CONTACTA CON NOSOTROS

Todos los que queráis mandarnos vuestros comentarios y sugerencias podéis hacerlo a: parroquiasanpablo2011@gmail.com

domingo, 18 de marzo de 2012

D. MANUEL, PARA LA REFLEXIÓN

CIEGOS VOLUNTARIOS
“No hay peor ciego que el que no quiere ver”, dice el refrán. Y a veces nosotros andamos por la vida como “ciegos voluntarios”. Es cuestión de saber mirar a otra parte, cuando nos interesa.
El diálogo de Jesús con Nicodemo, es una reflexión sobre la vida cristiana, simbolizada en la luz. La Resurrección de Cristo es un derroche de Luz. Dios se revela en Jesucristo como Luz que ilumina al mundo, que rescata a los hombres de las tinieblas del pecado y los conduce por los caminos de la vida.

Pero Dios nunca se impone por la fuerza, se ofrece como los enamorados. No violenta a nadie sino que brinda su amor como la luz de la aurora, buscando la respuesta libre y generosa del hombre. Como dice San Pablo, “Dios nos ha resucitado con Cristo y por pura gracia nos ha salvado, sentándonos en el cielo con Él”.
A pesar de que la salvación está acreditada en la Resurrección del Señor, los hombres andamos afanados en las tinieblas del egoísmo y rechazamos esta oferta de salvación: “Preferimos las tinieblas a la luz, porque nuestra obras son malas”

Caminar en la luz es aceptar el derroche del amor de Dios: “Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo para que no perezca ninguno de los que creen en Él”. Y el amor exige respuesta se amor. De ahí la necesidad de manifestar nuestra fe, aceptando al Señor, acogiendo su luz y caminando como “hijos de la luz”, expresando en buenas obras la Buena Noticia del Evangelio.

El hombre moderno vive a veces envuelto en un “exceso de luz” que le ciega. Nuestro mundo anda cegado por un derroche de consumo, por un río de placer que oscurece el dolor humano, por un caudal de egoísmo que seca las fuentes de la solidaridad. No vemos porque no abrimos los ojos del corazón.

¡Abre los ojos! Y contempla tu salvación. Dios nos ha enviado a su único Hijo para que viviendo en la luz del amor, iluminemos la vida con rayos de caridad. “No hay peor ciego que el que no quiere ver...” Y nosotros hemos sido llamados a la luz. ¡No echemos en saco roto la gracia de la Redención de Cristo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario