DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO “B” DOMUND
1.- DÍA DEL DOMUND. Queridos hermanos: Hoy
es un día entrañable. Celebramos la Jornada Mundial de las Misiones: el Domund
con el lema “Misioneros de la
Misericordia”. Es una jornada que nos ayuda a pensar en los países y en el
trabajo que realizan miles de misioneros y misioneras, cristianos de nuestra
misma Iglesia. Recordamos su compromiso de fe con la justicia y la liberación
integral de los pueblos del tercer mundo, y nos dejamos impactar por su
valiente testimonio de entrega y de misericordia, a veces, hasta la muerte
violenta, como Cristo, rico en misericordia.
Este año proclamado Año de la Misericordia, el Domund nos invita a buscar el
por qué de tanto esfuerzo y sacrificio, a buscar la raíz de la Misión de la
Iglesia en el mundo. Y la respuesta es: “Jesucristo,
compasivo y misericordioso”. “Misioneros de la misericordia”.
2.- NUESTRO MUNDO NECESITA A JESUCRISTO, Palabra, luz para todos los
pueblos. “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande…” decía
el profeta.
Y el Papa Juan Pablo II en su encíclica
“Redemptoris Missio” nos decía que si miramos a nuestro mundo veremos “afianzarse en los pueblos los valores
evangélicos que Jesús encarnó en su vida: paz, justicia, fraternidad,
dedicación a los mas necesitados”.nº3
Veremos
también a millones de personas que buscan el sentido de su vida, de su sufrimiento,
y de su muerte.
Y en el Evangelio hay una
respuesta: Jesús nos ha dicho que El “no
ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar la vida por todos los
hombres”. Él quiere y puede satisfacer la más intima esperanza de la
humanidad.
Así
lo explicaba una cristiana: “Hace tres
años que me hice cristiana. Y desde que encontré a Jesús todo se me ha vuelto
alegría. Todo. No solo la oración o la relación con la Iglesia, sino también
todos los quehaceres diarios, todas las preocupaciones y hasta las penas. Todo
tiene un sentido nuevo. No puedo quitarme de encima esta alegría. Me sale de
dentro, tan natural…”
Pero, ¿quién hará posible el derecho de toda persona a conocer y amar a
Jesucristo y a vivir los valores del Evangelio?
3.-TODOS LOS CRISTIANOS SOMOS MISIONEROS.
Anunciar el Evangelio, la Buena Noticia del amor de Dios, es una tarea confiada
por Jesucristo a los Apóstoles y a todos los cristianos. Y es lógico: El gozoso
anuncio de su amor, al tenerlo y disfrutarlo en nuestras vidas…, debemos darlo
y llevarlo: En primer lugar, aquí en nuestro ambiente, trabajando en la “Nueva Evangelización” de nuestros
hermanos que se han olvidado de Él y que tiene derecho a conocerle y amarle.
En segundo lugar, es necesario llevarlo a millones de hombres y mujeres que aún
desconocen a Jesucristo y su mensaje. Pues el conocimiento del
Señor les llevará a descubrir su dignidad de hijos amados del Padre, llamados a
compartir la gloria de Jesús, el Hijo de Dios.
La Iglesia, nuestra Iglesia envía misioneros a los pueblos lejanos con el
encargo de ofrecerles la Buena Noticia de la Misericordia de Dios mostrada en
Jesucristo, su Hijo; los misioneros anuncian a Jesús, reúnen a los creyentes, y
así se va construyendo la Iglesia que promueve los valores del Reino de Dios en
todo el mundo. No tienen miedo de dar la vida por aquellos a quienes
sirven. Realizan la gran tarea de la Iglesia de Cristo.
Nosotros los hemos de imitar, evangelizando a nuestros hermanos
descristianizados; hemos de interesarnos y cooperar en la misión universal,
para que hombres y mujeres de todos los pueblos tengan el derecho cumplido de
conocer y amar a Jesucristo.
4.- LA SANGRE DE CRISTO DERRAMADA POR NOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES.
Continuemos nuestra celebración recordando las palabras escuchadas hoy en
la carta a los Hebreos:“Acerquémonos
con seguridad al trono de la Gracia, para alcanzar misericordia. Jesús ofrecerá
al Padre su sangre por nosotros y por todos los hombres para el perdón de los
pecados”
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