FIESTA DE LA SAGRADA
FAMILIA. CICLO “C”
Queridos hermanos: ¡Feliz Navidad a todos! Apenas nace el Hijo de Dios, los
cristianos celebramos la Fiesta de su Familia, que llamamos Sagrada.
El Hijo de Dios aceptó los condicionamientos humanos con todas sus
consecuencias: aceptó y asumió las leyes culturales, sociales y religiosas de
su pueblo y de su tiempo. Asumió y aceptó la institución familiar: Nació en la
cuna de una familia y en familia, en un hogar, vivió la mayor parte de su vida.
Su familia fue una familia normal como las de su
tiempo, familias sencillas, trabajadoras, religiosas... Este hecho es de gran
importancia, pues al nacer y vivir Jesús en una familia, esta institución
natural, querida por Dios, queda purificada, bendecida y consagrada como un
sacramento. Y me refiero al núcleo de la estructura, no a sus formas: Que al
fin Dios también es una familia.
Entre los judíos las leyes religiosas marcaban toda la vida. El niño, después
de la circuncisión, tenia que ser ofrecido a Dios, si era primogénito, porque
el hijo es más de Dios que de los padres (Recordar a Isaac, a Samuel...) Esta
ofrenda a Dios incluye una disponibilidad al servicio de los demás.
José y Maria saben que el amor no puede ser posesivo, que los dones que de Dios
recibieron no son para guardarlos. Por eso, el niño de cuarenta días ya se está
ofreciendo a Dios y a los hombres en ofrenda total: No vive ni vivirá para sí.
“Heme aquí” será su palabra firme. “Me has dado un cuerpo, pues aquí estoy para
servir, para trabajar, para amar y para salvar.
Maria oferente es una hermosa patena. Está siempre ofreciendo el fruto de su
vientre a Dios Padre y a los hombres, sus hijos.. Se hay llenado de Cristo para
darlo “Maria no es una madre celosamente replegada sobre su propio hijo divino”.
FIESTA DE
FAMILIA
La Navidad es la fiesta de la familia y de la vida. Se celebra en la familia
eclesial y en la familia humana. Resalta el encuentro familiar: Preparamos con
esmero la cena de Noche Buena con toda la familia; hay felicitaciones y
llamadas a los miembros ausentes, hay recuerdos u añoranzas de los años que
pasamos juntos y hay oración y tristeza por los que ya se fueron.
La Navidad es el tiempo del amor de Dios que se acerca y se regala, que se
entrega todo, que se hace niño para todos. Es ilusión, primavera, aunque sea
invierno.
Así es la familia: - Es triunfo del amor sobre la soledad y la egolatría. Los
seres humanos tendemos a encerrarnos ... El amor familiar significa apertura,
relación de comunión creciente, relaciones agrandadas y
multiplicadas.
- La familia es el triunfo de la colaboración sobre la rivalidad. Tendemos a
competir..., a ser
hostiles.
- La familia es el triunfo de la vida sobre la muerte. Nuestra condición es
mortal... Pero el amor familiar vence a la muerte, en dos sentidos, porque
quién tiene un hijo no muere del todo..., y porque el amor verdadero es más
fuerte que la muerte...
EL CULTIVO DE CADA DÍA
Todos sabemos los peligros, los problemas y crisis actual de la familia, de los
cambios, de los trabajos y sacrificios. La familia no es un paraíso... Necesita
mucho cuidado, atención, respecto, paciencia, mucha muerte, mucho amor. Por eso
debemos tener claros algunos principios: Propiciar el diálogo sincero; renovar
los gestos de amor; crecer en la confianza; sentirse responsable del otro;
pedir el perdón necesario; dar un paso más cada día en el camino del amor;
vigilar para vivir la gratuidad; no ser blandos y complaciente a la hora de
educar; contar con la presencia de Cristo y la ayuda de Dios.
En la Eucaristía la Iglesia, Madre, actualiza la ofrenda de Jesús, como hizo
María. Jesús ofrece su vida, pan partido y copa rebosante
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