LA V.
DEL ALCAZAR, MADRE DEL AMOR HERMOSO.
MONICIÓN:
“En esto conocerán que sois mis discípulos: si
os amáis los unos a los otros”. María es
la Madre del amor hermoso. Ella hizo de su vida una continua y sobresaliente
expresión de amor: entrega a Dios en sus planes y entrega servicial a quienes
le rodean: María se nos presenta como el modelo mejor en el ejercicio de una
actitud esencial y propia de todo seguidor de Jesús: el amor y la caridad
cristiana”. Contemplemos hoy a la Virgen del Alcázar, Nuestra Patrona como Madre del amor hermoso.
ORACIÓN DE
FIELES
1ª.-Por la
Iglesia, para que en su vida manifieste la armonía de lo divino, y en sus
celebraciones cultive el buen gusto, la sencillez y la hermosura del misterio.
Oremos al Señor.
2ª.- Por los
artistas y creadores de belleza, para que en sus formas acierten a transmitir
también la bondad del Creador, contribuyendo a la elevación del espíritu
humano. Oremos al Señor.
3ª.-Por las
personas especialmente preocupadas de su imagen externa, para que cultiven en
la misma proporción su vida interior y su calidad humana. Oremos al Señor.
4ª.-Por
nuestros enfermos, por los pobres y débiles de la tierra, por los que sufren en
nuestro mundo, para que tengan la certeza de que Dios apuesta por ellos, los
ama y les da a María como Madre y Alcázar donde refugiarse y sostenerse. Oremos
al Señor.
5ª.- Por
todos nosotros, que llevamos un tesoro en vasos de barro, para que el espesor
de la arcilla nunca nos impida percibir el amor hermoso que procede de Dios y
llega hasta nosotros a través de su Madre. Oremos al Señor.
HOMILÍA: Año
Jubilar de la misericordia, oportunidad de testificar la caridad.
INTRODUCCIÓN:
El amor es la fuerza que mueve a la
persona cuando de verdad lo posee. En un plano meramente humano se es
persona en cuanto se tiene capacidad de amar: salir de sí mismo para darse
enteramente. ¡Qué buena persona! Decimos…
En el plano cristiano el amor es la realidad o actitud más importante y definitiva;
esencia y resumen de todo el mensaje de Jesús es el amar a Dios y a los
hermanos. Constituye el criterio para reconocer a un discípulo de Cristo: “En esto conocerán que sois mis discípulos…”
El
fundamento del amor, las razones cristianas para amarnos las tenemos en el
hecho de ser hijos del mismo Padre Dios,
ser miembros del mismo cuerpo de Cristo
y vivir animados por el mismo Espíritu, en la comunidad de creyentes.
1.- LA
VIRGEN MARÍA, MADRE DEL AMOR HERMOSO
Refiriéndose a esta virtud teologal de
la Caridad en la vida de María, decía el Papa Pablo VI en su carta apostólica “Marialis Cultus”, el culto a Maria: “La Santísima Virgen, llevando en su seno al
Hijo, va a casa de su prima Isabel para ofrecerle la ayuda de su caridad y
proclamar la misericordia de Dios”.
Había sido el Ángel Gabriel, quien le comunicó que Isabel estaba de seis
meses. Y María ni corta ni perezosa,
cargó con su
hato de ropa y atravesó los montes de Galilea (sesenta kilómetros) hasta llegar
a Judea. Pero esta escena es la síntesis y el reflejo de toda su vida: una vida
llena de amor y de generosidad a los planes de Dios y al servicio de los demás.
Una vida generosa, como la mejor discípula de Cristo, su Hijo.
María
se nos presenta en todo el Evangelio como el modelo perfecto de entrega, de
amor. Se ha dicho que el amor de una madre es, posiblemente, el más alto
exponente del amor humano, el que posee más quilates. Y esta afirmación se
aplica en plenitud a María, Madre de Jesús y Madre nuestra, pues trae a su Hijo
para nosotros…
Dios
es amor, y la Virgen María por
ser la Madre de Dios estuvo más cerca del Señor que cualquier otra criatura, y
fue colmada del amor divino. El ángel la llamó “llena de gracia”, es
decir, llena del amor de Dios. Sin embargo esto no la privó del ejercicio activo
y constante de la caridad, lo mismo que en el resto de las virtudes.
El
amor de María adquiere tonos totalmente nuevos y originales referido a Dios, y explicitado en su
actitud hacia Él: entrega total, disponibilidad absoluta, generosidad completa...
María
también es modelo de amor al prójimo
y se hace presencia al lado de Jesús a favor de los hombres: Su actitud de
preocupación, de delicadeza y su actitud de servicio hacia los que le rodean y
necesitan de ella. Los escasos episodios en que aparece María en el Evangelio,
así nos la muestran: cuando ayuda a su prima Santa Isabel, a los novios cuando
se les acaba el vino, e intercede por ellos ante su Hijo.
Es verdad que Dios se volcó hacia
María con grandes dones o privilegios: la santidad de vida en que nació y su
maternidad divina fueron puros dones de Dios, pero ella los aceptó en plena
libertad, no pasivamente, con con plenitud de fidelidad, convirtiéndose
así en la perfecta discípula de su Hijo en el camino teologal del amor a Dios y
al prójimo.
En
las bodas de Cana pide al Hijo la gracia de convertir el agua en vino
devolviendo la alegría a aquellos novios e invitados. Que la Virgen no permita
se acabe entre los esposo el vino del amor y de la fidelidad; en los sacerdotes
el vino de la perseverancia; en los jóvenes el vino de la sana alegría y
responsabilidad frente al futuro; en los niños el vino de la pureza y amor a
sus padres. Ella es la omnipotencia suplicante puesto que Jesús no niega nada a
su Madre si lo pedimos con fe y amor.
2.- NUESTRA
PRÁCTICA DEL AMOR.
El
alcance del amor cristiano, lo tenemos descrito en las palabras de Cristo
del en el Sermón de la Montaña... pero sobre todo en sus hechos y en los de
María: nos ama hasta el extremo de morir
por nosotros. Y esa es la medida del amor, como Cristo nos amó.
Como rasgos propios del amor cristiano que María, primera cristiana,
vivió, podemos enumerar para nuestra vida: Sobrenatural por el motivo y
la intención que mueve al cristiano, Universal: sin excepción, incluidos
los enemigos...Generoso: por la capacidad de aceptación, de donación, y
perdón a todos. Desinteresado: por la calidad de afecto y entrega, sin
esperar nada. Eficaz y operante: porque pasa a las obras y no se reduce
a palabras. Afectuoso y humilde: porque pone corazón y ayuda sin rebajar
a nadie.
Amar
hoy, significa comprometerse en la tarea de mejorar el mundo y sus
condiciones de vida.: Crear la convivencia humana verdadera, la unión y la
fraternidad. La caridad cristiana tiene nombre de solidaridad con los más
pobres, los oprimidos, los que sufren, para tratar de remediar eficazmente su
situación. “Caritas, la caricia de la Iglesia a los pobres”. Papa Francisco.
El amor no pasa nunca... y en la tarde de la vida se nos examinará en el
amor... Así nos describe la Escritura la proyección y trascendencia del amor.
Sí.
María es Madre y modelo del amor hermoso, que
todo hijo suyo estamos llamados a vivir, para nuestra plena realización.
TEXTOS: 1ª LECTURA….. ISAÍAS 7, 10-14.
SALMO……….. LUCAS 1, 4.7.48
2ª LECTURA…. EFESÍOS 1, 3-6
EVANGELIO…...JUAN 2, 1-11
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