CARTA
PASTORAL
CUARESMA,
PREPARACIÓN PARA LA PASCUA
Estimados
hermanos y hermanas cofrades:
1.
Próximo el miércoles
de Ceniza,
con su llamada profunda y sincera para acercarnos a la misericordia
de Dios, nuevamente quiero hacer llegar a todos mi saludo desde el
día en que nos vimos en el Encuentro diocesano de la solemnidad de
Cristo Rey.
Cada recorrido
cuaresmal es un camino en el que podemos experimentar, de manera
nueva, el amor misericordioso de Dios. Es Él quien nos llama e
invita: “Convertíos
a mí de todo corazón”
(Jl 2, 12). Seamos conscientes de que no podemos realizar nuestra
conversión sólo con nuestras fuerzas, de ahí la necesidad de salir
de nosotros y ponernos en los brazos de Dios Padre. “Alégrese
el corazón de los que buscan a Dios”
(Sal. 44).
2.
Nuestro mundo, nosotros los primeros, necesita ser convertido,
necesita del amor y perdón de Dios, necesita un corazón nuevo.
“Dejaos
reconciliar con Dios”,
nos dice el Apóstol San Pablo (2 Cor 5, 20).
Os recuerdo, asimismo,
lo que os indicaba en mi última Carta Pastoral y que, por su
importancia, conviene no olvidar: la Iglesia está implicada, desde
su inicio, y por encargo del Señor, en
la evangelización,
es decir, en presentar a los demás la alegría profunda del
encuentro con Dios, de descubrir y hacer descubrir el amor de Dios,
manifestado en su Hijo Jesucristo, por cada uno de nosotros.
3.
En esta tarea y empeño, como nos repite una y otra vez el Papa
Francisco, la
Iglesia necesita a los cofrades,
inmersos en actividades laborales, en sus relaciones familiares, en
medio de una sociedad que atraviesa momentos delicados y con escasa
esperanza.
Por medio de vosotros,
cristianos asociados en torno a una Hermandad o Cofradía, debe
resonar el estilo de vida que Jesús enseñó,
viviéndola en hermandad, como luz que ilumine a otros.
Durante este tiempo
cuaresmal, que nos prepara para la Pascua del Señor, en que
comenzamos a celebrar nuestros cultos, os invito a que sean
encuentros intensos y sinceros que os acerquen a Cristo nuestro
Salvador y Redentor. Contad, para ello, con vuestros Consiliarios.
Programad de forma nueva para fortalecer vuestra fe, pues sólo así
será posible que os manifestéis como verdaderos cristianos en esta
sociedad.
4. El
Plan Diocesano de Pastoral
para el presente curso es muy concreto cuando describe el camino a
recorrer por nuestras cofradías: el estudio de la exhortación del
Papa Evangelii
gaudium,
intensificar la vida de oración, conseguir crecer en formación
cristiana, descender y repasar los fines fundacionales y raíces de
la Cofradía o Hermandad, ponerse en permanente misión hacia fuera,
sobre todo en las propias familias, y amistades. Seleccionemos, para
que “no queramos tanto, que nos quedemos con nada”, como escribió
Santa Teresa de Jesús.
No quiero terminar sin
antes felicitaros por vuestra fidelidad y colaboración a favor de
los distintos campos de la pastoral diocesana y parroquial. Sabed que
estáis muy presentes en mis oraciones y que siempre os recuerdo con
mucho aprecio y agradecimiento.
Con mi saludo y
bendición
Ramón
del Hoyo López
Obispo
de Jaén
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