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viernes, 29 de abril de 2011

REVISTA IGLESIA EN JAEN, Nº 479

Libera me...

"ES HORA DE ASOMARSE AL INFINITO"

“Es hora de asomarse al infinito”



Es hora de salir al balcón de la vida,
mirar el horizonte, despertar al alba
y sentirse llenos de alegría.


Es hora de asomarse al infinito,
de anunciar y cantar, trabajar y proclamar
que es posible un mundo nuevo y distinto.


Es hora de entrar en la noche sin miedo
y ser sus testigos;
descubrir su presencia entre nosotros
fortaleciendo nuestras esperanzas y anhelos.


Es hora de romper los esquemas de siempre;
de escuchar las palabras del silencio;
gustar su presencia callada, confesar la vida,
andar por los desiertos y abrir nuevas sendas
por donde pueda llegar el Reino.


Es hora de iniciar caminos nuevos,
arriesgarlo todo,
apostar por Dios y su Reino.


Es hora de la Pascua, de Resurrección,
de brindar por la Vida Plena
que el Señor nos sigue trayendo,
para ensanchar nuestro corazón
y hacerlo más sensible y más fraterno.

jueves, 28 de abril de 2011

BENEDICTO XVI

La Resurrección Cristo sobrepasa la historia pero sucede en la historia:


“La resurrección de Cristo no es fruto de una especulación, de una experiencia mística. Es un acontecimiento que sobrepasa ciertamente la historia, pero que sucede en un momento preciso de la historia dejando en ella una huella indeleble. La luz que deslumbró a los guardias encargados de vigilar el sepulcro de Jesús ha atravesado el tiempo y el espacio. Es una luz diferente, divina, que ha roto las tinieblas de la muerte y ha traído al mundo el esplendor de Dios, el esplendor de la Verdad y del Bien. Así como en primavera los rayos del sol hacen brotar y abrir las yemas en las ramas de los árboles, así también la irradiación que surge de la resurrección de Cristo da fuerza y significado a toda esperanza humana, a toda expectativa, deseo, proyecto”

(Mensaje Urbi et Orbi, 24 de abril de 2011).

Redde mihi...

RECUERDO AQUEL JUEVES....

Por Enrique Ruiz Cantos

Recuerdo aquellos días como si los tuviese gravados a fuego en mi memoria, sobre todo aquel jueves…

Era jueves y nos juntamos para cenar, esa cena no tenía por que ser diferente a tantas otras que habíamos tenido en otras ocasiones, estábamos todos y Él estaba como siempre, relajado, con esa profunda mirada… ciertamente cada vez que nos hablaba nosotros nos quedábamos admirados de su saber, aunque bien es cierto que no siempre comprendíamos todo lo que Él nos decía, notábamos el gran amor con que se expresaba. Esa noche de jueves fue muy enigmático, primero nos lavo los pies, incluso a Pedro que no quería, pero Él le dijo que así tenia que ser, posteriormente nos dijo que uno de nosotros lo iba a traicionar, con lo cual todos nos quedamos perplejos, pero seguimos cenando y charlando, Él nos siguió hablando de esa manera tan enigmática como tantas veces había echo en los años que llevábamos juntos a Él, nos dijo que le quedaba poco tiempo para estar con nosotros, nos dijo que iba a prepararnos una estancia en la casa de su Padre, por supuesto nos hablo de uno de sus temas favoritos, del Amor. Muchas cosas nos dijo, muchas cosas hizo, tanto unas como otras no las comprendimos hasta pasado un tiempo, transcurrido ese tiempo no solo entendimos sus palabras, no solo valoramos esos símbolos como cuando nos lavo los pies, o cuando partió el pan… Cuando paso un tiempo nos dimos cuenta del gran sacrificio que hizo no solo por nosotros, sino por toda la humanidad, cuando nos dimos cuenta de que nuestro Jesús no solo era un hombre, sino el mismo Dios, entendimos el gran amor que nos expreso, entendimos que El nos amo hasta el extremo, y que tan grande es el amor que nos tiene que decidió quedarse con nosotros en la Eucaristía para que así pudiésemos sentir su presencia cada pobre día de nuestras vidas.

Por supuesto que todo no acabo cuando termino la cena, a Él todavía le faltaba sudar sangre en el huerto de los olivos, que desgarradora fue su oración aquella noche… le faltaba el interrogatorio ante el Sanedrín y Pilatos, que sumamente doloroso tuvo que ser para Él los latigazos que le dieron los romanos, o cuando la gente prefirió a Barrabas en vez de a Él que tantos enfermos curo, que tanto bien hizo… que duro tuvo que ser cuando camino del calvario vio a su Madre, o cuando vio como huíamos todos los suyos como si fuésemos ratas, tal vez ese fue su mayor dolor, el verse abandonado por aquellos a quien quería como hermanos.

Pero todo no acabo con su muerte, pues pocos días después Resucito, al principio no comprendimos, como tantas veces estábamos ciegos, pero Él curo nuestra ceguera cuando recibimos el Espíritu Santo, ese fue el momento en el que nos dimos cuenta de quien era nuestro Maestro, a partir de ese momento ya no le abandonamos, ni le traicionamos, a partir de ese momento dimos testimonio de Él, curamos enfermos en su nombre, predicamos sobre el amor, sobre el Padre… y dimos todo lo que teníamos por Él, nuestra vida.

¿Y quien soy yo para escribir sobre lo que aconteció en aquella cena, sobre lo que paso aquellos días? Pues yo soy un simple pecador al que le palpito el corazón cuando estuvo dos mil años después en aquella tierra que los cristianos llamamos Santa, que me palpito el corazón cuando partimos el Pan en el cenáculo, soy alguien a quien le hubiese gustado estar con Jesús aquellos días, no niego que tal vez lo hubiese traicionado o negado, no niego que hubiese huido, como no niego que le halla traicionado o negado en la actualidad, pero tampoco puedo ignorar que lo amo, que confió en su misericordia, en su perdón, en el gran amor que nace de su Sagrado Corazón y que nos ilumina más que el sol, Amor que lo impulso a dar su vida por nosotros a pesar de saber que le podíamos traicionar o negar.

miércoles, 27 de abril de 2011

Cor mundum...

REFLEXIÓN DE ENRIQUE CANTOS

Un año más Semana Santa...
Cuando llegan determinadas fiestas siempre me pasa lo mismo, me pongo a pensar, y en que estoy pensado en estos días de Semana Santa… pues pienso si realmente a Dios le mereció la pena sacrificar a su único hijo, si realmente todo lo que sufrió Jesús mereció la pena, y por que me planteo estás preguntas imagino te estarás planteando…
En la última cena Jesús nos dejó el mandamiento supremo, “Amaros unos a otros como yo os he amado”.
Si le echamos una mirada al mundo podemos ver no solo la hermosura de nuestras procesiones o la crisis que tanto nos preocupa, o el drama de los millones de parados, las subidas de impuestos… no solo vemos que este año no nos podremos ir de vacaciones, o que tenemos que restringir nuestras salidas a los bares… si echamos esa mirada real podemos ver como sigue Haití después de la gran catástrofe que la asolo, o podemos ver como nos hemos olvidado del desastre acaecido hace años en el sudeste de Asia, o podemos recodar que siguen las hambrunas en África, o el como se sigue explotando a los niños en numerosos países, si seguimos mirando, aunque nos cueste trabajo podemos ver imágenes de niños soldados en numerosas guerras que no son noticia, como no es noticia el maltrato a la mujer en demasiados países, la ablación del clítoris, la falta de libertad, el maltrato o exterminio a minorías étnicas, el como sigue la pena de muerte, podemos ver o imaginar formas de morir que pensábamos no seguían vigentes como es la lapidación, como mueren homosexuales ejecutados… hay veces que me pregunto si somos conscientes que enfermedades que están erradicadas en Europa siguen llevándose a la tumba a miles o cientos de miles de personas, me pregunto si en la comodidad de nuestros sillones nos planteamos que en la India se han llevado a cabo esterilizaciones forzosas tanto a hombres como a mujeres, o que se sigue persiguiendo a millones de personas por ser creyentes de una determinada de religión, ¿Sabemos a caso el numero de abortos que se producen anualmente en el mundo?
Se que son muchas preguntas, se que son muchos los millones de sufrientes que hay en el mundo, como también soy consciente de ese famoso refrán “Ojos que no ven, corazón que no siente”, algunas veces pienso que tengo una conciencia demasiado exigente, sinceramente pienso que algunas veces pienso en exceso, ¿Pero como ser indiferente al sufrimiento de personas iguales que yo ante Dios, (que son hermanos según el mandato del Amor que nos dejo Jesús en su última Cena)?
También se me ocurren otras preguntas a raíz de estas reflexiones ¿Podemos hacer algo para mejorar la situación de estos hermanos nuestros? Yo creo que si, claro que podemos hacer muchas cosas, la primera de ellas es ser consciente de la realidad de estos millones de personas, y la segunda es poner nuestro granito de arena, hay muchas formas de colaborar, la más sencilla es a través de un donativo económico, por supuesto también debemos hacer oración y pedir a Dios sensibilice a quienes nos gobiernan, los cuales sinceramente creo que pasan olímpicamente del sufrimiento de estos millones de hermanos nuestros.
Algunos filósofos y no pocas personas culpan a Dios de los padecimientos de estás personas, es más yo mismo me lo he planteado en algunas ocasiones, pero siendo honrados quien maneja los recursos del planeta no es Dios, son las grandes potencias quien acapara la mayoría de los alimentos, medicinas, y recursos energéticos somos nosotros, no Dios, Él nos dio inteligencia, y conciencia, como para saber realmente lo que es bueno y malo, y somos nosotros los que debemos gestionar de manera correcta esos recursos no Dios. Él cuando vino al mundo lo hizo de manera sencilla, “Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz…” Él predico con el ejemplo, Él nos enseño como teníamos que tratar al prójimo… por ello creo que sí que mereció la pena que Dios nos mandase a su Hijo. Hay numerosas personas que dedican sus vidas por entero a estos prójimos, y no solo hablo de los misioneros, ¿Cuántas personas trabajan para instituciones como Caritas o Manos Unidas? No, no podemos ser fatalistas, yo no lo soy, si que pienso que se puede hacer mucho más, pero no podemos ignorar ni el trabajo de esas personas ni la colaboración económica que hacemos los españoles, aunque tampoco podemos ignorar que a pesar de que nos asola esta maldita crisis a muchos de nosotros no nos falta la comida ni el agua corriente, ni las muchas comodidades de nuestras amplias casas, por ello siempre he pensado que privándonos de una caña o café y dando lo que cuesta a instituciones benéficas podríamos conseguir que muchas personas ese día coman.
Jesús muere un viernes, pero de la misma manera que acaba la noche y llega el hermoso amanecer, Jesús resucita y con su resurrección llega nuestra esperanza, con la resurrección Jesús da sentido al sufrimiento previo, a nuestro sufrimiento, a nuestra vida, al menos así piensa el ignorante que escribe estas líneas.

BAUTIZO EN LA PARROQUIA









El Domingo de Resurrección durante la Eucaristía de la mañana se celebró el bautizo de una niña.


martes, 26 de abril de 2011

COFRADÍA DEL NIÑO: SE RECOGEN LOS BIZCOCHOS






Los hermanos y hermanas de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza y el Niños Jesús, recogen como tradicionalmente se hace sus bizcochos y comparten un "vinillo dulce".



Auditui meo...

domingo, 24 de abril de 2011

CARTA PASTORAL DE D. RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ

Queridos fieles diocesanos:
Cantemos “Aleluyas”. Esta palabra del idioma hebreo se ha convertido en expresión alegre de los redimidos por la Resurrección de Jesucristo.
Las siete semanas de Pascua son para los cristianos como un largo día de fiesta. Celebramos, con el Cirio encendido en la Vigilia Pascual, que Cristo no sólo resucitó hace dos mil años, sino que continúa acompañándonos y se hace presente entre nosotros.
Ya desde el primer día de la Resurrección, Jesús prometió darnos su Espíritu y continúa el cumplimiento de su promesa. Por eso este tiempo termina en la Pascua de Pentecostés en la que se apaga la luz del Cirio Pascual simbólicamente.

1. Volvió a la vida y se apareció a las mujeres

Leemos en San Lucas que “el primer día de la semana, de madrugada, las mujeres fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. Encontraron corrida la piedra del sepulcro. Y, entrando, no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas por esto, se les aparecieron dos hombres con vestidos refulgentes. Ellas quedaron despavoridas y con las caras mirando al suelo y ellos les dijeron: ¿por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado... Habiendo vuelto del sepulcro anunciaron todo esto a los Once y a todos los demás.”(Lc 24, 1-9).


Estas mujeres, refiere el mismo evangelista “eran María Magdalena, Juana y María la de Santiago. También las demás que estaban con ellas contaban esto a los apóstoles” (Lc 24, 10). Luego se apareció a Pedro, a los demás apóstoles y ante más de quinientos hermanos.
¡Cómo se disfruta y cuánto bien nos hace acudir a la Palabra de Dios y releer, una y otra vez, estas apariciones! Murió en la Cruz, en el monte Calvario, pero realmente, también, volvió a la vida. Con qué claridad y profundidad trata este tema trascendental de la fe cristiana Su Santidad, Benedicto XVI, en la segunda parte de su libro sobre “Jesús de Nazaret” (9, pp. 281-321).

2. ¿Por qué se apareció primero a aquellas mujeres?

Sabemos que habían seguido a Jesús desde el comienzo de su ministerio en Galilea y que no lo habían abandonado nunca, ni siquiera en la desbandada general, hasta de sus discípulos íntimos, durante su Pasión. Ellas le habían seguido con una única pretensión: servirle, porque le querían, junto a su Madre.
No habían podido cumplir con el rito de embalsamarlo. Les faltó tiempo en la tarde del viernes pues, como explica San Juan en su Evangelio, para los judíos “era el día de la preparación de la Pascua” y tenían prohibido hacer ese trabajo. Por eso les faltó tiempo para acudir de madrugada al sepulcro y cumplir con aquel acto piadoso. Seguían amándole, incluso después de muerto.
Jesús quiso pagárselo haciéndolas apóstoles para los Apóstoles. Cuando el testimonio de la mujer no tenía entonces ninguna consideración, Jesús demuestra que sí es válido y resalta su testimonio. Si en su pueblo no podían testificar en los juicios, en el nuevo pueblo de Israel, en la Iglesia, la mujer será apóstol para sus Apóstoles.
Como un día dijo en casa de Simón el fariseo, defendiendo y perdonando a la mujer pecadora: “Se le perdona mucho porque ha amado mucho”. Se apareció primero a quienes más le amaban: su Madre y aquellas mujeres.

3. ¿Quiénes ven hoy y siguen al Resucitado?

Escribe San Agustín que “todos admiten que murió, incluso los paganos”, pero sólo los creyentes admiten, sin embargo, que resucitó.
Jesucristo no ha resucitado todavía para muchos. Agnósticos, ateos y no creyentes, no tienen dificultad en admitir la muerte del Hijo de Dios, pero no su resurrección. Tampoco para algunos, que se llaman cristianos. Jesucristo es solamente para ellos una persona. No pueden, con esta concepción, hablar con Cristo persona resucitada, que nos bendice, perdona, llena de luz y de paz. ¿Cómo pueden amarle?
Escribe el Papa Benedicto XVI en su Carta Encíclica Deus caritas est que “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con una Persona, que da nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.”(n. 1)
Las tinieblas se transforman en luz junto a la llama del Cirio de la Pascua. Sin esa luz del Resucitado, sin el encuentro con su persona, la niebla impide ver nuestra verdad, y sólo la verdad nos hace libres.
No dudemos en buscar a Jesucristo con el amor de aquellas mujeres, porque Él se hará presente en nuestras vidas. Camina con nosotros. Animemos de forma especial a los jóvenes de nuestras familias y comunidades a que no se pierdan el acontecimiento, probablemente único en la historia de su vida, de encontrarse con el Papa. Junto al calor de agosto se encenderán de la luz del Resucitado muchas vidas de cristianos que propagarán luego su luz por todas partes, también en nuestra Iglesia diocesana.
“Seguidme, que yo os precederé”, nos dice a todos Jesús resucitado. Sigámosle. Vayamos detrás de Cristo. Él nos marca y acompaña en el camino de nuestras vidas.

Feliz Pascua.

+ RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ
OBISPO DE JAÉN

Tibi soli...

VIGILIA PASCUAL EN LA PARROQUIA

REFLEXIÓN SOBRE LA RESURRECCIÓN

La Resurrección del Señor, fundamento de nuestra fe:
Nuestra Madre la Iglesia nos introduce en estos días en la alegria pascual a través de los textos de la liturgia.
La alegría verdadera no depende del bienestar material, de no padecer necesidad, de la ausencia de dificultades etc.... La alegría profunda tiene su origen en Cristo,en el amor que EL nos tiene y en nuestra correspondencia a ese amor.
En la Última Cena el Señor, no habia ocultado a los Apóstoles las dificultades que les esperaban; sin embargo, les prometió que la tristeza se tornaía en gozo.
En el amor a Dios que es nuestro Padre, y a los demás, está el origen de esa alegría, porque hacemos mucho bien a nuestro alrededor; y será con frecuencia la mejor muestra de caridad para quienes estan a nuestro lado, en el trabajo, en la calle, en las relaciones sociales.....
El mundo está triste e inquieto y tiene necesidad de la paz y la alegría que el Señor nos ha dejado.
No olvidemos dar gracias a la Santísima Virgen, Ella protegió con su fe, su esperanza y su amor a esta naciente Iglesia debil y asustada.
Hagamos el propósito de vivir este tiempo pascual muy cerca de María, por la inmensa alegría de la RESURRECCIÓN.
Un saludo. Antoñita Valderas.

sábado, 23 de abril de 2011

HOMILIA DE LA VIGILIA PASCUAL

Queridos hermanos y hermanas, sed bienvenidos especialmente hoy, a la celebración de la Resurrección de N. S. Jesucristo.
Hoy quisiera hablaros de otra manera: Lo que tengo que deciros lo habéis oído otras veces, pero me gustaría que no pareciera lo de siempre. Es necesario que os suene a nuevo, que os dé la impresión de que no lo habéis oído nunca.

Hoy quisiera que mis palabras os sonaran a nuevas, como si no me conocierais, y no supierais qué voy a deciros. Si creéis mi palabra de hoy, si de verdad os tomáis en serio lo que hoy os digo, vuestra vida será nueva:
Empezaréis a vivir de una forma distinta; la rutina diaria tendrá una profundidad desconocida, la celebración religiosa os traspasará el alma, la la alegría, que nadie puede quitar, será vuestro huésped, la vida será una ruta guiada por la esperanza, la misma enfermedad tendrá una cara desconocida, incluso la muerte será una puerta llena de posibilidades.

Hermanos y hermanas, esto es lo que hoy (esta noche) tengo que deciros: Jesús de Nazaret, el hijo de José y de María, el muerto injustamente y sepultado, HA RESUCITADO Y VIVE PARA SIEMPRE.

La muerte ha sido vencida: el muro impenetrable, la oscuridad existencial, el mal constante que nos espera, la queja irremediable... ya no son verdad del todo. Alguien ha roto el misterio, ha desvelado la aurora, ha iniciado una nueva creación

Oídlo todos los que estáis aquí: ¡CRISTO HA RESUCITADO!

Hermanos, los sacerdotes del Arciprestazgo os comunicamos con alegría: Jesús de Nazaret, el hijo de José y de María, muerto injustamente y sepultado, HA RESUCITADO Y VIVE PARA SIEMPRE.

Oídlo todos los que vivís en Baeza:
¡CRISTO HA RESUCITADO!

Vosotros, niños, que empezáis a soñar:
Cristo vivo puede realizar vuestros sueños.


Vosotros, jóvenes, que os asustáis ante la dureza de la vida:
Cristo resucitado enciende vuestros ideales,
fortalece vuestra rebeldía ante el mal.

Vosotros padres y madres de familia:
Cristo vivo resplandece en el amor fiel,
Ilumina la entrega generosa a los hijos.

Solteros y solteras:
Cristo resucitado os hace fecundos,
pone en vuestras manos otro modo de crear la vida,
construye otra familia no según la carne y la sangre,
sino en el Espíritu de hijos y hermanos.

Vosotros, hombres y mujeres de la tercera edad:
Cristo resucitado vive con vosotros,
no permite que se reseque vuestra alma,
y hasta el final os sostiene llenos de vida.

Vosotros, enfermos:
Cristo vivo está con vosotros en la cruz,
con vosotros se pone en las manos del Padre
con vosotros cruza la frontera de la vida sin fin.

Vosotros, pobres de la tierra, unios a Cristo resucitado:
Él está animando vuestra lucha
por salir de la miseria,
Él exige que os respeten y os escuchen;
Él está dentro de vosotros y se identifica con vosotros.


Vosotros, los que lucháis por la justicia, la libertad, el amor, la
dignidad de todo ser humano...
sabed que Cristo vivo os está sosteniendo,
os patrocina la tarea,
os asegura que resucitareis
y vuestra vida será todo un éxito.

Hermanos: Cristo, el amigo de los niños,
el que perdona a la adúltera,
el cercano a los enfermos,


el que se sienta con los pecadores,
el que quiere a todos,
el que acepta a todo hombre...
una vez resucitado, sigue haciendo lo mismo.

Por eso, hermanos, terminemos diciendo todos:
Cristo resucitado:
Alienta nuestra vida,
llena de alegría nuestro corazón,
caldea con tu amor nuestra convivencia,
cura nuestras enfermedades,
concédenos tu mismo Espíritu.

¡FELICIDADES, HERMANOS Y HERMANAS!

¡CELEBRÉMOS Y GOCEMOS EN EL SEÑOR!

VIGILIA PASCUAL

OS RECORDAMOS QUE ESTA NOCHE A LAS 21,30 HORAS SE CELEBRARÁ LA FIESTA MÁS IMPORTANTE PARA LA IGLESIA, LA FIESTA DE LA RESURRECCIÓN A LA QUE ESTAMOS TODOS INVITADOS.

AL FINALIZAR LA EUCARISTÍA COMPARTIREMOS UN ÁGAPE EN EL SALÓN PARROQUIAL PARA EL QUE CADA UNO APORTARÁ ALGUNA "COSILLA"

REFLEXIÓN PARA EL VIERNES SANTO

Amplius lava me...

DIA DEL LIBRO



Hoy 23 de abril, día del libro, la parroquia te recomienda el mejor libro para la lectura y la meditación LA BIBLIA

JUEVES SANTO, ADORACIÓN DE LA CRUZ






lunes, 18 de abril de 2011

DOMINGO DE RAMOS EN BAEZA 2011

COFRADÍA DE LAS ANGUSTIAS

RECOGIDA DE TÚNICAS:

LUNES Y MIÉRCOLES: DE 4 A 6 DE LA TARDE

EN CALLE ANCHA, 45, 1º IZDA.

COFRADÍA ORACIÓN EN EL HUERTO





COFRADÍA DE LA SANTA CENA





JESÚS EN SU ENTRADA EN JERUSALÉN

MARÍA SANTÍSIMA DE ESPERANZA Y CARIDAD

ESTACIÓN DE PENITENCIA DE LA BORRIQUILLA