CONTACTA CON NOSOTROS

Todos los que queráis mandarnos vuestros comentarios y sugerencias podéis hacerlo a: parroquiasanpablo2011@gmail.com

domingo, 24 de julio de 2011

D. MANUEL, PARA LA REFLEXIÓN

Estos días de verano además de propicios para el descanso, también lo pueden ser para la aventura y la practica de deportes, ya sea en la montaña o en la playa. ¿Por qué no ejercitarnos durante estos meses estivales en la aventura de encontrar a Dios en nuestra vida? Juguemos a buscarlo, porque de verdad que merece la pena intentarlo.
Las parábolas del Evangelio nos presentan el comportamiento y la actitud de aquellos que han encontrado el Reino de Dios en sus días, han descubierto a Cristo resucitado y se han dado cuenta de que la fe no es solamente cosa del pasado. Para ellos ya nada es lo mismo, todo se torna diferente, nada volverá a ser como antes…
Sentir a Dios en su vida: un Padre que te escucha, que te guía, que te quiere, que te perdona infinitamente… produce la misma alegría que aquel que ha encontrado un tesoro en el campo, o aquel mercader que ha encontrado una perla de incalculable valor. ¡Un hallazgo incalculable! La fe, creer, sentirnos parte de este Reino, de una comunidad de creyentes, debería hacernos sentir profundamente dichosos, experimentar en carne propia lo que San Francisco de Asís un día bautizó como verdadera alegría. Pero seamos sinceros:
-¿La fe provoca este estado de ánimo y alegría en tu vida?
-¿Te sientes dichoso por la fe que profesas?
-¿Das gracias a Dios por haberlo encontrado?
-¿Los demás se contagian de esta alegría al ver tu vida?

No hay comentarios:

Publicar un comentario