HERMANO
COFRADE, ¿QUIÉN
ES JESÚS PARA TI?
El conocimiento de la persona de Jesús
ordinariamente se nos ha transmitido a través de nuestros padres u familiares,
de la parroquia, de la catequesis, de la escuela… Jesús ha sido reconocido por
la mayoría de nosotros, ya desde niños, como el Hijo de Dios, el Salvador de
todos los hombres; lo hemos reconocido como Señor de la vida y de la historia;
sobre todo, lo hemos reconocido como amigo íntimo y de verdad.
Nuestra vida de fe en Jesús, es toda una
historia de amor que llevamos dentro. Nuestra fe era muy infantil mientras
éramos niños, pero ha ido adquiriendo madurez a medida que hemos llegado a
adultos.
JESÚS
JUNTO A TI
En
nuestro encuentro con Jesús estos días, hemos de ser muy nobles y sinceros.
Ni ser autosuficientes, ni situarnos a la defensiva, como no queriendo asumir
las responsabilidades derivadas de un encuentro verdadero y amistoso con Él.
Se
trata de un encuentro de amistad con quien dio su vida por ti; este hecho
no puede quedar en un segundo plano. Esto lo has de tener siempre muy presente.
Pero es que, además, tu vida y la de cualquiera no tiene salida al margen de
Jesús; otra cuestión es que quieras verlo o no. Pero ahí está Jesús junto a ti
ofreciéndote su amistad abierta a ti y a los demás. Es lógico que te tomes en serio su amistad, que cambies cantidad de
cosas que pueda haber en tu vida y que no estén en sintonía con dicha amistad.
El problema no está en si te cuesta o no
tu fidelidad a la amistad que Jesús te ofrece; el problema está en si aceptas o
no, su amistad; está en si la aceptas en serio y en si quieres, de verdad, ser
fiel a la misma. Este es el problema. Y
hay dos caminos abiertos ante ti: jugar con esa amistad que te ofrece o
tomártela en serio. No hay más. Ahí está tu responsabilidad.
TU
ENCUENTRO CON JESÚS
Si tomas en serio tu encuentro con Jesús,
todo en tu vida puede cambiar. Tú aportas lo que eres, tus proyectos, tus
ilusiones, el sentido o sin sentido que vas encontrando a tu vida. Él aporta su vida dada, entregada por todos
nosotros. Aporta en su encuentro contigo, el amor entrañable que te tiene; y si tú le correspondes también
con un amor entrañable, nacerá entre los dos una íntima amistad que llegará a
formar entre ambos una estrecha unidad de vida.
En tu encuentro con Jesús, si te abres con
sinceridad a Él, descubrirás el plan que Él tiene sobre ti; habrás descubierto lo que puede dar sentido
a tu vida, algo que quizás estabas buscando y no acababas de encontrar.
Puede que, con motivo de este encuentro con Él, tu vida empiece a tener otro
sentido. Puede que empieces a darle otra orientación como tantos otros se la
han dado y no se han arrepentido; al contrario, se han encontrado a sí mismos y
han empezado a vivir de verdad.
VOLVER
A JESÚS
-Es
necesario, pues, volver a Jesús como raíz de la gracia y de la fuerza; pero
es necesario volver a Él con ojos limpios, devolviéndole el protagonismo que el
Padre le ha dado en la obra de la salvación.
-Es
necesario volver al protagonismo de la cruz del Señor, fuerza y sabiduría
de Dios, aunque muchos la consideren debilidad y escándalo.
-Es
necesario volver al gozo del Espíritu a pesar de las incomprensiones de
unos y otros, volviendo a la humildad, a la constancia, a la oración, a la
comunión.
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