO SEA EL SANTISIMO SACRAMENTO

Estimado Hermano en Cristo:

El próximo *martes día 31 de Diciembre a las 19 Horas* (D.M.) tendrá lugar el *ejercicio de fin de año* en la Parroquia de San Pablo apostól.

Comenzaremos a las 18;30 Horas con el rezo del Santo Rosario, para continuar con la Santa Misa, el ejercicio de fin de año y solemne te deum. Habrá indulgencia.

Un momento íntimo con Cristo para darle beneficio por todo lo que nos dio en este año.

En espera de encontrarme contigo, recibe un cordial saludo


HOMILÍA DE LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA CICLO A

     Queridos hermanos: Celebramos la Fiesta se la Sagrada Familia como consecuencia de la Encarnación del Hijo de Dios. Jesús al nacer comparte una familia, un hogar como el nuestro.

     La fiesta de hoy es una invitación a que valoremos y orientemos la vida de la familia, de nuestras familias a la luz de la Familia de Nazaret. Precisamente ahora que tantos interrogantes se levantan en torno a la institución  de la familia humana, y tantas dificultades encontramos todos para la convivencia y para la estabilidad  de nuestras opciones y nuestras relaciones. La Fiesta de hoy es una invitación a vivir y disfrutar la riqueza de una familia, de un hogar, la institución más y mejor valorada por todos.

     La Palabra de Dios proclamada quiere iluminar desde la luz cristiana y navideña la realidad de nuestras familias.

1.-HONRAR PADRE Y MADRE. La primera lectura nos ha trazado un pequeño tratado  sobre el comportamiento de los hijos para con sus padres. El marco social ha cambiado mucho desde entonces, pero la actitud que se señala sigue siendo actual: ATENDER A LOS PADRES, también cuando se hacen mayores y empieza a flaquear su cabeza. ¡Qué fácil es tratarles bien cuando  son ellos los que nos ayudan a nosotros! ¡Qué difícil cuando ya nos se valen por sí mismo! El motivo dado para este amor no es solo humano, se remonta a Dios y a su mandato: “Honrarás a tu padre…”

 2.-NO ES FACIL LA VIDA EN COMÚN

     San Pablo en la segunda lectura nos ha acercado a otro ambiente en que realizar ese mismo ideal de convivencia humana y cristiana: El de una comunidad, el de una Parroquia … Sus recomendaciones siguen válidas y son preciosas: “Revestíos de entrañas de misericordia, de bondad, de humildad; perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro; y por encima de todo, esté el amor”. Es precisamente la actitud que no nos ha de faltar: La acogida mutua en cualquier clase de relación o convivencia.  

     Las relaciones interpersonales nos están resultando cada vez más difíciles. Es verdad que la Fiesta de hoy no nos da soluciones técnicas para la vida familiar y social, pero sí nos ofrece  claves profundas, humanas y cristianas para la vida familiar y cristiana a la vez: el amor, la comprensión, la acogida y el perdón: “Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas; padres no exasperéis a vuestros hijos…”
     Sin embargo hay otra clave superior: No solo por motivos de coexistencia civilizada, sino desde la fe: “En el Señor”. Porque Dios nos ha perdonado, nos ha amado…, nos sentimos agradecidos, y amamos a los demás. Hemos de ser un signo vivo de ese amor de Dios recibido, en medio de la sociedad, tan falta de amor y de esperanza…

3.-TAMBIÉN EN MOMENTOS DE ANGUSTIA
     La vida de familia comporta momentos de tensión interna o externa, como contemplamos en el Evangelio de hoy. José tuvo que decidirse a tomar a su mujer y a su hijo y huir a Egipto. Con todo lo que ello suponía de incomodidades… y de estancia en un país extranjero. Y de nuevo la vuelta a su patria, instalándose en Nazaret. Pero no serían las únicas dificultades que pasaría esta familia…
                             
     Quisiera concluir con unas palabras que el Papa Francisco dirigía  a las familias que peregrinaron a Roma con ocasión de la clausura del Año de la fe. Les decía. “Para sacar adelante a una familia es necesario usar tres palabras: permiso, gracias, perdón. ¡Tres palabras clave! Pedimos permiso para no avasallar en la familia. “¿Puedo hacer esto? ¿Te gusta que haga esto?” Con el lenguaje propio del que pide permiso. ¡Demos las gracias, gracias por el amor! Pero, dime, ¿Cuántas veces al día das gracias a tu mujer, y tú a tu marido? ¡Cuántos días pasan sin pronunciar esta palabra: gracias! Y la última: perdón. Todos nos equivocamos, y a veces alguien se ofende en la familia y en el matrimonio, y algunas veces, como suelo decir, los platos salen volando, se dicen palabras fuerte, pero escuchad este consejo: No acabéis el día sin hacer las paces. ¡La paz se renueva cada día, en la familia! “¡Perdonadme!”. Y así se empieza de nuevo. ¡Permiso, gracias, perdón!. Usemos estas tres palabras en nuestra familia. ¡Perdonarse cada día!


miércoles, 25 de diciembre de 2019

EL GRUPO "JUGLARES", HA ACTUADO ESTA NOCHE EN NUESTRA PARROQUIA





HOMILÍA DE LA NAVIDAD

NAVIDAD 2.019

              INTRODUCCIÓN: Queridos hermanos, ¡Feliz Navidad!, ¡Feliz! Por lo que está sucediendo esta noche que llamamos BUENA.  La noche en que ocurre un suceso único, porque nada mejor puede suceder. En esta noche, ahora, las promesas de Dios se cumplen y las esperanzas y deseos de las personas se realizan.
              Durante el Adviento hemos suplicado continuamente “Ven, Señor Jesús. Te deseamos, te necesitamos, ven”. Y esta noche (hoy)  se realizan nuestros deseos. El Señor ha escuchado nuestras súplicas, y viene a nosotros, colmando todas nuestras esperanzas...
              Dios nace hoy, pero no sólo en Belén, nace en el mundo, nace en la Iglesia, nace en la comunidad creyente, nace en las familias, en y entre los pobres, nace en cada corazón. Dios hoy nace aquí y ahora, Dios nace en ti y en mí...
              Y no es que la Navidad sea fruto del Adviento y de nuestro esfuerzo. La Encarnación y la Navidad arrancan, tienen su origen de otra fuente, que no puede ser otra que el amor de Dios: “Tanto amó Dios al mundo que le envió a Hijo Unigénito”

              Esta es la noticia que nos toca de lleno. Es lo que la humanidad esperó durante siglos y que hacia cantar a los profetas: “Verán los confines de la tierra la victoria, la salvación de nuestro Dios”. Pues bien, esta Buena Noticia se ha producido y se sigue realizando para todas las personas y para todos los pueblos: VERDADERAMENTE SE HA REVELADO EL AMOR DE DIOS, y la salvación llega para todo el mundo de un modo bien real y concreto: “Un niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado”.

DIOS HERMANO Y AMIGO DE LA HUMANIDAD SUFRIENTE


              Este es el hecho central e importante de la NavidadDios se hace hombre hermano, amigo, compañero de los hombres y mujeres de nuestro mundo. Ya no caminamos solos, ni a oscuras, abandonados a nuestra suerte o a nuestra dificultad. De un modo discreto, eficaz, rebajándose hasta nuestra poca altura, Dios mismo se pone a nuestro lado para ayudarnos a avanzar por los caminos de la vida y hasta la vida plena.
              Y este acercamiento de Dios se hace de una manera peculiar: Cristo nace pobre entre los pobres. Por eso, la Navidad desvela en nosotros la ternura del amor de verdad, de amar como Dios mismo nos enseña, de amar de verdad a los pobres y a los que sufren...
LOS CONFINES DE LA TIERRA VERÁN LA SALVACIÓN DE DIOS

               Este mensaje se tiene que realizar. Todo el mundo, comenzando por los más débiles, debe  llegar a ver, a sentir, a palpar la salvación. Es verdad que estos días de Navidad todos nos sentimos más dispuestos, más generosos, más capaces de bondad. Por eso decimos que sea Navidad cada día. Y lo decimos como un deseo, como algo que sería maravilloso, pero... tan difícil que se realice, que nos parece imposible.

LA NAVIDAD DE CADA DIA


              Yo quisiera afirmar hoy con vosotros la esperanza y la confianza en nosotros mismos, en la humanidad y en la vida real de cada día. Y decirnos: Navidad, de hecho, es cada día. Es una invitación a mirar nuestras vidas y nuestro mundo y a descubrir también los signos de vida y de esperanza, de la presencia del Señor y de su amor. La Navidad de Jesús, de María y de José, de los Ángeles y los pastores, no fue una Navidad fácil, una Navidad luminosa y triunfal, fue la Navidad de la generosidad y de la entrega de María, de la confianza y buena fe de José, de la sorpresa de los pastores.
              Fijémonos cómo también se realiza entre nosotros la Navidad de cada día: porque se realiza en el amor de los esposos y en la paciencia y el servicio mutuo a la familia, en la preocupación y la alegría de los hijos; en la paz y buena fe de los abuelos y en la inquietud y generosidad de los jóvenes. Y en el trabajo cotidiano y en los gestos de donación. Y en todo el esfuerzo humano y servicio de tantas personas y tantos grupos de la Parroquia, en la ciudad...
En medio de todo esto, Dios nace entre nosotros cada día. Él nos se echa atrás, sino que acompaña nuestro esfuerzo para que vayamos mucho más allá de lo que nos atreveríamos a imaginar...

              ¡Que esta sea nuestra Navidad de 2.019!: un descubrir más a Cristo pobre, a un Cristo que se pone a nuestro lado. Una Navidad que nos ayude a crear vida..., que nos ayude a amar más, para gloría de Dios y para poner paz, alegría, amor y vida en nuestro mundo.
              La Buena Noticia de este día, la gran alegría que celebramos se hace presente siempre en la Eucaristía, porque ya que Dios ha tomado un cuerpo, podemos recibirlo cada día, para prestarle nuestra vida …y que sea Él quien viva en nosotros. Como lo acogió y lo vivió la Virgen María para entregarlo y salve al mundo.

domingo, 22 de diciembre de 2019

HOMILÍA DEL DOMINGO

DOMINGO IV DE ADVIENTO CICLO A

1.- DIOS CON NSOTROS; INMINENCIA DE LA NAVIDAD.
         Ya estamos a las puertas de la Navidad. Y la Palabra de Dios y todas las oraciones proclamadas nos quieren preparar a celebrarla bien.
         El Salmo no ha hecho exclamar: “Va a entrar el Rey de la Gloria”. Es verdad que hace dos mil años que se hizo hombre, pero ahora de nuevo quiere entrar en nuestra existencia, hoy y aquí. Su nombre, según Isaías es Enmanuel, Dios con nosotros, Dios presente y Dios cercano.
         Y San Mateo lo completa, al decir el Ángel a José: El hijo de Maria se llamará Jesús, que significa “Dios salva”. Dios, por tanto está, viene a nosotros y viene salvando.
         En las vísperas de la Navidad los cristianos de todo el mundo nos alegramos de esto, por encima de otros varios aspectos de la fiesta, amables, pero más superficiales. Celebramos que Dios es Dios con nosotros y un Dios Salvador. Es la mejor fiesta que podamos imaginar y celebrar.
2.-MARIA LA QUE ESPERÓ CON INEFABLE AMOR DE MADRE.
         Hoy nuestra celebración está impregnada de un recuerdo entrañable: El de la Madre del Mesías, la Virgen Maria.
       Isaías anunciaba de parte de Dios que “la virgen dará a luz un hijo, y éste será el Enmanuel, el Dios con nosotros”. Y en Maria se cumple esta profecía como nos ha dicho San Mateo en el Evangelio. Maria es la nueva Eva. Porque, si del antiguo adversario nos vino la ruina, del seno virginal de Maria ha brotado para todo el género humano la salvación y la paz. La gracia que Eva nos arrebató, nos ha sido devuelta en Maria.
         El recuerdo de Maria es muy oportuno para que terminemos bien el adviento y celebremos con fe y profundidad la Navidad, a imitación de ella.
         Hoy, pues, miramos a la Madre del Señor, la Virgen Maria, nos gozamos con ella y aprendemos de ella a acoger al Salvador con fe y con amor, abriendo nuestra existencia a su gracia.
3.- UN JOVEN OBRERO QUE TAMBIÉN CREE EN DIOS.
         Al lado de la Virgen encontramos a José, su esposo. Un joven humilde, trabajador, que nos da un ejemplo de actitud abierta hacia Dios y a sus planes. El no entiende del todo el papel que Dios le asigna en la venida del Mesías. Tiene sus dudas: No comprende que él pueda caber (entrar) en los planes de Dios. Es el Ángel el que le asegura que sí, que va a ser esposo de Maria; y por eso va a hacer que el Mesías venga según la dinastía  de David. José acepta los planes de Dios. Como tantos otros en la historia que se encuentran desconcertados, pero que se fían de Dios; José acepta lo que Dios le encomienda y vive la Navidad desde una ejemplar actitud creyente.
         Junto con Maria, José también es un modelo para todos nosotros, abierto a la Palabra de Dios, obediente desde su vida de cada día a la misión que Dios le ha confiado. Por eso también podemos decir de él: “Feliz tú que has creído...”
 4.- CONCLUSIONES,
         En la ya próxima Navidad, celebramos un acontecimiento siempre nuevo: Dios que se hace Dios con nosotros. Dios Salvador. El recuerdo de Maria y de José nos debe ayudar a que esta fiesta no sea vacía: una Navidad sin Jesús, sino una Navidad en que gozosamente celebremos que Dios se ha hecho de nuestra familia, que ilumina toda nuestra existencia, y que nos pide una acogida de fe y de amor.
         Ahora nos pide nuestro consentimiento como a Maria y a José, para habitar en nuestra vida. Y una actitud de obediencia. Lo que supone sinceridad, confianza, dejar que actúe en nuestras situaciones, sean las que sean. Déjate y confía. EUCARISTÍA: Está viniendo, Dios con nosotros…


martes, 17 de diciembre de 2019

VIRGEN DEL CARMEN

En la víspera de la Expectación del Parto, la Capilla de la Santísima Virgen del Carmen se encuentra engalanada con Euphorbia pulcherrima (flor de Pascua),  preparando y esperando así el nacimiento de Jesús y como el Mesías llega por la Madre Virgen, es imposible preparar la Navidad prescindiendo de la contemplación del indecible gozo esperanzado que poseyó Santa María por el futuro próximo inmediato de su parto. Eso es lo que se quiere expresar con "La Expectación del Parto".

Gracias Madre por tu sí.
Gracias por no cansarte de esperar.

domingo, 15 de diciembre de 2019

REUNIÓN DE CATEQUISTAS

Mis queridos-as hermanos-as catequistas: Que la Paz y el Amor de Jesucristo que llega, llenen vuestras vidas.
          Me alegro de saludaros a todos-as. Se acerca la Navidad y  el Señor llama a nuestra puerta para darnos su paz y salvación. No queremos que pasa de largo, sino que le abramos la puerta de nuestra vida. Lo necesitamos todos, mayores, jóvenes y niños…
        
          Creo que es preciso y necesario reunirnos todos-as los-as catequistas de nuestra Parroquia para preparar con esmero e interés su llegada a cada uno de nosotros y a nuestros niños.
                     Por ello, os convoco esta vez a todos-as catequistas para tratar el siguiente orden del día:

1º.- ORACIÓN: LECTURA Y REFLEXIÓN DE MATEO, 2,1-6 Y ORACIÓN DEL CATEQUISTA.

2º.- PLAN A SEGUIR ESTAS SEMANAS EN CATEQUESIS Y EN EL TEMPLO PARA CELEBRAR LA NAVIDAD.

3º. PROPUESTAS DE ACTIVIDADES LÚDICAS Y CELEBRACIONES POR CURSO O GRUPOS.

4.- LOS RESPONSABLES ENTREGAR EN SOBRE EL DINERO DE LOS MATERIALES.

  La reunión será el día 16 de Diciembre, lunes, de 17,30 a 19,00 horas,          

POR LA IMPORTANCIA DE ESTA REUNIÓN, TE PIDO, POR FAVOR, QUE NO FALTES. SEREMOS PUNTUALES,

REUNIÓN DEL CONSEJO PARROQUIAL

Queridos hermanos en Cristo; Que la paz del Señor que nace presida vuestras vidas.
           Estamos terminando un año y nos disponemos a estrenar otro nuevo. Es nuestro Dios eterno el que nos permite disfrutar de la vida, y nosotros le damos gracias de tal don…
            Como instrumentos de sus manos, creo que es necesario reunirnos para hacer balance y para programar lo que ha puesto en nuestras humildes manos.
             Por ello os convoco para tratar solo estos tres puntos:
            1º.- oración propia del Consejo.
            2º.- Balance breve de la actividad pastoral de nuestra parroquia en este pasado trimestre. Cada consejero nos hablará de su campo de pastoral…También de la economía (balance)
            3º.- Entrega y presentación breve del Proyecto de pastoral diocesano para el presente curso
            La reunión la celebraremos el día 17 de Diciembre, martes, de 19,30 a 21 horas.

HOMILÍA DEL DOMINGO

DOMINGO TERCERO DE ADVIENTO CICLO “A”
        Queridos hermanos… Celebramos el tercer Domingo de Adviento, llamado de “Gaudete”, ya que toda la liturgia de hoy es un anuncio gozoso y lleno de alegría. Todavía no es la alegría desbordante de la Navidad, pero sí una alegría ilusionada y expectante; la alegría del que espera de inmediato la realización de una buena noticia.
        ¡Y cómo necesitamos de las buenas noticias! En los momentos de tristeza y depresión, en situaciones difíciles nos vendrá muy bien leer esta página del profeta Isaías.
   1.- RETRATO IDÍLICO DE LOS TIEMPOS MESIÁNICOS.
        Isaías nos ha anunciado cómo será la salvación que nos viene a traer el Mesías, el enviado de Dios: El desierto se convertirá en jardín. Las manos débiles se fortalecerán, las rodillas vacilantes volverán a tener seguridad, a los cobardes les desaparecerá el miedo. ES QUE VIENE DIOS Y VIENE A SALVAR: Los ciegos verán, los sordos oirán, los mudos volverán a hablar; los prisioneros recobrarán la libertad. TODO LO QUE ERA PENA SE CONVERTIRÁ EN ALEGRÍA. Vale la pena escuchar  y meditar este cuadro. Como también lo que hemos cantado en el Salmo responsorial: “VEN, SEÑOR, A SALVARNOS”. Nosotros, que vivimos en tiempos del Mesías, queremos también que sea verdad todo eso en nuestra historia este año.
        El apóstol Santiago también nos ha invitado a la esperanza y a la alegría porque “la venida del Señor está cerca”. Pero nos surgen dudas, interrogantes, y nos preguntamos, ¿será realidad todo eso o pura poesía? ¿No vino ya hace dos mil años el Salvador esperado? ¿Cómo no se han cumplido estos anuncios…?
                                            
      2.- LAS PROMESAS SE CUMPLEN, SE REALIZAN EN JESÚS.
        Mateo nos ha asegurado que todos los anuncios proféticos se han empezado a cumplir en Jesús, el Salvador que Dios ha regalado al mundo: Pues por Jesús los ciegos ven, los muertos resucitan y los pobres escuchan entusiasmados la Buena Noticia de la Salvación.
        Y la señal de que ya han comenzado los tiempos definitivos es que ya se producen los cambios anunciados. Cristo cura a los enfermos, libera a los oprimidos que se acercan… Ahí está el Reino; ahí está la acción del amor misericordioso de Dios.
        Nosotros los cristianos celebramos esta realidad en el Adviento y en la Navidad: Que en Cristo Jesús, Dios ha salido al encuentro de todos nuestros males y se dispone a curarlos.
   3.- LOS SIGNOS DE NUESTRO CAMBIO EN ADVIENTO
        Lo que Dios quiere para nosotros también en este año es que algo cambie en nuestra vida. Si celebramos la venida de Jesús es porque queremos que repita sus signos mesiánicos en nuestra historia, en nuestra vida.
        Será buen Adviento, buena Navidad… Tendremos gozo y alegría…, si en verdad alguien recobra la vista, la valentía, la esperanza; si los que sufren sienten una mano amiga que les fortalece, si los que no saben lo que es amor lo experimentan estos días, si crece  la ilusión de vivir en la Iglesia, en la sociedad, en las familias y en las personas.                                    
       Dios quiere que los cristianos además de gozar en nuestra vidas esas transformaciones, seamos portavoces, anunciadores, precursores de Cristo y de su Reino en esta sociedad en que vivimos.
     Si la gente nos preguntara ¿dónde está hoy ese Cristo que esperamos…? Seria hermoso que le contestáramos: “Ahora a Cristo Jesús no le oímos, no le vemos, no anda por la calle curando…, como hace dos mil años; pero mirad a la Iglesia, mirad a esta familia cristiana, a esta comunidad de religiosas, a este cristiano sencillo, pero valiente, mirad a sus obras; observad cómo a su lado crece la esperanza, y la gente se siente amada por Dios, y  se les va curando sus heridas y su desencanto”
        Esas son las señales de la venida del Salvador. Eso es el adviento y la Navidad. Cristo viene y salva ahora también a través de su Espíritu en la comunidad de cristianos.
        Los tiempos mesiánicos comenzaron (2.019), pero todavía tienen todo un programa a realizar. Nosotros los cristianos, somos los que colaboramos con Cristo para que su programa se vaya realizando. Por eso alimentamos nuestra vida con la Eucaristía para que sea Cristo, no nuestro sentimiento quien mueva historia.


sábado, 7 de diciembre de 2019

HOMILÍA DEL DOMINGO

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

            Queridos hermanos: Coincidiendo con el segundo Domingo de Adviento, celebramos con gran esplendor y esperanza la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, nuestra Madre.
              Celebrar la fiesta de la Inmaculada es empezar a soñar.
Esta Solemnidad despierta en nosotros los sentimientos más hermosos y los deseos más grandes. Son posibles los sueños. Ya toda esperanza es posible.
              Y es que la fiesta de la Inmaculada Concepción es la utopía humana realizada. Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que el hombre pueda acercarse a Dios y Dios al hombre; un mundo de comunión entre los hombres y de armonía con la naturaleza; un mundo en que el hombre sea liberado de todas sus esclavitudesY ese mundo ya se da: es María Inmaculada
              María es también el sueño florecido de Dios. En ella empiezan a realizarse los designios salvadores de Dios sobre el hombre. Habían empezado con Adán y Eva; pero culminarían con María y Jesús.
              Qué camino más largo y difícil. Ahí están los pecados de los hombres, poniéndole obstáculos, desde el principio, a este sueño de Dios: el orgullo, la injusticia, el egoísmo, y la violencia, las lágrimas y la sangre...
              ¡Cuántos años para llegar a la libertad y a la armonía, a la  perfección! Pues ya podemos avanzar una respuesta: María.  A nivel personal, ella es lo perfecto. Y su Hijo Jesucristo, la plenitud. A nivel comunitario, esta perfección se va preparando en la Iglesia, significada en María, el Cristo prolongado, su Cuerpo místico...

              Pero hermanos, ¡cuidado! Hay un camino equivocado. En el Paraíso se presenta la manzana como camino real para llegar al triunfo, a la gloría. La manzana es lo agradable, lo apetecible,  lo grande, lo fuerte, lo divino. La manzana, como la Torre de Babel, es el camino para llegar hasta Dios, (para ser Dios), hasta el endiosamiento del hombre: “seréis como Dios”. 
              Es la eterna tentación del hombre- La manzana del poder: Fijaos en la competitividad que respiramos, en la soberbia que padecemos, en el orgullo que nos ciega.    - La manzana del tener: Las cosas que deseamos, las riquezas que buscamos, la abundancia con que soñamos.                    -La manzana del placer:      
Es hoy la llave de la felicidad. Todos los sentidos estimulados exigen grandes raciones, rápidas y que no acaben.

              Es la manzana seductora, nuestro mundo transformado en una poderosa máquina de seducir. Nos muestra el camino de la felicidad, ofreciendo manzanas placenteras. Cómelas. Es tu vida.
              Pero esa vida, ese estilo de vida se paga con la muerte. No hay trascendencia, sino degradación. No hay libertad, sino esclavitud. No hay plenitud, sino vacío. No hay paraíso, sino destierro. No era ese el camino de la dicha, al revés ¡cuánta desesperación y cuántas lágrimas! No era ese el camino para la divinización sino para la animalización. El poder, el tener, el placer corrompe y embrutece; son caminos engañosos.

              MARÍA ES LA RESPUESTA.

              María es el camino acertado, la perfección lograda. María nos enseña que  estamos hechos para la felicidad, pero la felicidad se consigue con más libertad, con más sensibilidad, con más amistad, con más amor... María nos enseña que estamos hechos para amar, que es amando como somos dichosos, que dando, se gana, que sirviendo se eleva, que olvidándose uno, se encuentra.
              Esta figura única y excepcional de María no debe alejárnosla de nuestra humanidad; más bien se convierte para nosotros en el MODELO de primera cristiana, que nos enseña a acoger a Cristo en su venida a nuestra vida. San Agustín dice que María, antes de concebir a Cristo en su vientre, lo concibió en su mente, en su corazón, acogiendo a Dios y a su Palabra, llena de fe.
              Así también nosotros en estos días de adviento debemos hacer nuestras las actitudes de María: Silencio interior, lectura y escucha de la Palabra de Dios, ratos largos de oración reposada... También limpieza y conversión de corazón, disponibilidad y prontitud en el servicio a los hermanos, fidelidad a la propia vocación, confianza en momentos de prueba...

              Celebremos hoy Solemnemente la Eucaristía, que sea hoy una acción de gracias gozosa a Dios por lo que ha hecho en María y por lo que hace y quiere hacer en nosotros. Proclamemos, pues, nuestra alabanza y nuestra bendición a Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bienes espirituales y celestiales.


domingo, 1 de diciembre de 2019

RESULTADOS DE LA CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS



FOTO DE FAMILIA DEL ENCUENTRO DIOCESANO DE COFRADÍAS Y HERMANDADES


HOMILÍA DEL DOMINGO

DOMINGO PRIMERO DE ADVIENTO CICLO “A”

                        Queridos hermanos: Comenzamos a celebrar un nuevo año litúrgico. Toda la vida de Nuestro Señor Jesucristo: Su Nacimiento, su vida pública, su pasión, muerte y resurrección y el envío del Espíritu Santo...
                        Y lo comenzamos con el ADVIENTO, espacio de tiempo de cuatro Semanas, en las que preparamos la Venida del Señor. Adviento es un tiempo en el que renovamos la esperanza, la ilusión y el compromiso. Es como un volver a empezar, un volver a poner el corazón a punto, un renovar el amor primero; como si todo se realizara por primera vez y para mí.
                        Es un tiempo litúrgico muy necesario y privilegiado. Pues, ¿quién no necesita mayor esperanza e ilusión en su vida?:
-Nuestro mundo atormentado por la violencia, por el hambre, por la guerra, por el paro, por las injusticias, por la inmigración...
-Nuestra Iglesia, dividida, instalada, enfrentada a veces con el mundo, necesita ilusionarse, salir de ella misma, llenarse de Jesús.
-Nuestro pueblo, necesitado de proyectos de desarrollo, de industrias, de inquietudes culturales y de proyectos comunitarios...
-Nuestras familias, nuestros jóvenes...

                        Nos ocurre como al pueblo de Dios que nos ha mostrado el Profeta Isaías: derrotado, despojado y desterrado, suspiraba por una intervención directa del cielo:
                ¡OJALA RASGASES EL CIELO Y BAJASES!
               
                        Las cosas cambiarían, si tú bajases:
-         Se acabarían las noches largas, interminables, los miedos, las tristezas, pues tú eres la luz.
-         Se acabarían los destierros, todas las esclavitudes y se romperían todo tipo de cadenas, pues tú eres la libertad.
-         Los derechos serían respetados. Ninguna persona sería olvidada, marginada, oprimida, pues tú eres la justicia.
-         Se extinguiría por fin la locura de la guerra y el armamentismo, pues tú eres la paz.
-         ... Y el rey de todas las sociedades sería EL AMOR.

                        Es una oración que no ha dejado de repetirse a lo largo de los siglos. Y hoy también la repetimos con la misma fuerza: “OJALA BAJASES...! Pues nuestra situación religiosa es muy parecida a la del pueblo de Israel que nos ha trasmitido Isaías: abandono de Dios, una vida centrada en los bienes materiales (materialismo), tibieza espiritual... Por eso hoy ese grito del profeta sigue siendo necesario y urgente: Ojalá Dios viniera a visitar su viña, la cepa que su diestra plantó y que hizo vigorosa (Salmo) 
                        
                        Debemos, pues, reconocer nuestro destierro..., tener ganas de que Dios venga y aún mejor, sentir necesidad de Dios, haciendo nuestra la plegaría: “Tú, Señor, eres nuestro Padre; nosotros la arcilla y tú el alfarero”  Sí, el Espíritu de Adviento nos debe concienciar de nuestra pequeñez con los ojos puestos en nuestro Redentor. Nos percatamos de nuestra oscuridad, de nuestra impureza, de nuestra sed, para hacer así más vivo el deseo de la luz,  de la gracia, del agua viva que esperamos del Salvador.

                        VIGILAD. Por eso, se nos invita hoy también a la vigilancia. Sabe el Señor que tendemos al sueño, la modorra, la inconsciencia. Por ello, nos estimula con nuevas promesas y con nuevas sorpresas para renovar la ilusión y la esperanza.
-         Su palabra será nueva..., escucha bien.
-         Sus signos serán nuevos..., atiende bien.
-         Su venida será nueva, de otra forma. Espera bien.

EL ADVIENTO QUE DIOS QUIERE


                        ¿Cómo vivir este Adviento? No olvidemos cómo organizó Dios el nacimiento de su Hijo, y cómo lo acogieron María, los pastores, los humildes. Si nos preparamos para recibirle, que nuestra preparación vaya en consonancia con sus gustos y deseos:
-         UN ADVIENTO “EN ESPIRITU Y EN VERDAD”. Que sepamos vivir la liturgia: oraciones, lecturas, símbolos, cantos, sacramentos. Que el mensaje vaya calando en nuestra vida.
-         UN ADVIENTO SENCILLO. Cuando Jesús entró en el mundo se envolvió en pañales de sencillez. Sencillos fueron sus padres, su cuna, su pueblo, su trabajo. Así será nuestro Adviento. Gustad y vivir la sencillez, preferir a los sencillos. Valorar las cosas sencillas.

                        - UN ADVIENTO VIVO. Que el espíritu del adviento    impregne tu vida y puedas contagiarlo. Llevar esperanza donde hay desencanto, poner alegría donde hay tristeza, poner energía y esfuerzo donde hay cansancio...
-         UN ADVIENTO SOLIDARIO. Siempre tu preferencia de los pobres y pequeños. Tu Adviento debe ser compasivo y cercano a los que sufren.
-         UN ADVIENTO CRISTIANO. Siempre es a Cristo a quién esperamos. Nuestra salvación está en Cristo. “Y no hay otro nombre que pueda salvar a los hombres”. Si queremos cambiar es mirando a Cristo. Si vamos a los demás es desde el Espíritu de Cristo. Si acogemos a los pobres es porque en ellos nos visita Cristo. Nada podríamos hacer y nada podríamos esperar si nos falta Cristo.
-         POR ESO TE DECIMOS ¡OJALÁ RASGASES EL CIELO Y BAJASES! VEN, SEÑOR, VEN PRONTO. TE NECESITAMOS, TE ESPERAMOS.