VIERNES SANTO DE LA
PASIÓN DEL SEÑOR
Queridos hermanos en Cristo Jesús.
Hoy es Viernes Santo de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Hoy
sobran las palabras o, mejor, las palabras se quedan vacías, porque no pueden
expresar lo que estamos celebrando: El gesto que ayer contemplábamos admirados,
gesto de un Dios inclinado a nuestros pies, hoy se hace gesto de cruz, de
muerte, de silencio.
Hoy Dios habla muriendo, entregándose. Dios no se ha reservado nada; ha dado
todo lo que podía dar. HA DADO SU VIDA EN LA CRUZ. La Cruz, se hace así signo
que recoge todo el plan salvador y liberador de Dios. Si sabemos escuchar la
Cruz desde lo más hondo del corazón, ya hemos escuchado todo. ¡Es la Palabra
definitiva de amor!
1.- VIERNES SANTO, DIOS EN COMUNIÓN.
¡Escuchemos, pues, bien la Cruz!; miremos, pues, bien la Cruz! La Cruz se hunde
en lo profundo de la tierra, en lo más profundo de la historia de la humanidad,
en lo más íntimo de nuestra propia historia personal. Porque Dios nos ama a
cada uno de nosotros en nuestra más profunda realidad. Es el gran empeño de
Dios que nos busca en nuestra propia realidad y verdad.
En este amor de Dios que se hunde en nuestra historia personal (vida), se hace
verdad todo el recorrido de Jesús buscando a los pobres, a los enfermos, a los
abandonados, a los pecadores. En la cruz de Jesús, Dios nos ha encontrado y
Dios nos acoge; Dios nos resucita, nos habla al corazón, Dios nos renueva para
la vida.
Dejemos que el amor de la Cruz nos penetre. Dejemos a Dios amarnos. Y mirémonos
desde ese amor. No nos martiricemos más en nuestras intimidades oscuras y
esclavas. Dios nos ha amado, somos nuevos. Dios nos ha abrazado. La Cruz nos ha
penetrado para elevarnos hasta la categoría de hijos de Dios. Dios nos ha
escogido.
2.- VIERNES SANTO, DIOS ABRAZANDO A LA HUMANIDAD
Dentro de un momento vamos a orar por todo el mundo, por todos los
hombres. Justamente por esto, porque la Cruz es el abrazo de Dios a toda la
humanidad, a cada uno de los hombres y mujeres de nuestro mundo. Es el abrazo
que rompe toda barrera , toda clasificación. La cruz es el abrazo que nos
dignifica a cada uno de los hombres. Y, sobre todo, a cada uno de los abandonados
de la sociedad.
Mucho le ha costado a Dios este
abrazo. Ha tenido que romperse, descoyuntarse en la Cruz, para poder abarcar a
todos en este abrazo. Es el abrazo de la misericordia. Es el abrazo que
perdona. Abrazo que mira con ternura. Abrazo sin juicio.
Si Dios nos ha mirado así, ¿qué sentido tienen nuestras clasificaciones,
nuestros juicios, nuestras culpabilidades, nuestras tristezas…? ¡Vive la
alegría de ver abrazados a todos por Dios y unidos todos como hermanos!
3.- VIERNES SANTO, ABRAZO DE ADORACIÓN
Dentro de unos instantes vamos a adora la Cruz. Ese momento hemos de
convertirlo en momento de contemplación, de adoración, de abrazo de adoración.
El beso con que veneramos la Cruz, tiene que significar, en primer lugar,
recuerdo agradecido de lo que en ella se nos ha dado. Recordemos a Jesús
buscando a los pecadores, consolando y sanando a los enfermos, acogiendo a los
abandonados. Nuestro abrazo ha de ser profundamente agradecido.
Pero además, ha de significar un renovado compromiso de fe. Dios, al abrazar a
la humanidad, nos quiere hacer participar en su abrazo Nosotros somos los
portadores de Dios en esta sociedad concreta. La acogida de Dios llegará a los
más pobres y necesitados a través nuestro. Solo nosotros podemos hacer que los
abandonados se sientan acogidos. Hoy la Cruz nos invita a implicarnos en la
construcción del Reino. Nuestros brazos tienen que ser los brazos de Dios que
abrazan. Nuestro corazón ha de ser el corazón de Dios que perdona…
3.- MARIA
Finalmente, hemos visto a María al pie de la Cruz firme y creyente. Ese es
nuestro lugar. Esa es nuestra postura: Esa obediencia que se entrega a los
planes de Dios; ese corazón grande que ama hasta hacerse madre de los que matan
a su Hijo; ese “hágase” pleno… será el compromiso de una fe profunda.
Cuando besemos, abracemos la Cruz, renovemos el acto de fe de nuestro bautismo.
¡Vamos a atrevernos a creer en la Cruz! ¡Que la Cruz nos haga sentirnos en
comunión con Dios y con todos los hombres!
No hay comentarios:
Publicar un comentario