DOMINGO
XXVIII ORDINARIO “B”
Queridos hermanos y hermanas,
comenzamos un nuevo curso de pastoral. Como en otros ámbitos de la vida,
realizamos nuestros planes, nos damos nuestros objetivos y señalamos las
actividades para conseguirlos. Nuestra Parroquia de San Pablo, siguiendo las
orientaciones de la Iglesia y en concreto de nuestra Diócesis, nos hemos
propuesto presentar “LA ALEGRIA QUE RENACE DE JESUCRISTO MISERICORDIOSO COMO EL
PADRE”.
Y para ello, hemos de centrar nuestro trabajo en los tres campos de pastoral
que siempre han sostenido a la Iglesia: El de la Evangelización…El de la
Caridad…. Y el de la Liturgia… (Explicar brevemente estos tres campos).
Este Domingo la Palabra de Dios nos puede
ayudar a centrar nuestra labor pastoral de ya hemos comenzado y que hoy pedimos
que el Señor la bendiga.
“La Palabra de Dios es
viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo...” Y
hoy, como otras veces, nos deja fuera de combate. Como los apóstoles, hemos
quedado tan sorprendidos que nos hemos preguntado: Entonces, ¿quién puede
salvarse?, ¿Quién puede vivir esto? Porque dejarlo todo, vender lo que tenemos
y darlo a los pobres, es demasiado. Está contra lo que hace la mayoría de las
personas.
Situar en primer lugar de nuestra vida el seguimiento de Jesús y el anuncio del
Evangelio, preferir la sabiduría que procede de Dios a las piedras más
preciosas... es algo que no nace espontáneamente de nuestro interior. Nos
cuesta vivirlo. Porque cada uno tiene sus cosas, sus bienes, sus ahorros, su
casa, su plan... Y es cierto que cada uno intenta ser honesto y buena persona.
Pero de ahí a darlo todo y dedicarnos a vivir y realizar el mensaje de Jesús
hay una distancia inmensa.
SENTIDO DE LAS PALABRAS DE JESÚS.
Pero entonces, ¿qué tenemos que hacer? Porque la pregunta es de toda persona y
se da en toda vida humana ¿Cómo ser feliz?, ¿Qué hacer para vivir bien y
más?
Y Jesús nos responde que uno sólo es la vida, el bien y la bondad: Dios. Por
eso, vivir consiste en dejarlo todo y venirse conmigo. Y la propuesta de Jesús
es para todos, pues el evangelio se refiere a la actitud más radical de cada
hombre y de cada grupo humano ante las riquezas y la vida.
Dejarlo todo es vivir una actitud clarividente ante las cosas; es entender y
vivir (sabiduría) que las riquezas no constituyen el gran valor de la vida
humana; que el hombre no se define por lo que tiene; que uno no es más, si
tiene más, o vale más, si posee más.
Seguir a Jesús significa vivir según Dios, amando como él ama. Jesús con su
palabra y con su vida nos dice: “No
pongáis vuestra seguridad en las cosas perecederas, o en el dinero... pues la
única riqueza es Dios”. “Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre”
Y en el fondo, aunque a veces algo tarde... llegamos a comprender que nada hay
en el mundo que colme la sed de nuestro corazón. Y damos la razón a San Agustín
que decía: “Señor, hemos sido creados para ti, y nuestro corazón no descansa
hasta que descansa en ti”
Para llegar a ello se nos pide una actitud de fe. Fiarnos de la palabra de
Jesús y llegaremos a tener la verdadera sabiduría. Experimentaremos que cuando
somos capaces de dejar casa... por Cristo y para anunciar el Evangelio,
recibimos ya en el tiempo presente cien veces más... y en el futuro la vida
eterna. Testigos de esto: Maria... Aquí: sacerdotes, religiosos as,
catequistas, voluntarios de caritas...
A) De forma total y radical: Hemos de
preguntarnos y ver si Jesús nos llama a nosotros a vivir personalmente esta
radicalidad del Evangelio de hoy, como lo están viviendo testigos, misioneros,
sacerdotes, religiosos as y seglares. Nuestro mundo necesitan personas que se
decidan a vivir como Jesús. Personas que dejen todo y se dediquen a servir a
Jesús en los pobres... Es una llamada real, verdadera que Jesús puede hacer a
algunos de nosotros. Pregúntese cada uno, si me la hace a mí.
B) Otra posibilidad:
Plantearse esto con la radicalidad que cada uno sea capaz. Y que en nuestra
situación, en tu situación... escuches a Jesús, que juzgue tu vida y que seas
valiente, para preguntarte: ¿Qué debo hacer?. ¿qué debo cambiar? Concretar...
EUCARISTÍA.
Lo que Jesús nos pide, es lo que Él hizo para darnos vida: Entregarse
absolutamente. La Eucaristía es la presencia de esa entrega, de ese amor total
suyo. Llenémonos de él y demos gracias de vivirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario