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viernes, 31 de marzo de 2017

COFRADIA DEL DESCENDIMIENTO

INFORMACIÓN: En la madrugada del próximo 8 al 9 de abril, domingo de Ramos, de 1 a 2, en Radio Maria a nivel nacional, se escuchará la Marcha María Stma en su Quinta Angustia, compuesta en 2011 por D. Francisco Morales Lozano, en el X aniversario de la bendición de la Señora. También el comentarista nos leerá y presentará un escrito realizado por el autor de la marcha explicando cada uno de los compases que nos llevarán a la presencia de nuestra Madre en la tarde noche del Viernes Santo Baezano. Una verdadera delicia para nuestros oídos así como una ejemplar obra musical.

 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (7,1-2.10.25-30):

EN aquel tiempo, recorría Jesús Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.
Una vez que sus hermanos se hubieron marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron:
«¿No es este el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que este es el Mesías? Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene».
Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó:
«A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado».
Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar porque todavía no había llegado su hora.

Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco:

No se puede conocer a Jesús sin tener problemas. Y yo oso decir: «Pero si tú quieres tener un problema, ve por el camino de conocer a Jesús. No uno, ¡tantos tendrás!». ¡Pero es el camino para conocer a Jesús!

¡No se puede conocer a Jesús en primera clase! A Jesús se lo conoce en lo cotidiano de todos los días. No se puede conocer a Jesús en la tranquilidad, ni siquiera en la biblioteca.

Se puede conocer a Jesús en el Catecismo, porque el Catecismo nos enseña tantas cosas sobre Jesús.  Debemos estudiarlo, debemos aprenderlo. De este modo conocemos al Hijo de Dios, que ha venido para salvarnos; comprendemos toda la belleza de la historia de la Salvación, del amor del Padre, estudiando el Catecismo.

Y sin embargo, ¿cuántos han leído el Catecismo de la Iglesia Católica desde que ha sido publicado hace más de veinte años?

Sí, se debe conocer a Jesús en el Catecismo. Pero no es suficiente conocerlo con la mente: es un paso. Pero a Jesús es necesario conocerlo en el diálogo con Él, hablando con Él, en la oración, de rodillas. Si tú no rezas, si tú no hablas con Jesús, no lo conoces.

Tú sabes cosas de Jesús, pero no vas con el conocimiento que te da el corazón en la oración. Conocer a Jesús con la mente, el estudio del Catecismo; conocer a Jesús con el corazón, en la oración, en el diálogo con Él. Esto nos ayuda bastante, pero tampoco es suficiente...

Hay un tercer camino para conocer a Jesús: es el seguimiento. Ir con Él, caminar con Él.

Es necesario andar, recorrer sus caminos, ¡caminando. Es necesario, conocer a Jesús con el lenguaje de la acción. He aquí entonces que se puede conocer verdaderamente a Jesús con estos tres lenguajes, de la mente, del corazón y de la acción. Por tanto, si yo conozco a Jesús asíme implico con Él.

No se puede conocer a Jesús sin implicarse con Él, sin jugarse la vida por Él. Cuando tanta gente se hace esta pregunta: «¿Pero quién es éste?», la Palabra de Dios nos responde: «¿Tú quieres conocer quién es éste? Lee lo que la Iglesia te dice de Él, habla con Él en la oración y camina por su camino con Él. De este modo tú conocerás quién es este hombre». ¡Éste es el camino! ¡Cada uno debe hacer su elección!. (Homilía en Santa Marta, 26 de Septiembre de 2013)

"Muchas gracias a todos los misioneros, hombres y mujeres que trabajan tanto y sin hacer ruido por el Señor y por los hermanos". Papa Francisco


miércoles, 29 de marzo de 2017



 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (5,17-30):

EN aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:
«Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo».
Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no solo quebrantaba el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.
Jesús tomó la palabra y les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino lo que viere hacer al Padre. Lo que hace este, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que esta, para vuestro asombro.
Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.
Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo todo el juicio, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.
En verdad, en verdad os digo: quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.
En verdad, en verdad os digo: llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán.
Porque, igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre.
No os sorprenda esto, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.
Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió».

Palabra del Señor

 "Un cristiano afronta las dificultades, las pruebas, incluso las derrotas, con serenidad y esperanza en el Señor". Papa Francisco

 Reflexión del Papa Francisco:

La Voluntad de Dios. Éste es el camino de la santidad, del cristiano, es decir, que el plan de Dios sea realizado, que la salvación de Dios se cumpla.

Lo contrario comenzó en el Paraíso, con la no obediencia de Adán y aquella desobediencia ha traído el mal a toda la humanidad. Y también los pecados son actos de no obedecer a Dios, de no hacer la voluntad de Dios.

En cambio, el Señor nos enseña que éste es el camino, y que no hay ningún otro. Y comienza con Jesús, sí, en el Cielo, en la voluntad de obedecer al Padre, pero en la tierra comienza con la Virgen: con Ella. ¿Qué le dijo al Ángel? “Que se haga lo que tú dices”, es decir que se haga la voluntad de Dios. Y con aquel “sí” al Señor, el Señor ha comenzado su recorrido entre nosotros.

No es fácil. No ha sido fácil para Jesús que sobre esto fue tentado en el desierto y también en el Huerto de los Olivos, con el corazón atormentado, aceptó el suplicio que le esperaba.

No fue fácil para algunos discípulos, que lo dejaron porque no entendieron lo que quería decir hacer la voluntad del Padre.

No lo es para nosotros, desde el momento que cada día nos presentan tantas opciones sobre una bandeja. De ahí que se haya preguntado: ¿Cómo hago para hacer la voluntad de Dios?: pidiendo la gracia de querer hacerla.

¿Yo rezo para que el Señor me de las ganas de hacer su voluntad, o busco compromisos porque tengo miedo de la voluntad de Dios? Y otra cosa: rezar para conocer la voluntad de Dios sobre mi vida, sobre la decisión que debo tomar ahora… tantas cosas. Sobre el modo de administrar las cosas…

La oración para hacer la voluntad de Dios, y la oración para conocer la voluntad de Dios. Y cuando conozco la voluntad de Dios, también la oración, por tercera vez: para hacerla. Para cumplir aquella voluntad, que no es la mía, es la de Él. Y no es fácil”.

Hay que rezar para tener ganas de seguir la voluntad de Dios, rezar para conocer la voluntad de Dios y rezar, una vez conocida esta voluntad, para ir adelante con la voluntad de Dios (Homilía en Santa Marta, 27 de enero de 2015)

martes, 28 de marzo de 2017



 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (5,1-16):

SE celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
«¿Quieres quedar sano?».
El enfermo le contestó:
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
Jesús le dice:
«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».
Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».
Él les contestó:
«El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”».
Ellos le preguntaron:
«¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?».
Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.

Palabra del Señor


"Si los bienes materiales y el dinero se convierten en el centro de la vida, nos atrapan y nos esclavizan". Papa Francisco

 Reflexión del Papa Francisco:

En este relato encontramos dos enfermedades fuertes, espirituales. Dos enfermedades sobre las cuales nos hará bien reflexionar.

1.- La enfermedad de la pereza


La resignación del enfermo, que se siente amargado y se lamenta. Yo pienso en tantos cristianos, tantos católicos: ¡Sí, son católicos, pero sin entusiasmo, e incluso amargados! "Sí, es la vida, es así, pero la Iglesia… Yo voy a Misa todos los domingos, pero mejor no implicarse, tengo fe para mi saludo, no siento la necesidad de ir a darla a otro…".

Cada uno en su casa, tranquilos por la vida… Sí tú haces algo, después te reprochan: "No, es mejor así, no correr riesgos…". Es la enfermedad de la pereza, de la pereza de los cristianos.

Esta actitud que paraliza el celo apostólico, que hace de los cristianos personas quietas, tranquilas, pero no en el buen sentido de la palabra: ¡que no se preocupan por salir para anunciar el Evangelio! Personas anestesiadas”.

Y la anestesia es una experiencia negativa. Ese no implicarse que se convierte en pereza espiritual. Es la pereza, es una tristeza: estos cristianos son tristes, no son personas luminosas, son personas negativas.

Y ésta es una enfermedad nuestra, de los cristianos. Vamos a Misa todos los domingos, pero, decimos, por favor no molestar. Estos cristianos sin celo apostólico no sirven, no hacen bien a la Iglesia.

Y cuántos cristianos son así egoístas, para sí mismos. Éste es el pecado de la pereza que va contra el celo apostólico, contra las ganas de dar la novedad de Jesús a los demás, esta novedad que a mí me ha sido dada gratuitamente.

2.- La enfermedad de la hipocresía

Pero en este pasaje del Evangelio encontramos también otro pecado cuando vemos que Jesús es criticado por haber curado a un enfermo un sábado. El pecado del formalismo. Cristianos que no dejan lugar a la gracia de Dios.

Y la vida cristiana, la vida de esta gente es tener todos los documentos en regla, todos los cerificados. Cristianos hipócritas, como estos. A ellos sólo les interesaban las formalidades. ¿Era sábado? No, no se pueden hacer milagros el sábado, la gracia de Dios no puede actuar el sábado. ¡Cierran la puerta a la gracia de Dios! ¡Tenemos tantos en la Iglesia, tenemos tantos! Es otro pecado.

Los primeros, los que cometen el pecado de la pereza, no son capaces de ir adelante con el celo apostólico, porque han decidido detenerse en sí mismos, en sus tristezas, en sus resentimientos, en todo eso. Estos no son capaces de llevar la salvación porque cierran la puerta a la salvación

Para ellos cuentan sólo las formalidades. No se puede: es la palabra que más usan. Y a esta gente la encontramos también nosotros y también nosotros tantas veces hemos tenido pereza, o hemos sido hipócritas como los fariseos.

Cuando Jesús se encuentra nuevamente con el paralítico, le dice que «no peque más»: Las dos palabras cristianas: ¿quieres curarte? No pecar más. Pero primero lo cura. Primero lo curó, después «no pecar más».

Palabras dichas con ternura, con amor. Y éste es el camino cristiano, el camino del celo apostólico: acercarse a tantas personas, heridas en este hospital de campaña, y también tantas veces heridas por los hombres y las mujeres de la Iglesia. Es una palabra de hermano y de hermana: ¿quieres curarte? Y después, cuando va adelante: "¡Ah, no peques más, que no hace bien!".

Es mucho mejor esto: las dos palabras de Jesús son más bellas que la actitud de la pereza o la actitud de la hipocresía. (Homilía en la Plaza de San Pedro, 01 de Abril de 2014)

lunes, 27 de marzo de 2017


 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (4,43-54):

EN aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado:
«Un profeta no es estimado en su propia patria».
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:
«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre».
El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.

Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco:

"Gritar día y noche" ¡hacia Dios! Nos toca esta imagen de la oración. Pero preguntémonos: ¿por qué Dios quiere esto? ¿Él no conoce ya nuestras necesidades?

¿Qué sentido tiene "insistir" con Dios? Esta es una buena pregunta, que nos hace profundizar en un aspecto muy importante de la fe.

Dios nos invita a rezar con insistencia no porque no sabe qué necesitamos, o porque no nos escucha. Al contrario, Él escucha siempre y conoce todo de nosotros, con amor.

En nuestro camino cotidiano, especialmente en las dificultades, en la lucha contra el mal fuera y dentro de nosotros, el Señor no está lejos, está a nuestro lado; nosotros luchamos con Él al lado, y nuestra arma es precisamente la oración, que nos hace sentir su presencia junto a nosotros, su misericordia y también su ayuda.

Pero la lucha contra el mal es dura y larga, requiere paciencia y resistencia (como Moisés), que debía tener los brazos alzados para hacer vencer a su pueblo (cfr Ex 17, 8-13) Y así: hay una lucha que llevar adelante cada día; pero Dios es nuestro aliado, la fe en Él es nuestra fuerza y la oración es la expresión de esta fe.

Por eso Jesús nos asegura la victoria, pero nos pregunta: "Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?" (Lc 18, 8) Si se apaga la fe, se apaga la oración y nosotros caminamos en la oscuridad, nos perdemos en el camino de la vida.

[...] Luchar, rezar siempre ¡Pero no para convencer al Señor a fuerza de palabras! ¡Él sabe mejor que nosotros qué necesitamos! Más bien la oración perseverante es expresión de la fe en un Dios que nos llama a combatir con Él, cada día, en cada momento, para vencer al mal con el bien (Homilía en la Plaza de San Pedro, 20 de octubre de 2013)

["Todos somos pecadores. Dios nos perdona con un derroche de gracia, misericordia y ternura". Papa Francisco

domingo, 26 de marzo de 2017

EJERCICIOS ESPIRITUALES EN LA PARROQUIA
 DIAS 27,28 Y 29 DE MARZO.
18,00 H. CHARLA.
19,15 H. ORACIÓN Y CONFESIONES.
20,00 H. SANTA MISA. 

REFLEXIÓN DE DON MANUEL

DOMINGO CUARTO DE CUARESMA CICLO “A”
 
                         Queridos hermanos y hermanas.
 
                          Con todos los cristianos del mundo nos preparamos para celebrar con Jesucristo nuestro paso de la muerte a la vida, del pecado a la gracia... Vamos con Cristo camino de Jerusalén, para identificarnos con Él, para ser personas nuevas... Nos ayuda la Palabra de Dios proclamada.
                         Muchos de nosotros habremos conocido a alguna persona ciega. Una persona ciega es una pena, una gran tristeza. No poder ver una luz, un color, un cielo azul, un bello rostro, una mirada bella... Es una pena.
 
              1.-     CIEGO DE NACIMIENTO ES TODA PERSONA
 
                        Sin embargo, podemos afirmar que toda persona que viene a este mundo padece ceguera: ciegos nuestros ojos y turbios y enfermos y cansados. Pues vemos cosas, objetos, máquinas... Vemos llagas, lágrimas, pobrezas, riñas, esclavitud...  Y, aunque nuestros ojos han visto y ven también muchas realidades buenas; la vida que nace, el amor que crece, el esfuerzo que crea...
                        Podemos seguir afirmando nuestra ceguera: VEMOS MUCHAS COSAS, PERO SE NOS ESCAPAN LAS MÁS IMPORTANTES. Nuestros ojos se fijan en la estatura, y en las apariencias, pero no ven el corazón. No son suficientes nuestros ojos. PARA VER EL CORAZÓN SE NECESITAN OTROS OJOS, LOS DEL CORAZÓN.
                        Pues, ¿quién valora a los pobres, a los niños, a los ancianos, a los deficientes..? Cierto joven enfermo de Sída se cuestionaba, ¿Porqué me amáis?
 
 
                        LA MASCARA Y EL PERSONAJE
                        Somos ciegos incluso para nosotros mismos. Nos da miedo mirarnos. No sólo cultivamos las apariencias, sino que vivimos en ellas. Vemos la imagen que nos vamos formando, no la
realidad. Por eso, nos molesta tanto que alguien nos haga ver la realidad, lo que somos.
                        ¿No te das cuenta de que te buscas a ti mismo en todo, que eres mezquino,  envidioso, egoísta? NO TE DASCUENTA DE QUE ERES UN POBRE CIEGO? “No te das cuenta de que eres un desgraciado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo”.
 
         DIOS ESTÁ AHÍ.  Somos ciegos porque no tenemos a Dios, porque no vemos a Dios. Buscamos constantemente pruebas y exigimos signos, milagros, sin embargo, Dios está ahí: en las estrellas, en el agua que acaricia, en el beso de la madre, en la sonrisa del niño; en el servicio generoso y en el pobre indefenso... Dios está aquí; hasta le podría sentir, respirar... PERO ESTOY CIEGO.       
                  2.-      LA CURACIÓN DEL CIEGO
 
                        El ciego de nacimiento tuvo la suerte , la gracia, de encontrarse con Jesús, que era un sol. No fue el ciego, fue Jesús el que vio al ciego y, compadecido, quiso curarlo.
                          
                                 LAS MEDIACIONES
               
                        Jesús podía haber curado al ciego inmediata y directamente, con una sola palabra o un solo golpe de gracia. Y, sin embargo, utiliza una serie de mediaciones. TODO UN PROCESO: La saliva, el barro en los ojos, la necesidad de lavarse en la piscina. Y es que Cristo necesita de NUESTRA COLABORACIÓN: El que no multiplica los panes, si no ofrecemos los pocos que quedan.
                        TAMPOCO CURA AL CIEGO:
-         Si primero no reconoce bien su ceguera.
-         Si no escucha y acepta la Palabra.
-         Si no se deja conducir.
-         Si no se lava o se deja lavar en la Piscina del Enviado.
 
RECONOCER LA CEGUERA: Y es que la Buena Noticia llega para aquellos que sienten la necesidad de ser salvados. , su incapacidad y valoran el poder de la gracia.
ESCUCHAR LA PALABRA: Es salir de sí mismo y estar abierto al don que Dios nos promete. Es empezar a confiar, empezar a creer.
 
DEJARSE CONDUCIR: El ciego no pone resistencia. Cuando Jesús le embarra, se lava en la piscina cuando Jesús lo manda; se fía de la palabra de Jesús. Es decir, no debemos poner resistencia y obstáculos a la gracia. Hay que ponerse en las manos de Dios y dejarse llevar, aunque nos siempre entiendas sus caminos.
LAVARSE EN LA PISCINA: La del Mesías, la piscina de la Iglesia. Se trata de aceptar esas mediaciones humanas que Dios ha señalado. Y no se trata del valor de esas mediaciones, sino de la fe. Todos nos podemos salvar por la fe en la palabra y en la presencia de Jesús, que se conservan y actualizan  en la Iglesia.
 
                       3.-       VER A JESÚS
 
                        El ciego tardó en ver a Jesús. Después que es expulsado de la Sinagoga, Jesús sale otra vez a su encuentro. El no puede abandonar a los que sufren persecución. Entonces, el ciego vio a Jesús, pero aún no le conocía.
                        Pero ahora Jesús le va a curar nuevamente y le va a añadir una sobredosis de luz. “Cree tú en el Hijo del Hombre?... Lo estás viendo... Creo, Señor. Y se postró ante Él”. Ahora es cuando el ciego está definitivamente curado de su ceguera. Ahora es cuando ha recibido enteramente su salvación. Ha visto a Jesús; ha visto en él al Mesías; y se postró ante Él.
 
                        Todo el que ha sido curado de la ceguera, todo el que cree en Jesús, tiene que esforzarse por verle, por descubrir también hoy su presencia entre nosotros.
                        Tampoco le resultará fácil, necesitas que el Señor te cure diariamente los ojos, para que puedas seguir viendo.
 
                            QUE VEAS COMO JESÚS
 
                        Y todavía se te pide más: que no sólo veas a Jesús, sino que veas como Jesús: que veas las cosas, los hechos, las personas como Jesús las ve. Todo seria tan distinto. ¡Ver con los ojos de Jesús, ver con el corazón de Jesús!
                       
                        Y un poco más: que llegues a iluminar como Jesús.                         
 
             Eucaristía: Palabra... Confesión.... Comulgar... Proclamar...

sábado, 25 de marzo de 2017

La Cofradía Religiosa del Santísimo Cristo de la Buena Muerte pide a todos sus hermanos y devotos en esté día de la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo una oración por todos los niños no nacidos y por todas las mujeres que sufren el drama del aborto.

Que el Señor de la Vida interceda por todos ellos.

"Cada niño que nace nos trae la sonrisa de Dios"
 (Papa emérito Benedicto XVI)

Sí a la Vida

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,26-38):
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.

Palabra del Señor

"María, Madre nuestra, ampáranos en los momentos de oscuridad, de dificultad y de aparente derrota".

Papa Francisco


Hoy nos encontramos ante una de esas maravillas del Señor: ¡María! Una criatura humilde y débil como nosotros, elegida para ser Madre de Dios, Madre de su Creador

La Virgen María: ante el anuncio del Ángel, no oculta su asombro. Es el asombro de ver que Dios, para hacerse hombre, la ha elegido precisamente a Ella, una sencilla muchacha de Nazaret, que no vive en los palacios del poder y de la riqueza, que no ha hecho cosas extraordinarias, pero que está abierta a Dios, se fía de Él, aunque no lo comprenda del todo: “He aquí la esclava el Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lucas 1,38) Es su respuesta.

Dios nos sorprende siempre, rompe nuestros esquemas, pone en crisis nuestros proyectos, y nos dice: Fíate de mí, no tengas miedo, déjate sorprender, sal de ti mismo y sígueme.

Preguntémonos hoy todos nosotros si tenemos miedo de lo que el Señor pudiera pedirnos o de lo que nos está pidiendo. ¿Me dejo sorprender por Dios, como hizo María, o me cierro en mis seguridades, seguridades materiales, seguridades intelectuales, seguridades ideológicas, seguirdades de mis proyectos? ¿Dejo entrar a Dios verdaderamente en mi vida? ¿Cómo le respondo?

María ha dicho su “sí” a Dios, un “sí” que ha cambiado su humilde existencia de Nazaret, pero no ha sido el único, más bien ha sido el primero de otros muchos “sí” pronunciados en su corazón tanto en los momentos gozosos como en los dolorosos; todos estos “sí” culminaron en el pronunciado bajo la Cruz.

Hoy, aquí hay muchas madres; piensen hasta qué punto ha llegado la fidelidad de María a Dios: hasta ver a su Hijo único en la Cruz. La mujer fiel, de pie, destruida dentro, pero fiel y fuerte (Homilía en Santa Marta, 13 de octubre de 2013)

24 HORAS DE ADORACIÓN EN NUESTRA PARROQUIA


viernes, 24 de marzo de 2017



Quien comienza el Camino de Santiago tiene un interés,
un motivo, una inquietud más o menos profunda;
quizá una luz encendida en su alma,
una petición que hacer,
un deseo de Dios en el corazón,
una necesidad de madurar el tú a tú con Él;
a lo mejor no sabe por qué… va buscando.
Con estas palabras queremos transmitirte la hondura de este Camino Santiago que nos disponemos a recorrer en este próximo verano. Los jóvenes de nuestra Diócesis, nos proponemos emprender de nuevo el camino de peregrinación a la tumba del Apóstol Santiago, entre los días 22 al 29 de julio de 2017.
Y nos pondremos en camino, sabiendo que no vamos solos, porque caminamos como Iglesia, rodeados de multitud de personas que comparten ese mismo camino. Pero, ante todo, queremos hacernos conscientes de que Cristo es nuestro mejor compañero en el caminar de la vida. Por ello, hemos elegido como lema: “…y se puso a caminar con ellos” (Lc 24,15)En el conocido pasaje del Camino de Emaús, el mismo Jesús Resucitado salió a buscar a sus discípulos allá donde estaban, para alentarlos en su fe, para fortalecerlos en sus luchas, para que supieran que Él no los había dejado solos, y para enviarlos posteriormente a ser ellos también compañeros de camino de muchos otros.
Vamos a recorrer las últimas etapas del Camino del Norte, recorriendo un total de 120 km en cinco etapas, desde la localidad de Villalba (Lugo) hasta Santiago de Compostela.
Queremos que en este Camino de Santiago todos los participantes puedan también experimentar que Dios está en el Camino; en cada paso, a nuestro lado como otro Peregrino más; dispuesto a descubrir la felicidad y plenitud que nos da el tenerlo de Compañero de Camino en nuestra vida, en silencio; aunque a veces suframos y no entendamos tantos y tantos acontecimientos.
Tú también tienes un lugar en este Camino. ¡Te esperamos!
DATOS DE INTERÉS:


  • Precio: 230€
  • INSCRIPCIÓNES:
    • Las inscripciones se harán únicamente a través de la web (www.descubre.es)
    • El plazo de inscripción estará abierto hasta el 25 de junio.
    • No se admitirán inscripciones después de finalizado el plazo. A partir de esta fecha, no se devolverá el importe de la inscripción.
  • Plazas limitadas, hasta completar un máximo de 150.
PLAZOS DE PAGO:
  • Reserva de plaza hasta el 30 de abril, con el pago de 50 € (no se devolverán en ningún caso)
  • Pago de 100 €, antes del 30 de mayo.
  • Pago de 80 €, antes del 30 de junio.
  • El que lo desee, lo puede pagar íntegramente al hacer la reserva de plaza.
  • Cuenta de ingreso: ES62 3067 0100 2422 1501 2721 (Caja Rural)
EDAD:
  • A partir de 16 años (o nacidos como máximo dentro del año 2001)
  • Muy importante: Todos los menores necesitan autorización paterna y una fotocopia del DNI del padre/madre que la firma y además ir acompañados por un adulto que se responsabilice de ellos (un máximo de 10 menores por adulto responsable).
  • El sábado 1 de julio habrá una reunión general de información y coordinación a la que no podrán faltar de ningún modo los menores, sus padres y los responsables que los acompañan.
  • La autorización y una fotocopia del DNI del padre/madre que la firma, se entregará en mano, en esta reunión informativa.
ALOJAMIENTOS Y EQUIPAJES:
  • El alojamiento será en pabellones polideportivos en las localidades de paso y en Santiago de Compostela. Con lo cual, es imprescindible que cada peregrino lleve saco y esterilla.
  • Los peregrinos no viajan con la mochila a la espalda. El equipaje viaja en los autobuses, que nos acompañan en todo el itinerario. Pero es muy importante controlar el peso que llevamos y que todo vaya centralizado en un único bulto.
DOCUMENTACIÓN NECESARIA:
  • Fotocopia del DNI
  • Fotocopia de la tarjeta sanitaria
  • Resguardo de los ingresos bancarios
  • Enviar todo por mail a delejujaen@gmail.com
ETAPAS DEL CAMINO:


22 julio: Jaén – Villalba
23 julio: Villalba – Miraz (34 km)
24 julio: Miraz – Sobrados dos Monxes (25 km)
25 julio: Sobrado dos Monxes – Arzúa (22 km)
26 julio: Arzúa – Lavacolla (27 km)
27 julio: Lavacolla – Santiago de Compostela (12 km)
28 julio: Santiago de Compostela
29 julio: Santiago de Compostela – Jaén

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,28b-34):

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
- «¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús:
- «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. " El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos».
El escriba replicó:
- «Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
- «No estás lejos del reino de Dios.»
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor

"Sólo la confianza en Dios puede transformar la duda en certeza, el mal en bien, la noche en alba radiante". Papa Francisco

 Reflexión del Papa Francisco:

El Evangelio nos recuerda que toda la Ley divina se resume en el amor a Dios y al prójimo [...] Algunos fariseos se pusieron de acuerdo para poner a Jesús a una prueba. Uno de ellos, un doctor de la Ley le dirigió esta pregunta: "¿Maestro, en la Ley cual es el gran mandamiento?". Jesús, citando el Libro del Deuteronomio respondió:

"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el grande y primer mandamiento"

Y podría haberse detenido aquí. En cambio Jesús añade algo que no había sido solicitado por el doctor de la ley: Dice de hecho: "El segundo, después, es similar a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Tampoco este segundo mandamiento es inventado por Jesús, pero lo toma del Libro del Levítico.

La novedad consiste justamente en poner juntos estos dos mandamientos (el amor de Dios y el amor por el prójimo) revelando que estos son inseparables y complementarios, son dos caras de una misma medalla.

No se puede amar a Dios sin amar al prójimo, y no se puede amar al prójimo sin amar a Dios. El papa Benedicto nos ha dejado un hermoso comentario sobre esto en su primera encíclica Deus Caritas Est. (núms. 16-18)

[...] El mandamiento del amor a Dios y al prójimo es el primero, no porque está encima de la lista de los mandamientos. Jesús no lo pone encima, pero en el centro, porque del corazón todo tiene que partir y al cual todo tiene que retornar y hacer referencia.

Ya en el Antiguo Testamento, la exigencia de ser santos, a imagen de Dios que es santo, incluía también el deber de tomarse cuidado de las personas más débiles, como el extranjero, el huérfano, la viuda. Jesús lleva a cumplimiento esta ley de alianza, Él que une en sí, en su carne, la divinidad y la humanidad, en un mismo misterio de amor.

Así, a la luz de esta palabra de Jesús, el amor es la medida de la fe, y la fe es el alma del amor. No podemos separar más la vida religiosa, la vida de piedad del servicio a los hermanos, a aquellos hermanos concretos que encontramos.

No podemos más dividir la oración y el encuentro con Dios en los sacramentos, de escuchar al otro, de la proximidad a su vida, especialmente de sus heridas.

Acuérdense de esto: el amor es la medida de la fe. ¿Cuánto me amas tu? Y cada uno se de la respuesta. ¿Cómo es tu fe? Mi fe es como yo amo. Y la fe es el alma del amor. (Reflexión antes del rezo del Ángelus, 26 de octubre de 2014)

jueves, 23 de marzo de 2017


*Comunicado oficial de la Vocalía de Manifestaciones Públicas de la Cofradía del Stmo. Cristo de la Columna y Ntra. Sra. de las Lágrimas*

Querido hermano en Cristo.
En aras de una mejor organización de cara a Semana Santa, en este año 2017 continuamos con el reparto de la *PAPELETA DE SITIO*, acreditación imprescindible para participar en nuestro desfile procesional del Miércoles Santo, tanto si eres hermano de la Cofradía como si no.
Dicho reparto se efectuará durante los días *23, 24 de Marzo* en nuestra *Casa de Hermandad*, en horario de tarde, desde las *19 h hasta las 21h*.
Si te es imposible acudir en esos días, manda a un amigo o un familiar para que vaya en tu lugar o llama, en mismo horario al de recogida presencial, al teléfono *616086507*
Es necesario que nos aportes una serie de datos:
*-Nombre y apellidos*
*-DNI*
*-Teléfono de contacto*
*-Alta en la Cofradía*
*-Antigüedad en la Procesión*
*-Puesto que quieres ocupar en el cortejo.*

Muchas gracias por tu colaboración.

*Vocalía de Manifestaciones Públicas*


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,14-23):

En aquel tiempo, estaba Jesús echando un demonio que era mudo.
Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron:
- «Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. El, conociendo sus pensamientos, les dijo:
- «Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y se cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra si mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros; pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.»

Palabra del Señor

 "La familia es un elemento esencial de todo desarrollo humano y social sostenible". Papa Francisco



Jesús expulsa los demonios y alguno empieza a dar explicaciones para disminuir la fuerza del Señor. Existe siempre la tentación de minimizar la figura de Jesús como si fuese, en el mejor de los casos un curandero, al cual no tomar muy en serio. Una actitud que ha llegado hasta nuestros días.

Hay algunos sacerdotes que cuando leen este pasaje del Evangelio, este y otros, dicen: «Pero, Jesús ha sanado a una persona con una enfermedad mental». No leen esto aquí, ¿no? Es verdad que en aquel tiempo se podía confundir una epilepsia con la posesión de demonio; ¡pero también es cierto que existía el demonio!

Y nosotros no tenemos derecho a simplificar las cosas, como diciendo: «Todos esos no estaban poseídos; eran enfermos mentales». ¡No! La presencia del demonio está en la primera página de la Biblia y la Biblia termina también con la presencia del demonio, con la victoria de Dios sobre el demonio.

No debemos ser ingenuos. El Señor nos da algunos criterios para discernir la presencia del mal y para seguir el camino cristiano cuando hay tentaciones. Uno de los criterios es no seguir la victoria de Jesús sobre el mal sólo a medias. O estás conmigo o estás contra mí.

Jesús, ha venido para destruir al demonio,  a liberarnos de la esclavitud del demonio sobre nosotros. Y no se puede decir que así exageramos.

En este tema no hay matices. Es una lucha donde se juega la salud, la salud eterna, la salvación eterna de todos nosotros. Luego está el criterio de la vigilancia. Siempre debemos vigilar contra el engaño, contra la seducción del maligno.

Podemos hacernos la pregunta: «¿vigilo sobre mí, sobre mi corazón, sobre mis sentimientos, sobre mis pensamientos? ¿Custodio el tesoro de la gracia? ¿Custodio la presencia del Espíritu Santo en mí? ¿O dejo las cosas así, seguro, creyendo que todo está bien?»

Si tú no te custodias, viene aquel que es más fuerte que tú. Pero si llega uno más fuerte que él y lo vence, le quita las armas en las que confiaba y reparte el botín. ¡La vigilancia! Pero, tres criterios, ¡eh! No hay que confundir la verdad:

Primer criterio: Jesús lucha contra el demonio:
Segundo criterio: quien no está con Jesús, está en contra de Jesús. No hay posiciones a medias.
Tercer criterio: la vigilancia sobre nuestro corazón, porque el demonio es astuto. ¡Jamás ha sido expulsado para siempre! Sólo el último día lo será.
(Homilía en Santa Marta, 10 de octubre de 2013)

miércoles, 22 de marzo de 2017

BOLETÍN DE LA COFRADIA DEL CRISTO DE LA MISERICORDIA

MISERICORDIA 2017
Concierto de Semana Santa de Baeza.

Sábado día 25 de marzo. 20'30 horas, a cargo de la Banda de Música de Baeza.

RETIRADA DE INVITACIONES, sábado día 25, a partir de las 19.30 horas en el Teatro Montemar.
Entrada gratuita hasta completar aforo


 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.»

Palabra del Señor

 Reflexión del Papa Francisco:

[...] Jesús no quiere cancelar los mandamientos que el Señor dio por medio de Moisés, sino que quiere llevarlos a su plenitud. E inmediatamente después añade que este "cumplimiento" de la Ley requiere una justicia superior, una observancia más auténtica. Y de hecho dice a sus discípulos:

“Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos" (Mt 5.20)

¿Pero qué significa este "pleno cumplimiento" de la ley? ¿Y en qué consiste esta justicia superior?

El mismo Jesús nos responde con algunos ejemplos. Porque Jesús era un hombre práctico, hablaba siempre con ejemplos para hacerse entender. Comienza desde el quinto mandamiento del Decálogo:

“Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: "No matarás"; pero yo les digo que todo aquel que se enoja contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal".

Con esto, Jesús nos recuerda que ¡también las palabras pueden matar, eh? Cuando se dice que una persona tiene la lengua de serpiente, ¿qué quiere decir? Que sus palabras matan.

Por lo tanto, no sólo no se debe atentar contra la vida de los demás, sino tampoco derramar sobre él el veneno de la ira y golpearlo con la calumnia. Ni hablar mal de él porque llegamos a las habladurías:

los chismes también pueden matar,  ¡porque matan la reputación de las personas!

¡Es muy feo chismorrear! Al principio puede incluso parecer incluso una cosa agradable, incluso divertida, como si fuera un caramelo. Pero al final, nos llena el corazón de amargura, nos envenena también a nosotros.

Pero les digo la verdad, ¿eh? Estoy convencido de que si cada uno de nosotros hiciera el propósito de evitar los chismes, ¡con el tiempo se convertiría en un santo!

Éste es un hermoso camino. ¿Queremos llegar a ser santos, si o no? (Síiiiii), ¿Queremos vivir parloteando como de costumbre, si o no? (Noooo). Entonces estamos de acuerdo: ¡basta con los chismes!.

[...] A la luz de esta enseñanza, todos los mandamientos revelan su pleno significado como una exigencia de amor, y todos se reúnen en el gran mandamiento: amar a Dios con todo tu corazón y al prójimo como a ti mismo (Homilía en Santa Marta, 16 de febrero de 2014)

"¿Quién puede presumir de no ser un pecador? Ninguno. Pidamos perdón al Señor por nuestros pecados". Papa Francisco

martes, 21 de marzo de 2017




Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,21-35):

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
- «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta:
- «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
-"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo."
Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo:
- "Págame lo que me debes."
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:
-"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré."
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
"¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?"
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»

Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco:

Pedro pregunta al Señor: «Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?». Y el Señor le responde: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete".

Estas palabras son centrales en el mensaje de reconciliación y de paz de Jesús.

Obedientes a su mandamiento, pedimos cada día a nuestro Padre del cielo que nos perdone nuestros pecados «como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden». Si no estuviésemos dispuestos a hacerlo, ¿cómo podríamos rezar sinceramente por la paz y la reconciliación?

Jesús nos pide que creamos que el perdón es la puerta que conduce a la reconciliación. Diciéndonos que perdonemos a nuestros hermanos sin reservas, nos pide algo totalmente radical, pero también nos da la gracia para hacerlo.

Lo que desde un punto de vista humano parece imposible, irrealizable y, quizás, hasta inaceptable, Jesús lo hace posible y fructífero mediante la fuerza infinita de su cruz.

La cruz de Cristo revela el poder de Dios que supera toda división, sana cualquier herida y restablece los lazos originarios del amor fraterno.

[...] Tengan confianza en la fuerza de la cruz de Cristo. Reciban su gracia reconciliadora en sus corazones y compártanla con los demás.

Les pido que den un testimonio convincente del mensaje reconciliador de Cristo en sus casas, en sus comunidades y en todos los ámbitos de la vida nacional.

Espero que, en espíritu de amistad y colaboración con otros cristianos, con los seguidores de otras religiones y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad... sean levadura del Reino de Dios en esta tierra.

De este modo, nuestras oraciones por la paz y la reconciliación llegarán a Dios desde más puros corazones y, por un don de su gracia, alcanzarán aquel precioso bien que todos deseamos.

Recemos para que surjan nuevas oportunidades de diálogo, de encuentro, para que se superen las diferencias, para que, con generosidad constante, se preste asistencia humanitaria a cuantos pasan necesidad...

Queridos hermanos y hermanas, Dios nos llama a volver a él y a escuchar su voz, y nos promete establecer sobre la tierra una paz y una prosperidad incluso mayor de la que conocieron nuestros antepasados. (Homilía en Santa Marta, 18 de agosto de 2014)

"A veces estamos tristes a causa de nuestros pecados. No nos desanimemos: Cristo ha venido a liberarnos. Él es nuestra paz". (Papa Francisco)

lunes, 20 de marzo de 2017





 Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (1,16.18-21.24a):

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
- «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.

Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco:

Las Escrituras rara vez hablan de san José, pero cuando lo hacen, a menudo lo encuentran descansando, mientras un ángel le revela la voluntad de Dios en sueños.

En el pasaje del Evangelio que acabamos de escuchar, nos encontramos con José que descansa no una vez sino dos veces

Es esencial para nuestra salud espiritual, descansar en la oración y rezar en familia, para escuchar la voz de Dios y entender lo que él nos pide.

José fue elegido por Dios para ser el padre putativo de Jesús y el esposo de María. Como cristianos, también ustedes están llamados, al igual que José, a construir un hogar para Jesús. A prepararle un hogar en sus corazones, sus familias, en sus parroquias y comunidades.

Al igual que san José, una vez que hemos oído la voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar. La fe no nos aleja del mundo, sino que nos introduce más profundamente en él.

Cada uno de nosotros tiene un papel especial que desempeñar en la preparación de la venida del reino de Dios a nuestro mundo.

Así como el don de la sagrada Familia fue confiado a san José, así a nosotros se nos ha confiado el don de la familia y su lugar en el plan de Dios, que nos llama a reconocer los peligros que amenazan a nuestras familias para protegerlas de cualquier daño.

Las dificultades y amenazas que hoy pesan sobre la vida familiar son muchas  [...] ¡Protejan a sus familias! Vean en ellas el mayor tesoro de su país, susténtenlas con la oración y los sacramentos.

Sean ejemplo vivo de amor, de perdón y atención. Sean santuarios de respeto a la vida, proclamando la sacralidad de toda vida humana desde su concepción hasta la muerte natural [...]

Yo quisiera decirles también una cosa personal:

"Yo quiero mucho a San José porque es un hombre fuerte y de silencio y en mi escritorio tengo una imagen de San José durmiendo y ¡durmiendo cuida a la Iglesia! ¡Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de San José, para que lo sueñe!... ¡Esto significa para que rece por ese problema!"

A San José el regalo de la Sagrada Familia le fue encomendado para que lo llevara adelante, a cada uno de ustedes y de nosotros, porque yo también soy hijo de una familia, nos entregaron el plan de Dios para llevarlo adelante.

Queridos amigos en Cristo, sepan que yo rezo siempre por ustedes. Rezo hoy por las familias. ¡Lo hago! Rezo para que el Señor siga haciendo más profundo su amor por él, y que este amor se manifieste en su amor por los demás y por la Iglesia.

No olviden a José que duerme. Jesús durmió con la protección de José. No olviden: el sueño de la familia es la oración. No olviden de orar por la familia. (Mensaje a las familias, 19 de enero de 2015, Filipinas)

 "Los santos no son superhombres. Son personas que tienen el Amor de Dios en su corazón y comunican esta alegría a los demás". Papa Francisco