CONTACTA CON NOSOTROS

Todos los que queráis mandarnos vuestros comentarios y sugerencias podéis hacerlo a: parroquiasanpablo2011@gmail.com

domingo, 30 de octubre de 2016

REFLEXIÓN DE DON MANUEL PARA EL DÍA DE HOY


DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

     Queridos hermanos: Los cristianos afirmamos con el apóstol San Juan que Dios es amor. Y así lo hemos escuchado en la primera lectura proclamada del libro de la sabiduría: “Señor amigo de la vida, que amas a todas las personas, porque son tuyas”.

     Mejor no se puede decir. Es la visión positiva, optimista de la vida desde la perspectiva de un Dios que es amor. Esta visión quizá la hemos tenido muy olvidada los cristianos: “A todos perdonas,… corriges poco a poco a los que caen y los reprendes, para que se conviertan y crean en Ti, Señor”.

     Esta contemplación de la misericordia de Dios y su universalidad nos debería alegrar más a los cristianos y practicarla más en nuestra vida: TENEMOS UN DIOS, AMOR,- JESÚS - NOS SALVA.

     Así se nos muestra en el Evangelio de hoy: Parece a primera vista que sea Zaqueo quien intenta encontrar a Jesús, pero de hecho, es Jesús quien quiere hacerse el encontradizo con ese hombre rico y pequeñajo encaramado en el árbol. Y es que Jesús de Nazaret, Dios con nosotros, se esfuerza por acercarse al que va por el mal camino y mira de entablar amistad con él para reinsertarlo en la sociedad y salvarlo. Le concede el don mesiánico del perdón y la paz.

       Zaqueo es el hombre, todo hombre, amado y buscado por Jesús, prototipo del hombre llamado a la salvación: ES EL HOMBRE QUE ESCUCHA UNA LLAMADA, LLAMADA QUE TRANSFORMA SU VIDA.

     1º. ESCUCHA UNA LLAMADA. Hay  un encuentro entre Dios y el hombre, un mirarse el uno al otro, un dirigirse la palabra. La salvación, la vida es siempre fruto de una llamada, de un diálogo entre Dios y el hombre. Jesús y Zaqueo se buscaban desde hacia tiempo. El rico, de corazón vacio e insatisfecho, buscaba a Jesús desde su subconsciente (sería bueno ver a Jesús). Zaqueo avergonzado quería ver sin ser visto.

     Jesús lo mira descaradamente, “levantó los ojos” para verle·  Así se encuentran la miseria y la misericordia, el pecado y el perdón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario