Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,1-5):
Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano.
Unos fariseos les preguntaron: «¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?»
Jesús les replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros.»
Y añadió: «El Hijo del hombre es señor del sábado.»
Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
Jesús se presenta como algo más respecto a ayer y dice: Yo soy el Señor, el Señor también del sábado. Jesús es el centro, es el Señor. Jesús es el Señor en cuanto que es Quien tiene el poder, la gloria, quien tiene la victoria. Es el único Señor.
[...] Jesús es el centro que nos regenera y nos funda en la fe. En cambio los fariseos ponían en el centro de su religiosidad muchos mandamientos.
Y Jesús dice de ellos: Imponen cargas en la espalda de la gente. Si no está Jesús en el centro, hay otras cosas. Y en el día de hoy encontramos a muchos cristianos sin Cristo, sin Jesús. Por ejemplo:
1.- Los que tienen la enfermedad de los fariseos y son cristianos que ponen su fe y su religiosidad, su cristiandad, en muchos mandamientos: ¡Ah! Debo hacer esto, debo hacer lo otro. Cristianos de actitudes, o sea, que hacen cosas porque se tienen que hacer, pero en realidad no saben por qué lo hacen.
2.- Los que buscan sólo devociones, muchas devociones, pero Jesús no está. ¡Y entonces te falta algo, hermano! Te falta Jesús. Si tus devociones te llevan a Jesús, entonces bien. Pero si te quedas ahí, entonces algo no marcha.
3.- Los que buscan cosas un poco raras, un poco especiales, los que van detrás de las revelaciones privadas, mientras que la Revelación se concluyó con el Nuevo Testamento. Estos cristianos tienen el deseo de ir al espectáculo de la revelación, a oír cosas nuevas. Pero ¡toma el Evangelio!.
4.- Los que se perfuman el alma, pero no tienen virtudes porque no tienen a Jesús.
¿Cuál es entonces la regla para ser cristiano con Cristo? ¿Y cuál es el signo de que una persona es un cristiano con Cristo? Se trata de una regla muy sencilla: es valido sólo lo que te lleva a Jesús, y sólo es válido lo que viene de Jesús.
Jesús es el centro, el Señor, como Él mismo dice. Así que si algo lleva o viene de Jesús, ve adelante, pero si no viene o no lleva a Jesús, entonces es un poco peligroso. (Homilía en Santa Marta, 07 de septiembre de 2013)
"Seguir de cerca a Jesús no es fácil, porque la vía que Él elige es la vía de la cruz". Papa Francisco
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