CONTACTA CON NOSOTROS

Todos los que queráis mandarnos vuestros comentarios y sugerencias podéis hacerlo a: parroquiasanpablo2011@gmail.com

domingo, 2 de marzo de 2014

REFLEXIÓN DE DON MANUEL


DOMINGO VIII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO”A”

 
         Confiar incondicionalmente en Dios. He aquí otra “revelación” importantísima de nuestro Maestro Jesús, como la del Domingo pasado “Vosotros amad a vuestros enemigos”. Y es que los cristianos tenemos la experiencia de que Dios no nos olvida, no abandona jamás a sus hijos: “¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré”, afirma Isaías.

         Tampoco nosotros debemos olvidarnos de Él ni del progreso del mundo, “rechazando la tentación de una espiritualidad oculta e individualista que poco tiene que ver con las exigencias de la caridad, con la lógica de la Encarnación”, como nos decía Juan Pablo II.

           El mensaje cristiano, confiar plenamente en Dios, no nos aparta de la construcción del mundo, ni de ocuparnos del bien de nuestros semejantes. El cristiano comprometido en el progreso técnico, social y político ha de velar por el desarrollo de la dignidad de todos los seres humanos, pero confiando su vida y su trabajo plenamente en Dios.

         Por eso, tanto la mesa de la Palabra, como la mesa de la Eucaristía de este Domingo  dan sentido a nuestras actividades cotidianas, con el fin de que no nos quedemos en mero activismo, y vayamos a lo verdaderamente importante, escogiendo bien el amo de nuestra existencia.

          “Que la gente sólo vea en vosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios”, nos dice San Pablo la segunda lectura.

           Y en el Evangelio: “Dijo Jesús a sus discípulos: nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro... No podéis servir a Dios y al dinero”.

             El Maestro nos urge, pues, a caminar sirviendo a Dios que nos ama como el mejor Padre y la mejor Madre, pero quiere que decidamos con plena libertad.

     
          Por desgracia el corazón de muchos hombres gira alrededor del dinero, y no de Dios. Es preciso subrayar que el dinero no es malo. El dinero hace malo al hombre cuando el hombre lo adora, lo convierte en un ídolo y sacrifica su vida y la de los demás para acumular más y más riquezas materiales.

         “Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido?”. Dios nos dará lo que necesitemos.

         “Buscad el Reino de Dios y su justicia y lo demás se os dará por añadidura”; esta es la orientación que desea Jesús para nuestra vida de cada día, nuestra principal preocupación. La justicia de Dios es una justicia de padre. Jesús es la justicia de Dios, y quiere que seamos  dóciles a los planes de Dios en todos nuestros actos, orientando bien la vida lejos del egoísmo.

         Confianza absoluta en Dios y abandono en Dios: “Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis de todo eso”. Santa  Teresa de Jesús nos trasmite su experiencia: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene  nada le falta, sólo Dios basta”.

            Así lo han vivido y viven los misioneros que salieron de nuestra tierra para evangelizar América. De este continente ha venido el Papa Francisco, que nos invita a llevar a los demás la alegría del Evangelio. De ahí el lema de este Día de Hispanoamérica: “la alegría de ser misionero”.

            Que esta Jornada sirva para dar gracias a Dios por la generosidad de nuestros misioneros y por su entrega al servicio del reino de Dios; y para pedir que Dios suscite en todas las diócesis españolas, en comunidades religiosas y en movimientos eclesiales, nuevas y  muchas más vocaciones misioneras…

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario